Junts exige un imposible en inversiones para mantener su rechazo a los PGE de Sánchez
La condición de los de Puigdemont es que se invierta en Cataluña 50.000 millones en infraestructuras, cuatro veces más del total que se invertiría en el conjunto de España
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Junts exige unas nuevas inversiones cuyas cifras serían imposibles de asumir por la Moncloa, como una manera de quedarse al margen de una hipotética negociación de los Presupuestos Generales del Estado, que en este momento el Gobierno de Pedro Sánchez tampoco está moviendo de una manera especialmente activa. Junts se coloca en un escenario de máximos estratosférico, el cual en la práctica le deja fuera de la negociación, según han apuntado fuentes de esta formación nacionalista. Fuentes internas de Junts descartan que los de Carles Puigdemont se vayan a sentar a negociar los PGE para 2025, con lo que el Gobierno central se quedaría otro año sin cuentas; y sería el segundo.
“Junts no negociará los Presupuestos Generales del Estado hasta que pague toda la deuda pendiente en infraestructuras: 50.000 millones de euros", ha anunciado el portavoz de la formación, Josep Rius, en una rueda de prensa posterior a la Ejecutiva permanente del partido este lunes. "Por eso no hemos aprobado los presupuestos y no los negociaremos hasta que no paguen lo que nos deben" ha añadido Rius.
La exigencia carece de lógica económica. La inversión total del Estado en infraestructuras son cerca 13.000 millones para toda España. Es evidente que Junts no puede pedir 50.000 millones, cuatro veces más del total y dejando al resto de España sin nada.
La cifra no casa con un planteamiento razonable porque no lo es. Es sólo la manera en que Junts justifica antes sus votantes que se queda al margen de la negociación más importante de la política española. En este momento, ni Junts, ni ERC, están por la labor, según fuentes de ambos partidos. Lo más probable es que se llegue a Semana Santa en esta situación de impasse y que, por tanto, España se quede nuevo sin cuentas públicas para este año, según explican fuentes de la Ejecutiva de Junts.
Rius ha declarado este lunes de manera solemne: “¡Ya basta!” Y ha acusado a la Generalitat de ocultar un plan premeditado por España para “asfixiar” de manera financiera a Cataluña. Para Rius, operaciones como el regreso de la Fundación Bancaria La Caixa a Cataluña serían meras cortinas de humo para disimular dicha asfixia ante la opinión pública.
Asumido por ambas partes
Más allá de la teatralización de cada uno de los partidos, la verdad es que ambas partes han renunciado a tener cuentas públicas para el año que viene. Para el PSOE, el asunto de los Presupuestos se ha vuelto marginal con la economía española creciendo al 3%. Para Junts el coste político se considera excesivo para lo que se puede obtener a cambio.
ERC ha exportado la renuncia de PSOE y Junts a Cataluña con su renuncia a las cuentas
En la práctica, ambas formaciones han abandonado, lo que rebota en la política catalana, ya que ante el desinterés de Junts y el PSOE, ERC también se lava las manos en Cataluña, según confirman fuentes de los republicanos. Como derivada, Salvador Illa también se queda sin presupuestos en Cataluña.
Problemas con la ejecución
Junts se saca esta posible cifra de un análisis del Parlament en que se denunciaba la baja ejecución de inversiones en Cataluña. Es cierto que es muy baja y de manera recurrente. Para ello se aplica un criterio de deuda histórica difícilmente sostenible. Y más si como ha intentado Junts colocar la cuestión vinculándola a cuestiones que poco tienen que ver desde el punto de vista de la contabilidad pública, como es la condonación parcial del FLA.
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En el conjunto de 2023, el Estado gastó en Cataluña 1.028 millones de euros frente a los 2.276 millones previstos inicialmente. Solo un 36% de ejecución. Y el independentismo está convirtiendo esta situación en su caballo de batalla.
Junts exige unas nuevas inversiones cuyas cifras serían imposibles de asumir por la Moncloa, como una manera de quedarse al margen de una hipotética negociación de los Presupuestos Generales del Estado, que en este momento el Gobierno de Pedro Sánchez tampoco está moviendo de una manera especialmente activa. Junts se coloca en un escenario de máximos estratosférico, el cual en la práctica le deja fuera de la negociación, según han apuntado fuentes de esta formación nacionalista. Fuentes internas de Junts descartan que los de Carles Puigdemont se vayan a sentar a negociar los PGE para 2025, con lo que el Gobierno central se quedaría otro año sin cuentas; y sería el segundo.