Sánchez elimina de Cataluña la Policía Científica, la mitad de la Judicial y reduce la de Información
La necesidad de los votos de ERC y Junts va a transformar la presencia de la Policía y la Guardia Civil en Cataluña, afectando a brigadas como la UDEF, la bestia negra del secesionismo
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Las fuerzas de seguridad españolas, tal y como las conocemos en la actualidad, tienen los días contados en Cataluña. La presión de ERC y de Junts para desmantelar las estructuras de la Policía Nacional y de la Guardia Civil está dando sus frutos y Pedro Sánchez, necesitado de los votos del independentismo, ha sucumbido a sus peticiones. Para empezar, Sánchez ha accedido a eliminar la estructura de la Policía Científica de Cataluña. Esta división da servicio en la actualidad no sólo a Cataluña, sino también a Aragón y Navarra, pero el Gobierno central la desmantelará paulatinamente para que sean los Mossos los que tomen el control de los CSI en Cataluña, otorgándoles el privilegio de realizar todos los trámites científicos de investigación.
El cambio no es sólo cualitativo: por un lado, el grupo de la Policía Científica es una unidad de élite que, además, está muy bien considerada y goza de reconocido prestigio. Con su desaparición, los independentistas se apuntan un tanto porque eliminan un rival muy difícil de batir en el terreno operativo. Pero también amortizan plazas de lo que denominan “fuerzas de ocupación”. El peso de los votos de ERC y Junts es mayor que el del prestigio institucional de los CSI catalanes.
Otra de las novedades importantes que se avecinan es la reducción a la mitad de la Brigada de Policía Judicial. No se trata sólo de hacer desaparecer un número elevado de agentes, sino que la reducción de plazas tendrá consecuencias en el orden público: son unidades especializadas en la investigación de delitos concretos, lo que se denomina popularmente como ‘policía secreta’. De ese modo, se potenciarán las unidades similares de los Mossos d’Esquadra, que tienen menos experiencia en investigación y que, en muchos casos, no disponen de los medios que tiene el Cuerpo Nacional de Policía (CNP).
Expulsar a la UDEF
Para cumplir ese requisito que exigen los independentistas, el Ministerio del Interior aprovechará que pasarán a la jubilación la casi totalidad de los comisarios en activo que dominan la estructura policial en Cataluña y trasladará a nuevos mandos a la Brigada y a la columna vertebral del Ministerio en Barcelona.
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Con esta petición, los independentistas pasan cuentas a algunas de las unidades que han realizado investigaciones molestas en Cataluña, como la UDEF, que dejó al descubierto las vergüenzas de la familia Pujol y a la que el soberanismo no ha perdonado llevar ante el juez a la familia más influyente de Cataluña. De hecho, la UDEF se convirtió en un auténtico objetivo soberanista, en el grupo policial por antonomasia a desalojar de Cataluña.
En algunos sectores socialistas se está de acuerdo con esta 'reestructuración', debido a la metedura de pata de esta brigada al investigar al Consell Esportiu de Hospitalet, una investigación que salpicó de lleno a la entonces alcaldesa y presidenta de la Diputación, Núria Marín, pero que tuvo que ser archivada al no haber delito alguno en las actuaciones. Desde algunos ámbitos socialistas se justifica el recorte de las investigaciones de la UDEF en Cataluña por ésta y otras actuaciones fallidas, ya fuese por deficiencias en las acusaciones o por las interferencias políticas de los asuntos investigados.
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En estos sectores, se justifica el recorte de efectivos señalando que la estructura está sobredimensionada, puesto que en Cataluña ya opera como Policía Judicial el Cuerpo de los Mossos d’Esquadra y no tiene sentido duplicar estructuras. Además, para el futuro próximo se prevé un aumento de la plantilla de Mossos de al menos 3.000 efectivos de aquí a 2030, con lo que se reforzarán no sólo los efectivos de Seguridad Ciudadana de la Policía Autonómica, sino las de investigación.
Extranjería, reforzada
La Brigada de Información del CNP es otra de las unidades que se verá afectada por los pactos de Pedro Sánchez, ya que los independentistas quieren reducir al mínimo su labor en Cataluña. De hecho, su interés es eliminar esta Brigada, a la que consideran su auténtica bestia negra, pero como eso va a ser imposible, se contentarán con cortarle las alas. Según fuentes consultadas por El Confidencial, el número de agentes de la unidad se verá recortado también, aunque no se prevé que centralice sus pesquisas sólo en temas del terrorismo o de organizaciones violentas.
Interior, no obstante, reforzará la unidad de Extranjería y Documentación, pese al interés de los independentistas de hacerse con las competencias en materia de inmigración. Las fuentes consultadas subrayan que como el tema de permisos de residencia y de control de la documentación está centralizada en Madrid, es preciso reforzar esta área, entre otras cosas por el gran incremento de personas extranjeras que se han aposentado en Cataluña y que necesitan regularizar su situación.
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Pero falta perfilar si los Mossos recibirán algunas de las prerrogativas en extranjería que reclama el independentismo. Legalmente, esta competencia es exclusiva del Estado, puesto que tanto la expedición de documentos de residentes como el control de las personas se hace desde el Ministerio del Interior y los Mossos no tienen registro de DNI. Cuando realizan alguna comprobación, han de acudir a la base de datos del CNP. No obstante, los independentistas exigen que sea la policía catalana y el Govern quienes puedan dar permisos de residencia o NIE a los extranjeros que lleguen a Cataluña, con la potestad de permitirles el paso a su ámbito territorial o no.
Controles fronterizos
ERC y Junts pugnan también por tener el control de puertos y aeropuertos. En el aeropuerto de El Prat, ya patrullan los Mossos d’Esquadra como garantes de la seguridad pública en el exterior, aunque el control de fronteras sigue siendo exclusivo de la Guardia Civil. En el Puerto, no será posible que los Mossos, al menos de momento, tengan competencias, puesto que es frontera Schengen.
En cuanto al mar, las competencias seguirán siendo de la Guardia Civil. El Govern que presidía Pere Aragonès, de ERC, intentó hace dos años que los Mossos pudieran copar las competencias de aguas territoriales aunque sólo fuesen entre espigones, pero la Ley Orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como el dictamen de la Comisión Nacional de la Policía Judicial de 12 de marzo de 2019, dicen muy claro que desde la orilla de la costa la competencia es de la Guardia Civil.
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Aun así, se ha permitido desde entonces que la Policía Autonómica realice viajes de patrullaje al lado de la orilla, pese a que si se produce alguna muerte en el agua sólo puede intervenir la Guardia Civil. Además, los Mossos sólo disponen de barcas pequeñas que no les sirven si el mar está picado, puesto que con olas de dos metros ya no pueden sacar las embarcaciones, muchas de ellas confiscadas a narcotraficantes y, por si fuera poco, sin las obligatorias medidas de seguridad que deben tener las naves que realicen patrullajes policiales.
Las fuerzas de seguridad españolas, tal y como las conocemos en la actualidad, tienen los días contados en Cataluña. La presión de ERC y de Junts para desmantelar las estructuras de la Policía Nacional y de la Guardia Civil está dando sus frutos y Pedro Sánchez, necesitado de los votos del independentismo, ha sucumbido a sus peticiones. Para empezar, Sánchez ha accedido a eliminar la estructura de la Policía Científica de Cataluña. Esta división da servicio en la actualidad no sólo a Cataluña, sino también a Aragón y Navarra, pero el Gobierno central la desmantelará paulatinamente para que sean los Mossos los que tomen el control de los CSI en Cataluña, otorgándoles el privilegio de realizar todos los trámites científicos de investigación.