El independentismo rescata la creación de un Ejército catalán como nuevo relato épico
Una encuesta de GESOP para la Sociedad de Estudios Militares dice que el 49,4% de los catalanes está a favor de unas FFDD y la ANC patrocina charlas sobre el tema
El independentismo cambia su épica y se adentra cada vez más en terrenos en los que hasta ahora había sido reacio a entrar por las polémicas que podían generar. Una de las cuestiones más delicadas y en las que una gran parte del soberanismo se había mostrado reticente es la formación de un ejército catalán. Hasta no hace mucho, era un tema tabú, del que en las organizaciones soberanistas ni se hablaba y que siempre se rehuía.
Pero ahora vuelve a estar sobre la mesa y algunas entidades comienzan a revitalizarlo. En las plataformas cívicas y políticas comienzan a articular un nuevo relato sobre el independentismo, sobre su épica y sobre los instrumentos que tiene a mano para separarse de España.
Prueba de ello es la encuesta encargada por la Societat d’Estudis Militars (SEM) a la empresa GESOP para calibrar la opinión pública. Del sondeo se desprende que el 49,4% de los catalanes son partidarios de unas Fuerzas de Defensa catalanas en caso de alcanzar la independencia. Los contrarios son el 40,01%. Los más favorables a un ejército catalán son los jóvenes de entre 16 y 29 años, cuyo porcentaje de aquiescencia llega al 66,4%. La encuesta fue realizada entre el 7 y el 15 de octubre con 1.612 entrevistas a ciudadanos mayores de 16 años.
El estudio desvela también que, en cuanto a filiación política, el segmento que se declara únicamente español es totalmente contrario a un ejército de Cataluña y el electorado de Junts per Catalunya, ERC y Aliança Catalana aprueba esa medida con resultados del 60,7, el 55,5 y el 86,8% respectivamente. La CUP, en cambio, rechaza un ejército, ya que sólo está a favor el 25,1%, curiosamente, mucho menos que los votantes del PP, que aprueban unas fuerzas armadas catalanas en un 33,4%.
Promoción de la ANC
La SEM es la antigua agrupación de Defensa de la Asamblea Nacional Catalana, desgajada de la entidad cívica para no dañar su imagen y aparecer como militarista. Este verano, realizó sus tradicionales campamentos con pruebas teóricas y prácticas paramilitares. El pasado domingo 27 de octubre también realizó una ‘staff ride’, consistente en desplazarse a Balaguer para recrear sobre el terreno la batalla del Pont de Balaguer durante la guerra civil española. Los participantes en los campamentos de verano tuvieron gratis esta clase extra de tácticas militares.
El pasado 5 de octubre, la SEM también organizó la segunda Conferencia de Política Internacional y Defensa de Cataluña en el Real Círculo Artístico de Barcelona, a la que invitó como conferenciantes a Víctor Endhoven, profesor de la Royal Netherlands Naval College, a Tim Huxley, director ejecutivo para Asia de IISS, y a Pol Junyent, profesor del Archivo de la Corona de Aragón y miembro del grupo de investigación ‘La Corona catalanoaragonesa, el Islam y el mundo mediterráneo’. Esta conferencia estaba organizada conjuntamente con el Catalonia Global Institute, una especie de think tank ubicado en Suiza y creado hace un par de años por activistas de la ANC.
La entidad que preside Lluís Llach también se ha tomado en serio el asunto. El pasado mes de septiembre, acogió en su sede de Manresa una conferencia de Daniel Soler, uno de los fundadores de la SEM, que llevaba el sugestivo título de ‘La política de defensa en una Cataluña independiente’.
El presidente de la SEM, Pol Molas, también ha promocionado a través de la entidad su libro Nou estol. Restablint el poder naval català (Nueva escuadra. Restableciendo el poder naval catalán). En él, sostiene la teoría de que "Cataluña necesita unas fuerzas navales para defender nuestras fronteras". En la presentación del libro, el pasado mes de abril, afirmó que "los mejores capítulos de nuestra historia fueron aquellos en que hemos tenido una vinculación decidida y persistente con el mar, lo que permitió dotar a la nación catalana de un poder por encima del que nos correspondía por el peso demográfico".
Proliferan los actos
De la importancia que va tomando el asunto da fe la multiplicación de actos sobre el tema que se realizan en Cataluña. La sectorial de defensa de la propia ANC (luego desgajada para formar el SEM) elaboró en 2014 un informe sobre cómo se ha de constituir un ejército en un futuro Estado catalán. El informe es de tal calibre que el propio Centre Delàs d’Estudis per la Pau lo calificó de "acumulación de despropósitos", ya que no había una evaluación estratégica de por qué necesita Cataluña un ejército ni hablaba de número de efectivos (salvo la división naval, que tendría 2.000 efectivos) ni de costes o armamento, instalaciones o equipo dispondría. Se trataba solo de dejar constancia del interés del independentismo por disponer de unas fuerzas armadas. Algunas aproximaciones posteriores (por ejemplo, la última, calculada en 2023) cifraban los efectivos en 25.000 soldados.
El independentismo cambia su épica y se adentra cada vez más en terrenos en los que hasta ahora había sido reacio a entrar por las polémicas que podían generar. Una de las cuestiones más delicadas y en las que una gran parte del soberanismo se había mostrado reticente es la formación de un ejército catalán. Hasta no hace mucho, era un tema tabú, del que en las organizaciones soberanistas ni se hablaba y que siempre se rehuía.
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