Del Bernabéu al Dubai Stadium: un despacho de arquitectura 'exporta' marca España desde Barcelona
¿Qué tienen en común el Bernabéu, el Bolívar y el Dubai Stadium con la remodelación de barrios enteros de El Cairo, París, Mónaco o India? El despacho de arquitectura barcelonés L35
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El bufete L35 ya atesora la cuarta generación de diseñadores (y comienza a despuntar la quinta) y toma su nombre de la inicial de la primera sede que tuvo y el número: Letamendi, 35. El despacho está capitaneado por dos CEO: Luisa Badia y Tristán López-Chicheri. Trabaja en 44 países y tiene oficina abierta en 8 de ellos y despachos en Madrid y Barcelona. En la actualidad, está compuesto por 25 socios y 5 arquitectos asociados y tiene obras diseminadas por los cinco continentes.
Su proyecto estrella es el diseño del estadio Bernabéu, debido a su proyección mundial. Aunque en funcionamiento hace muchos meses -y los diseñadores aseguran que ellos hicieron un estadio de fútbol, desligándose de la polémica de los conciertos-, el proyecto no está acabado. Falta la urbanización del entorno, la iluminación exterior y las galerías. Es también uno de los proyectos más complejos. El estadio lleva un "revestimiento ventilado de metal pulido, de tonalidad blanca y brillante, diseñado para permitir o bloquear el paso de la luz de acuerdo a distintas situaciones”.
Este mismo mes de marzo, L-35 ha ganado el concurso para rediseñar el estadio de Gran Canaria con el proyecto ‘La nube’, que transformará el estadio preparándolo para el Mundial de Fútbol 2030. “Está en la zona de 7 Palmas, donde siempre hay brumas y de ahí su nombre. Lo que haremos será un diseño con cubierta que convierte las brumas en aguas, lo que permite aprovechar luego ésta”, explica a El Confidencial Tristán López-Chicheri.
Su listado de estadios reconstruidos es amplio: el Dubai Stadium (inspirado en las dunas del desierto), el Bolívar (a 3.700 metros de altura y concebido de forma rectangular, como un templo), o El Campín, en Bogotá, que reconcilió dos barrios de la ciudad que han vivido hasta ahora de espaldas.
Transformar Tel Aviv
Si el proyecto más emblemático es el del Bernabéu, uno de los más complejos es el que lleva a cabo en Tel Aviv: 12 hectáreas de terreno para construir 200.000 metros cuadrados de oficinas, 50.000 de viviendas, 70.000 de aparcamientos y 12.000 de equipamientos hoteleros, entre otros. Se trata de la renovación del barrio industrial de Jabotinsky, en Petah Tikva (en el Distrito Central de Israel). “Es un proyecto muy compacto y muy urbano que se hace de nuevo y desde el punto de vista de la percepción es muy complejo: Lo que hacemos es convertir ese espacio en el vínculo peatonal entre una estación de metro y una estación elevada de tren, por lo que su utilización no es sólo para los usuarios de sus servicios, sino para los ciudadanos de paso”, subraya López-Chicheri.
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El despacho ha realizado obras en Italia, Abu Dabi, Turquía, México, Colombia, Francia, Chile, Egipto o México, por poner algunos ejemplos. Pero más allá de equipamientos deportivos, tiene un largo listado de trabajos de altura. En el campo de retail, diseñó el Shopping Promenade Coeur d’Alsace, en Estrasburgo; el centro comercial La Roca Village, en Barcelona; Las Rozas Village, en Madrid; los centros comerciales de Diagonal Mar o de La Maquinista, así como la remodelación de Les Glòries y el Maremágnum, inaugurado para dar la bienvenida a la Copa América hace sólo unos meses...
También son suyos el Coeur de Ville en Bezons (Francia), diseño de un amplio espacio de la ciudad; la renovación urbana Fontvieille, de Mónaco, un conjunto inmobiliario integrado en la montaña que conecta con la zona comercial y que significó la plantación de 2.000 árboles en dos hectáreas de terreno o la remodelación de la Rada de Toulon que implica un lavado de cara a 44 hectáreas dentro del Puerto.
Eclosión de los ecobarrios
En Roma, se debe a este despacho el urbanismo de la estación Roma Termini, así como el Centro Vialia de Vigo. Hay espacios urbanos espectaculares que llevan la marca barcelonesa. Prueba de ello es la urbanización de todo el barrio Mivida de Nuevo Cairo, a golpe de vista de las pirámides, un gran espacio de casi 100.000 metros cuadrados que incluye “una estructura neourbana, mucho verde, un tren eléctrico y espacios amistosos y peatonalizados”, según explica Luisa Badia.
Tiene también el ‘ecobarrio’ Ginko, de Burdeos, que supone el crecimiento de la ciudad alrededor de un lago residencial, con comercios integrados en la calle y equipamientos. Este proyecto, de 35.000 metros cuadrados, es la plena expresión de la arquitectura bioclimática. El proyecto se enmarca dentro de los acuerdos Grenelle Environnement mediante el uso de materiales locales, renovables y de escaso impacto ambiental para conformar un barrio de “coherencia ecológica”. El casco antiguo de Orleans fue también rediseñado por el bufete barcelonés, que tuvo que desplazar la estación de autobuses para concretar un espacio coherente.
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Estos proyectos, explica López-Chicheri, sirven para “recuperar los barrios tradicionales, con el destierro del coche y la potenciación de calles arboladas y peatonales, con zonas verdes por encima de la plataforma del comercio y del parking, que tienen instalados sistemas de aprovechamiento del agua”.
Atención a los localismos
Innumerables edificios singulares jalonan la agenda de L35: el Pedralbes Centre de La Caixa, en Barcelona; el Río 55 Business Park, en Madrid; el NOA Office Nuilding, en Málaga; el Türkiye Finans Headquarters, en Estambul; el Yerwada, en Pune (India); o las zonas residenciales Co-living de Méndez Álvaro, en Madrid; Teatinos Terraces, de Málaga; y los Teilight Apartments de Cairo (Egipto).
“Cada proyecto es único. Se ha de tener en cuenta la cultura y la idiosincrasia de cada lugar. Cada obra tiene los condicionantes de la cultura local, porque la arquitectura vive en una cultura local. No es lo mismo hacer una obra en Egipto que en París o España. Incluso dentro mismo de España se han de atender los distintos matices y las singularidades locales de cada zona”, explica el CEO de L35.
Por otro lado, el despacho también tiene en cuenta los condicionantes medioambientales. Una cosa es reurbanizar un barrio de una ciudad y otra acometer, por ejemplo, un proyecto en los Alpes, en una zona de baja densidad poblacional. De ahí que en algunos casos se priorice la utilización de determinados materiales, lo que se añade al diseño singular. Porque la esencia de la arquitectura es que, además de un significado estético, las obras tengan un significado ético. Y así, L35 exporta desde Barcelona la marca España de la arquitectura.
El bufete L35 ya atesora la cuarta generación de diseñadores (y comienza a despuntar la quinta) y toma su nombre de la inicial de la primera sede que tuvo y el número: Letamendi, 35. El despacho está capitaneado por dos CEO: Luisa Badia y Tristán López-Chicheri. Trabaja en 44 países y tiene oficina abierta en 8 de ellos y despachos en Madrid y Barcelona. En la actualidad, está compuesto por 25 socios y 5 arquitectos asociados y tiene obras diseminadas por los cinco continentes.