Sánchez intenta ganar tiempo y deja a Junts descolocado pendiente solo de Puigdemont
El regate del presidente español ha dejado desubicado a Junts, que ahora debate sobre si le compensa el período de espera abierto en la Mesa del Congreso con la cuestión de confianza
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La jugada del PSOE para ganar tiempo descoloca a Junts que duda sobre la respuesta, después de que la Mesa del Congreso aplazase su decisión sobre la moción del partido independentista para que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza. Los miembros de la Permanente de Junts han viajado a Bruselas sin saber cuál será la respuesta concreta a dar hoy en la rueda de prensa que Carles Puigdemont tiene previsto hacer desde Bélgica. El plan es discutirlo allí entre la noche de ayer y la mañana de hoy. Por lo tanto, máxima incertidumbre.
Los miembros de la dirección de Junts se han dividido y el propio Puigdemont, que hasta ahora era partidario de romper, mantiene en el misterio. Por su parte, en Moncloa consideran que han parado el primer golpe.
Una parte prefiere seguir con el plan de romper. Recuerdan que en 2022 la salida del ejecutivo de Pere Aragonès fue discutida por algunos sectores y luego se demostró que había servido para esquivar en parte la sangría de votos que sufrió el independentismo y que acabó cebándose con ERC y la CUP. Esta vez es distinto. Nadie ha discutido al líder cuando Puigdemont planteó la ruptura con el PSOE. Pero ahora tampoco nadie tiene claro qué carta jugar. Además, se dio un ultimátum muy claro y no cumplirlo podría leerse como una señal de debilidad.
La opción más sencilla es que Puigdemont en la rueda de hoy muestre su enfado con Pedro Sánchez y el Gobierno, pero no rompan del todo con el PSOE. Que dejen alguna puerta abierta. El problema es que sus bases pueden no entender este nuevo giro de guion, tras una semana en que tanto Junts como Moncloa han vendido que la relación entre ambos partidos estaba acabada.
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La otra alternativa es anunciar la ruptura tal y como estaba previsto, alegando que la confianza se ha perdido entre el PSOE y Junts y que no se da credibilidad a los quince días que se plantean para seguir estudiando la cuestión de confianza. Puede resultar más rentable desde el punto de vista electoral y tendría más lógica con el relato que han ido contando los de Puigdemont.
Cuestión de fondo
La cuestión de fondo que no tiene clara la dirección del partido independentista es qué recorrido le queda a la legislatura más allá de la amnistía, que será resuelta por el Tribunal Constitucional el próximo mes de octubre, pero que buena parte de la masa social del independentismo interpreta como una derrota.
Planteado como dilema, si Sánchez se negó esta semana de manera rotunda a tramitar la cuestión de confianza, no se entiende por qué ahora se da más tiempo. La justificación de Moncloa es “que aquí no se levanta nadie de la mesa de negociación” pero entonces carece de sentido el haberse plantado el martes.
En Junts se debate sobre qué recorrido le queda a la actual legislatura con Sánchez
En Junts también se preguntan qué va a poder hacer Sánchez en dos semanas que no haya hecho hasta ahora. Es decir, temen que en Moncloa se haya quedado sin margen de maniobra para seguir haciendo concesiones a Junts, como hasta ahora. Y que el presidente español sólo esté ganando tiempo, sin voluntad real de llegar a un acuerdo.
El papel de Sumar
También hay dudas de si Sánchez está cediendo antes Junts o ante Sumar. Los de Yolanda Díaz se han manifestado en público en negociar una salida. Esta semana llegaron a ofrecer a Junts respaldarles en la Mesa del Congreso a cambio de su apoyo a la reducción de jornada laboral que propone la ministra de Trabajo. Junts rechazó el planteamiento, según fuentes del partido independentista. Pero es evidente que en Sumar habrán presionado a Sánchez por esta cuestión, tal vez por temor a tener que ir a elecciones anticipadas.
Junts carece de fuerza para derribar a Pedro Sánchez pero sí puede hacerle mucho daño si se pone en modo oposición. Sin embargo, tampoco se tiene muy claro si lo que conviene a Junts es sumarse a la patada hacia adelante que han dado en el PSOE o bajarse ya del barco de Sánchez.
La jugada del PSOE para ganar tiempo descoloca a Junts que duda sobre la respuesta, después de que la Mesa del Congreso aplazase su decisión sobre la moción del partido independentista para que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza. Los miembros de la Permanente de Junts han viajado a Bruselas sin saber cuál será la respuesta concreta a dar hoy en la rueda de prensa que Carles Puigdemont tiene previsto hacer desde Bélgica. El plan es discutirlo allí entre la noche de ayer y la mañana de hoy. Por lo tanto, máxima incertidumbre.