Trapero hace limpia en los Mossos: fulmina a los jefes de confianza de ERC y monta su equipo
La primera tanda de altos cargos removidos de sus asientos dinamita la influencia que pudiera tener en el Cuerpo su anterior jefe, Eduard Sallent, cercano a ERC
El organigrama de los Mossos d’Esquadra se mueve. Dos meses después de ser nombrado director general de la Policía, el major Josep Lluís Trapero ha comenzado a desmantelar el equipo y el organigrama que se había hecho a su medida su antecesor, el comisario Eduard Sallent, cercano a ERC. Trapero llegó con la consigna de no hacer sangre, pero otra cosa es formar un equipo de su confianza. Y eso es lo que, paso a paso, está haciendo, tratando de levantar la menor polvareda posible. Pero sus hombres de confianza ya han comenzado a controlar la estructura del Cuerpo.
El primero en ser movido es Josep Maria Estela, que había sido director de los Mossos tras la destitución precisamente de Trapero. Sallent lo fulminó y lo envió como jefe de la región del oeste, en Lleida. Era una especie de castigo para tenerlo lo más lejos posible, al estar considerado un hombre cercano a Trapero. El nuevo director general (nombrado ahora por los socialistas) lo recupera y se lo lleva a su estado mayor, en el que formará parte de un tridente integrado por él mismo, por la comisaria Alicia Moriana y por el jefe de los Mossos, el comisario Miquel Esquius, que fue el primero en ser restituido tras el nombramiento de Trapero.
El cargo de Estela en Lleida será ocupado por Josep Codina, desalojado de la Prefectura (la central de los Mossos), donde era responsable de la Comisaría General de Relaciones Institucionales, Protocolo y Mediación.
Ese alto cargo será ocupado por Toni Vergel, que con Sallent había sido relegado a la Comisaría de Hospitalet como jefe, cargo que a partir de ahora será asumido por la intendente Sònia Rius. El intendente Amadeu Domingo ha pasado de segundo en la región policial Metropolitana Sur (donde ahora el jefe es el anterior director de los Mossos, Eduard Sallent) a la Prefectura: será el nuevo jefe de la Comisaría Superior Técnica.
Vuelve un mando purgado
Otro de los castigados cuando ERC asumió el poder, Toni Rodríguez (a quien se retiró de la Comisaría de Investigación debido a que era incómodo para el poder por los asuntos que investigaba), ha sido recuperado para el nuevo organigrama y estará cerca del tridente del Cuerpo. Su cese levantó un cierto revuelo político y desde algunos círculos políticos se acusó a ERC de aplicar una purga política para evitar que siguiera con determinadas investigaciones.
Entre otras cosas, Rodríguez fue quien dirigió la investigación que acabó fulminando a la expresidenta del Parlament y de JxCat, Laura Borràs, por corrupción, el que investigó el escándalo del 3% que llenaba ilegalmente las arcas de Convergència o el que dirigió la investigación sobre la escolta ilegal de Carles Puigdemont que acabó con la condena del sargento Lluís Escolà y del exconseller Miquel Buch (luego amnistiados con la ley aprobada este año). La purga política a la que fue sometido el mando policial se ve ahora compensada con su retorno a la Prefectura.
Pero la cosa no se queda ahí. Según ha podido conocer El Confidencial, el comisario Carles Anfruns, que gozaba de la confianza de Sallent, ya ha recibido la notificación de que irá destinado a Manresa, en pleno Pirineo. Hasta ahora era el jefe de la Comisaría General de Movilidad. Su sustituta será la comisaria Mònica Luis, que llevaba la Comisaría General Técnica.
Algunas fuentes señalan también que el nuevo director general de la Policía ha tenido fuertes enfrentamientos con la subdirectora general de Recursos humanos, Esperança Cartiel, que es la única que queda del equipo del anterior director general Pere Ferrer, mantenido por ERC Los rumores apuntan a que el cambio en la subdirección puede ser cuestión de días.
Trapero no perdona
La máxima cúpula policial, pues, ya está preparada para afrontar la legislatura con unos altos mandos de probada lealtad a Trapero. La estructura leal a Sallent (y, por extensión, a ERC) queda relegada a la mínima expresión, aunque las fuentes consultadas por El Confidencial apuntan a que los cambios no han acabado, puesto que "habrá más ceses y nombramientos en las próximas semanas".
En algunos sectores de los Mossos ha habido sorpresa y enfado por los cambios, pero desde otros se apunta a que "es lógico que cuando cambian los políticos se cambien también los jefes y los mandos en el Cuerpo. No hay nada nuevo bajo el sol. Lo que teníamos claro es que con la llegada de Trapero, tarde o temprano se iban a producir cambios. Y que es seguro que nadie del bando de Sallent va a quedar en algún puesto relevante. Después de todo lo que le hicieron pasar, Trapero no perdona".
El organigrama de los Mossos d’Esquadra se mueve. Dos meses después de ser nombrado director general de la Policía, el major Josep Lluís Trapero ha comenzado a desmantelar el equipo y el organigrama que se había hecho a su medida su antecesor, el comisario Eduard Sallent, cercano a ERC. Trapero llegó con la consigna de no hacer sangre, pero otra cosa es formar un equipo de su confianza. Y eso es lo que, paso a paso, está haciendo, tratando de levantar la menor polvareda posible. Pero sus hombres de confianza ya han comenzado a controlar la estructura del Cuerpo.
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