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Carles Puigdemont refunda Junts con el reto de evitar que parezca la vieja Convergencia
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Juega la carta de las caras nuevas

Carles Puigdemont refunda Junts con el reto de evitar que parezca la vieja Convergencia

En tres días, el contexto y los movimientos políticos de Junts suenan a una vieja canción. La música parece independentista, pero la letra es inconfundiblemente la de la coda pujolista

Foto: El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont, en un acto de JxCAT. (EFE/Pablo Garrigós)
El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont, en un acto de JxCAT. (EFE/Pablo Garrigós)

El principal reto que afronta Carles Puigdemont de cara al Congreso de Junts este fin de semana en Calella es que, en la foto final, el partido no parezca Convergència. Para el resto no hay misterio. Carles Puigdemont opta a la presidencia sin oposición, se aparta a Laura Borràs a una fundación y se fijará una ejecutiva de una treintena de altos cargos que le sean absolutamente fieles. El problema para Puigdemont es ¿cómo evitar que el nuevo invento parezca la misma Convergencia que lideraba Jordi Pujol, cuando fue escogido “Español del año” por el diario ABC?

El contexto no ayuda, más allá de la retórica independentista. Esta semana, Demòcrates, un partido democratacristiano escindido de Unió por ser independentista, se diluye en Junts. Antoni Castellà, su presidente, será ahora vicepresidente de Junts. Suena bastante a la Convergencia i Unió de los años noventa.

Hay más. Artur Mas se va a TVE y anuncia que él y Jordi Pujol están preparando “escoger bien el momento” para afiliarse a Junts. “Una cosa son ganas y otra la prisa”, apunta Mas. En el entorno del expresident Jordi Pujol aseguran que Pujol, con 94 años, no se afiliará. Pero todo el entorno está generando un clima en este sentido. Y Junts con Pujol y Mas suena mucho, mucho, mucho a la antigua Convergència.

Luego está la actividad en Madrid de los siete diputados de JxCAT, la principal palanca política que le queda a un Puigdemont que ha ido perdiendo poder efectivo en Cataluña a medida que el PSC y Salvador Illa ocupaban todo el espacio institucional. Junts ha investido a Pedro Sánchez, presidente de Gobierno. Como hizo en su día CDC con Felipe González y con José María Aznar. Y están negociando el techo de gasto para las CCAA cara los Presupuestos Generales del Estado. La misma alternativa que hubiesen tomado los convergentes de toda la vida.

Foto: Carles Puigdemont y Toni Comín, en un acto de campaña. (EFE/David Borrat)

El principal aliado en el mundo institucional catalán de Junts es la patronal Fomento del Trabajo, que preside Josep Sánchez Llibre, quien durante años fue la cara, y la larga mano, de CiU en el Congreso. Con Fomento ya se ha acordado que Junts dará apoyo al proyecto del PSC de ampliar el aeropuerto de El Prat. Igual que se hubiese comportado Convergencia hace veinte años.

Y luego queda la alianza con el Ibex 35. Con el mismo Ibex 35 que Junts ha demonizado siempre desde que cientos de grandes empresas catalanas se llevaron sus sedes después del 1 de octubre de 2017. Ahora se da prioridad a sus intereses y se rechazará el impuestazo energético. Junts, como aliado de las grandes empresas españolas. El mismo rol de fiel escudero que había jugado Convergència desde siempre en la época del pujolismo.

Jugar a lo de siempre

Todo esto ha pasado en tres días. Así que la orquesta de Junts vuelve a tocar la misma música, pero hay que decir a los votantes que no es vals sino rock&roll. Como mínimo hasta que llegue la amnistía para Puigdemont, lo que todavía puede tardar un año.

Para que el juego de manos cuele lo importante es el cambio de caras. El más importante, el de Mònica Sales en el Parlament, donde esta diputada va a ganar más protagonismo, como contó este medio. Mònica Sales en este momento es la portavoz de Junts en el Parlament y su rol ha de ser convertirse en la Míriam Nogueras de la Cámara catalana: una correa de transmisión directa con Puigdemont. Mònica Sales también será nombrada en el Congreso de este fin de semana nueva vicepresidenta de Junts.

Nogueras también será ascendida a vicepresidenta de Junts. Junto con Antoni Castellà es uno de los poderes ascendentes en este Congreso de Calella. Nogueras y Sales llevarán la transición hasta que la amnistía de Puigdemont sea efectiva. Después el ya presidente de Junts podrá cambiar de opinión o no, como ya es tradicional en él.

El principal reto que afronta Carles Puigdemont de cara al Congreso de Junts este fin de semana en Calella es que, en la foto final, el partido no parezca Convergència. Para el resto no hay misterio. Carles Puigdemont opta a la presidencia sin oposición, se aparta a Laura Borràs a una fundación y se fijará una ejecutiva de una treintena de altos cargos que le sean absolutamente fieles. El problema para Puigdemont es ¿cómo evitar que el nuevo invento parezca la misma Convergencia que lideraba Jordi Pujol, cuando fue escogido “Español del año” por el diario ABC?

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