Junts abre diligencias del presunto acoso sexual de Comín pero elude detallar aspectos clave
El supuesto escándalo de acoso sexual de Toni Comín puede ser una bomba de relojería para Junts, que se niega a explicar cómo ha aplicado el protocolo antiacoso de la formación
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Junts ha abierto diligencias sobre el presunto acoso sexual de Toni Comín a un asesor del partido en el Parlamento Europeo, pero sin detallar aspectos clave para determinar el nivel de encubrimiento en el que haya podido incurrir la formación en este nuevo escándalo. Junts se niega a aclarar qué día se recibió la denuncia en el partido, en qué punto se encuentra la investigación interna y qué grado de conocimiento tenían los dirigentes del partido de los hechos denunciados. Los problemas para Junts son múltiples porque tiene un protocolo antiacoso con pautas muy marcadas y porque las fechas no casan.
Junts ha ocultado el nombre del denunciante. Pero fuentes cercanas a la formación explican que se trata de V. S. F., un asesor de Puigdemont en el Parlamento Europeo que fue cedido al equipo de campaña de Toni Comín para las europeas. Según la versión del denunciante, los hechos ocurrieron en la casa en el sur de Francia que Comín ocupó para la campaña. La campaña de las europeas empezó el 23 de mayo. Las elecciones fueron el 9 de junio y V. S. dejó de ser asesor del Parlamento Europeo en el mes de agosto, según señala en su Linkedin. Si Junts ha empezado la investigación siete meses después, la posición del partido se complica.
Además, el protocolo antiacoso de Junts establece en su punto siete que "es tan importante la atención al hecho denunciado como el tiempo transcurrido en todo el procedimiento para que este finalice con éxito. Por este motivo, no dejaremos pasar más de 3 días desde que se tiene noticia de la queja o denuncia y hasta que se activa el protocolo, y un máximo de treinta días para desarrollar el proceso de investigación y resolver la situación". Un mes no son siete.
Portavoces de Junts han evitado responder sobre la razón de que en este caso no se cumpliese el protocolo antiacoso de la formación independentista. Y más si había precedentes. La Vanguardia ha publicado que, con anterioridad, Comín había tenido una confrontación física con otra asesora. Fuentes de Junts explican que se trata de Marga Payola, de la junta directiva de Plataforma per la Llengua.
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Comín lo niega todo. Atribuye las acusaciones a bromas malinterpretadas. Y asegura que las acusaciones y su filtración se deben a que le quieren apartar de la carrera por presidir el Consell de la República, esa especie de Generalitat paralela que Puigdemont quiso crear en 2018.
El rol de Puigdemont
Puigdemont sigue callado, pero fuentes de Junts aseguran que ha roto lazos con Comín, muy enrocado con su núcleo de confianza articulado alrededor de su hermana Betona Comín. La filtración de la investigación y que Junts tenga su propio candidato a presidir la entidad, Jordi Domingo, han acelerado el plan de Puigdemont: que Domingo liquide el Consell en silencio y por la vía rápida. No tiene sentido un instrumento de confrontación cuando el objetivo de Junts es pactar con el PSOE, que Pedro Sánchez se haga una foto en Waterloo y que el Ministerio del Interior permita que los Mossos le pongan escolta en Bélgica hasta que la amnistía sea efectiva y pueda volver a España.
Sin embargo, el calendario de la denuncia deja en mal lugar a Puigdemont, al que el asesor acosado ya había explicado los incidentes con Comín. Además, en este momento Carles Puigdemont ya había dado el paso para ser presidente del partido y en la práctica controlaba con mano de hierro la formación. Por tanto, en caso de que hubiera ocultación o incumplimiento del protocolo antiacoso, Puigdemont sería responsable directo.
Para colmo, desde el 27 octubre ya fue nombrado presidente de Junts de manera formal. De lo que el partido hiciese, o en este caso no hiciese, también sería responsable Puigdemont.
La ocultación se paga
En teoría, la ocultación se paga en el independentismo. Quim Torra obligó a dimitir a Alfred Bosch (ERC) como conseller de Exteriores en 2020 por ocultarle un caso de acoso de su jefe de gabinete. Hasta ahora Puigdemont se ha movido en un mundo en que las reglas no eran para él. Habrá que ver si este caso sigue también esta pauta.
Tras esta crisis también está la voluntad de Junts no explicitada de que Toni Comín renuncie a intentar ocupar su escaño en el Parlamento Europeo y que ceda su puesto a la número dos, Neus Torbisco, una jurista que no milita en Junts, pero que es del núcleo de confianza de Puigdemont, según explican fuentes del partido independentista.
Junts ha abierto diligencias sobre el presunto acoso sexual de Toni Comín a un asesor del partido en el Parlamento Europeo, pero sin detallar aspectos clave para determinar el nivel de encubrimiento en el que haya podido incurrir la formación en este nuevo escándalo. Junts se niega a aclarar qué día se recibió la denuncia en el partido, en qué punto se encuentra la investigación interna y qué grado de conocimiento tenían los dirigentes del partido de los hechos denunciados. Los problemas para Junts son múltiples porque tiene un protocolo antiacoso con pautas muy marcadas y porque las fechas no casan.