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El ex conseller de Economía Mas-Colell, llamado al Parlament por el escándalo ATLL
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La venta costó 365 millones

El ex conseller de Economía Mas-Colell, llamado al Parlament por el escándalo ATLL

La Comisión de Territori del Parlament ha votado hoy a favor de que el prestigioso economista tenga que explicar ante la Cámara catalana por qué naufragó esta privatización

Foto: El ex conseller de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell. (EFE/Toni Albir)
El ex conseller de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell. (EFE/Toni Albir)
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El ex conseller de Economía, Andreu Mas-Colell tendrá que comparecer ante el Parlament de Cataluña para dar explicaciones por el fiasco de la privatización de la empresa pública Aigües del Ter Llobregat (ATLL) a Acciona en 2012. La operación resultó tan fallida que, diez años después, la Generalitat tuvo que pagar de tapadillo 365,6 millones de euros el año pasado, tal y como desveló El Confidencial. Es decir, en lugar de cobrar, la Generalitat acabó pagando el equivalente a todo el presupuesto de la conselleria de Cultura, si bien no lo hizo a la constructora de los Entrecanales, sino a un fondo buitre, Fortress, que había comprado el pleito.

Esta mañana la Comisión de Territori del Parlament ha votado a favor de la comparecencia de este prestigioso economista, al que Artur Mas definía entonces como “el Leo Messi del Govern”.

Artur Mas, sin embargo, quien fue el president en aquel momento, se ha librado de comparecer, salvado por los votos de los miembros del PSC en la comisión parlamentaria, que han preferido dejar al margen al máximo responsable político de la operación de ATLL.

El expresident Artur Mas nunca ha justificado el desastre de una privatización que en principio tenía que salvar a la Generalitat de la crisis fiscal, pero que acabó teniendo que ser revertida en medio de un escándalo jurídico de grandes dimensiones y que se prolongó durante una década. CDC nunca pagó un precio político por ello. Hasta ahora.

Foto: Artur Mas y Andreu Mas-Colell, en el Parlament en 2015. (EFE/Alejandro García)

Salvador Illa recibió a Artur Mas en el Palau de la Generalitat el pasado 19 de septiembre, en la ronda de contactos que mantuvo el líder del PSC con los expresidentes catalanes. Artur Mas lleva meses negociando su incorporación a Junts como militante.

La petición de comparecencia la habían hecho los Comunes, que en su día ya denunciaron el escándalo de que la Generalitat estuviese obligada a pagar una cifra tan alta por problemas de gestión heredados de los convergentes, que en aquel 2014 ya habían dado su giro hacia el independentismo y la gestión pública, como prueba el caso de la ATLL, había pasado un segundo plano.

Foto: La Generalitat salva sus cuentas con la venta de Aguas del Llobregat a Acciona

Junto a Andreu Mas-Colell tendrán que comparecer ante la Comisión de Territori del Parlament el exconseller de Territori en aquella época, Lluís Recoder; y el ex secretario general de Territori y responsable directo de la ejecución concreta de la privatización, Pau Villoria; quien siguió ocupando diversos cargos públicos durante un período de más de siete años tras la fallida privatización.

Herencia convergente

El caso ATLL muestra diversos fenómenos en Cataluña. Como la herencia convergente sigue siendo pesada para Junts y le ata las manos a la hora de poder desplegar una oposición eficaz, como poco a poco las cuestiones de gestión pública van ganando protagonismo en lugar de las dinámicas del procés y como el PSC sigue esforzándose en tender puentes con ese mundo convergente –ahí están sus votos evitando que Artur Mas dé explicaciones– para mantener líneas abiertas con Junts. Y más en un momento político tan delicado en Madrid.

El ex conseller de Economía, Andreu Mas-Colell tendrá que comparecer ante el Parlament de Cataluña para dar explicaciones por el fiasco de la privatización de la empresa pública Aigües del Ter Llobregat (ATLL) a Acciona en 2012. La operación resultó tan fallida que, diez años después, la Generalitat tuvo que pagar de tapadillo 365,6 millones de euros el año pasado, tal y como desveló El Confidencial. Es decir, en lugar de cobrar, la Generalitat acabó pagando el equivalente a todo el presupuesto de la conselleria de Cultura, si bien no lo hizo a la constructora de los Entrecanales, sino a un fondo buitre, Fortress, que había comprado el pleito.

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