Toni Comín, acusado de acoso sexual por un antiguo asesor en el Parlamento Europeo

El antiguo eurodiputado y miembro de Junts, Toni Comín, ha sido acusado de acoso sexual y psicológico por uno de sus antiguos asesores en el Parlamento Europeo, según publica hoy La Vanguardia. Esta nueva crisis deja en muy mal lugar al autodenominado “exilio catalán”, ya que según la información, tanto Carles Puigdemont como Junts conocían los hechos de manera directa por parte del denunciante como mínimo desde antes de las elecciones europeas, en mayo del año pasado, y los encubrieron. Junts nunca abrió una investigación interna sobre el caso.

La filtración de la denuncia estalla justo cuando Toni Comín ha optado a presidir el Consell de la República, desafiando a Carles Puigdemont, que quería con su marcha de este organismo dar carpetazo al artefacto creado en Waterloo y pasar página de manera discreta. La situación es tan tensa que Junts impulsa de tapadillo su propia candidatura a presidir el Consell, a través del candidato Jordi Domingo.

El denunciante trabajó durante siete años para Junts en Bruselas bajo distintas funciones. La denuncia está en el Comité Consultivo sobre el Acoso en la Eurocámara y relata tocamientos, insinuaciones, interrogatorios sobre la vida sexual con su esposa y propuestas de tríos con otro hombre. También se refiere a malos tratos de carácter laboral, con broncas repentinas y aleatorias y amenazas de despido.

En un comunicado Comín niega los hechos, que asegura que "tergiversan bromas y comentarios más o menos oportunos", y también que el hombre fuera su asesor, sino que lo describe como un "colaborador esporádico". En este sentido, afirmó que el denunciante trabajó con él porque insistió mucho en ello y se mostró confiado en que la investigación descartará las acusaciones.

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Marcos Lamelas. Barcelona

Comín, que siempre había hecho pública su condición de homosexual, estaba estos días dando entrevistas a medios independentistas para reforzar su candidatura. Ahora estalla esta crisis y la situación se tuerce de manera brutal para todos los independentistas refugiados en Bélgica desde hace siete años: lo que incluye al propio Puigdemont y al exconseller de Cultura y diputado en el Parlament, Lluís Puig.

Ayer mismo Puigdemont colgaba en su cuenta de X una foto con empresarios de la Unión Metalúrgica de Barcelona que acuden para frene la reducción de jornada laboral que quiere impulsar la vicepresidenta Yolanda Díaz. Es decir, su papel parece reconducido al de lobista ante Madrid para explotar el poder de sus siete diputados y hace mucho que ha abandonado la idea del “president legítim”, de un presidente catalán en el exilio que haría sombra al verdadero presidente de la Generalitat.

Refriega con Valtonyc

En las dos últimas semanas, Toni Comín se encontraba en guerra abierta con el rapero Valtonyc, otro ilustro miembro del “exilio catalán”, que llevaba tiempo asegurando en redes sociales que Toni Comín no podía presidir el Consell de la República y que había mucho más que el desvío de fondos denunciado por los gestores de GlobalCat ABSL y CATCiP AISBL, las dos entidades que dan cobertura legal y financiera a todo el entramado legal de Waterloo.

El Consell de la República cuesta más de un millón de euros al año y está en crisis

El Consell de la República tiene graves problemas financieros. Un tercio de los fondos es para el mantenimiento de la mansión de Waterloo, otra para los exiliados, en este momento Puigdemont, Puig y Comín y otro tercio para los gastos de la actividad política. En total se gastaba más de un millón de euros al año, en un momento en que las donaciones están en caída libre. Valtonyc, por ejemplo, acusaba a Comín de haberle dejado facturas sin pagar para favorecer a otros proveedores. Puigdemont nunca se ha pronunciado ante esta crisis por la gestión del dinero y los medios independentistas a los que da entrevistas tampoco le han preguntado nunca.

Otro nivel

Ahora, las acusaciones de acoso sexual llevan la crisis interna a otro nivel. Resultaba sospechoso que Junts no estuviese dando la batalla ante la opinión pública cuando Toni Comín no pudo ocupar su escaño en la Eurocámara al no poder jurar la Constitución. Ahora se entiende el porqué de este silencio. Pero es supone que tanto Puigdemont como el partido lo estaban encubriendo.