ERC quiere condicionar a Illa el destino de los 4.000 millones de ampliaciones de crédito
ERC y el PSC escenifican un enfrentamiento total por la crisis de Cercanías, pero fuera de foco ambas formaciones están negociando que la Generalitat de Cataluña no colapse sin cuentas
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ERC aspira a condicionar al Gobierno de Salvador Illa en la ampliación de crédito de 4.000 millones de euros que la Generalitat tiene que pasar por el Parlament para que la prórroga presupuestaria no derive en el colapso. Así lo explican fuentes parlamentarias, tanto de los socialistas catalanes como de los republicanos. De este modo, los de Oriol Junqueras pretenden seguir marcando el destino final de los fondos, cuya aprobación depende de ellos y, en menor medida, de los Comunes, ya que Illa gobierna en minoría y necesita a ambas formaciones para sacar adelante cualquier proyecto.
La formación republicana se niega en rotundo a pactar los Presupuestos de la Generalitat para 2025. El PSC había planteado no meter presión y que Junqueras pudiese pasar su congreso con éxito. Así lo hizo, con un apoyo del 90%. Y si ha habido tensión es por el denominado “informe de la verdad” sobre las campañas B que se alentaban desde la calle Calabria, que ha abierto de nuevo la tensión entre Oriol Junqueras y el cerebro de los opositores, el presidente del grupo parlamentario de ERC en el Parlament, Josep María Jové.
Pese a este éxito político, Junqueras prefiere marcar distancias de con el PSC y, por lo tanto, opta por dejar a Cataluña sin cuentas autonómicas para 2025. Pero como tampoco quiere ir a elecciones, se decanta por aprobar las ampliaciones de crédito y que Illa siga en el Palau de la Generalitat, pero lo más debilitado posible.
Ahora el reto de los republicanos es influir en el destino final de estos fondos a cambio de su respaldo a las ampliaciones de crédito. De esta manera, el Ejecutivo de Illa queda maniatado y con un escaso margen de acción en el plano de la gestión real.
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ERC ya está marcando las grandes líneas de la política catalana que está desplegando la Generalitat. La negociación de una nueva financiación autonómica basada en un cupo catalán parecido al vasco fue una idea que en su día impulsó Pere Aragonès. Del mismo modo, el traspaso de Cercanías que está ahogando a la consellera de Territori, Silvia Paneque, es otra iniciativa que en su día pactó Oriol Junqueras a cambio de investir a Pedro Sánchez.
Por el contrario, las políticas propias del PSC, como las 50.000 viviendas o la ley de barrios, topan con la renuencia de los republicanos a aprobar unas nuevas cuentas. Sin presupuestos, los proyectos de Illa peligran y, en cambio, los de Junqueras siguen adelante, aunque con muchas trabas.
Sin tregua
Podría pensarse que esta estrategia de Junqueras resulta muy rentable. Pero tampoco tanto. Illa se está desgastando poco, ya que esa factura es para Silvia Paneque. La consejera de Territori le sirve al presidente socialista de fusible, de muro de contención. CUP, Junts y Aliança Catalana ya han pedido su dimisión por el caos de la red de Cercanías.
Esta semana será clave en la negociación de las ampliaciones de crédito
Sin embargo, esta crisis se está volviendo en contra de ERC en términos de desgaste electoral. Tras las protestas de los sindicatos ferroviarios, los independentistas han tenido que aceptar que se cambien los estatutos y que la empresa mixta que asumirá la R1, la primera línea que pasará a manos de la Generalitat, tendrá el 50.1% del capital en manos de Renfe, que mantendrá la explotación del servicio. Junqueras ha querido parar el golpe diciendo que será solo por dos años, pero en la inestable política española no hay garantía que cuando pase ese tiempo se modifiquen los estatutos.
Ante la intención de ERC de marcarle también a Salvador Illa el gasto de la prórroga presupuestaria, el PSC está alegando que la mayoría del gasto es para mantener la actividad continuada de la Generalitat, según explican fuentes socialistas. La semana que viene resultará clave en la Cámara catalana para esta negociación.
ERC aspira a condicionar al Gobierno de Salvador Illa en la ampliación de crédito de 4.000 millones de euros que la Generalitat tiene que pasar por el Parlament para que la prórroga presupuestaria no derive en el colapso. Así lo explican fuentes parlamentarias, tanto de los socialistas catalanes como de los republicanos. De este modo, los de Oriol Junqueras pretenden seguir marcando el destino final de los fondos, cuya aprobación depende de ellos y, en menor medida, de los Comunes, ya que Illa gobierna en minoría y necesita a ambas formaciones para sacar adelante cualquier proyecto.