llla ficha a un ex de Junts como delegado de la Generalitat en el sur de Francia

El Govern de Salvador Illa ha fichado a un excandidato de Junts para ser delegado de la Generalitat en el sur de Francia. Según fuentes cercanas al Ejecutivo catalán, el futuro delegado en el sur de Francia el elegido será Albert Piñeira, antiguo alcalde del PDeCAT en Puigcerdà y luego candidato de Junts al Senado por Girona, aunque no llegó a salir escogido. El nombramiento oficial se cerrará en breve.

La extraña designación sólo puede entenderse en clave de política catalana y muy catalana. En medios de comunicación independentistas se creó una polémica por la negativa del actual delegado, Christopher Daniel Person a utilizar la denominación Catalunya Nord. Se trata de un debate estéril: uno porque es Francia, dos porque en la mayoría de los ayuntamientos de esa zona manda el Frente Nacional, aunque se hable catalán en el territorio y tres porque la Generalitat de Salvador Illa no tenía problema en usar esa terminología. Pero el independentismo hizo caballo de batalla y creó una nueva afrenta que en realidad desgastó muy poco a Illa.

Junts había pedido la dimisión de Person como responsable de la Casa de la Generalitat en Perpinyà, que es el nombre oficial de la delegación porque, recordemos, la administración catalana ya cuenta con un delegado en París. Pero el independentismo necesita esa idea de una gran Cataluña que empieza en el sur de Francia, acaba en Alicante y se extiende a Baleares, aunque en términos de votos la mayoría de sus habitantes no apuesten por el pancatalanismo. Antiguos directores de la Casa de Perpinyà también solicitaron su cese.

Ahora Illa apaga este incendio con el nombramiento de un ex de Junts para un cargo marginal dentro del aparato de delegaciones exteriores de la Generalitat. Piñeira se distanció de Junts cuando Puigdemont lo marginó de las listas para ir al Congreso. Él aspiraba a ir de dos, pero se llevó el premio Josep María Cervera, que logró ser diputado en la Cámara Baja. Este revés fue la semilla que ha gestado la actual ruptura entre Albert Piñeira y Junts y su sorprendente desembarco en el entorno del PSC.

Opinión

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El fichaje de Piñeira como alto cargo del ejecutivo de Illa ha preocupado en el seno del partido independentista. No es la primera vez. Otros miembros de la antigua CDC han acabado en el aparato de la actual Generalitat socialista, como Ferran Falcó, nombrado director general del Consorcio del Besós; o Pere Macías, comisionado para el traspaso de Cercanías.

Perspectiva municipal

Pero Piñeira y su incorporación tiene perspectiva municipal. Según fuentes de esta formación, en Junts temen que su paso por la Casa de Perpiñán sea breve y acabe como candidato del PSC por Puigcerdà, en un momento en que Junts está sufriendo en Girona, donde ha perdido plazas como Ripoll, a manos de Aliança Catalana; o la propia capital de provincia, que ha caído en manos de la CUP. Un giro así podría poner en peligro la Diputación de Girona a partir de 2027. En la actualidad la preside Junts, pero por un margen muy estrecho.

En Junts temen que sea un paso previo para presentar a Piñeria como alcaldable

En todo caso, sorprende que Illa haya optado por cambiar al responsable de la Casa de Perpiñán, cuando su cuerpo de delegados exteriores sufre una vacante mucho más importante en un momento como éste: la de Estados Unidos, el epicentro de la guerra comercial. En diciembre prescindió de Isidre Sala y lleva meses sin encontrar un sustituto.

Paneque da largas

Ayer la portavoz de la Generalitat, la consellera de Territori, Silvia Paneque fue preguntada por este vacío en una administración que presume de su servicio exterior y que incluso asegura que abrirá más oficinas para facilitar la apertura de nuevos mercados a los exportadores. Paneque se limitó a dar largas y decir que se trataba de un “puesto muy delicado”.