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Junts se inclina por negociar con el PSOE el techo de gasto sin apoyar los Presupuestos
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Junts se inclina por negociar con el PSOE el techo de gasto sin apoyar los Presupuestos

Los de Puigdemont han entrado en una dinámica atípica en el Congreso: pactar el límite de gasto para las comunidades pero dejar al margen las cuentas del próximo año

Foto: Míriam Nogueras, en el Congreso de los Diputados. (EFE)
Míriam Nogueras, en el Congreso de los Diputados. (EFE)
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Carles Puigdemont aboga por que los siete diputados de Junts en el Congreso de los Diputados negocien con el PSOE el techo de gasto, pero sin apoyar luego los Presupuestos Generales del Estado. Es justo el modo contrario con el que los socialistas están afrontando estas conversaciones: tratar el límite de gasto de las comunidades autónomas para usarlo luego como efecto de tracción y arrastrar a los independentistas para respaldar las cuentas públicas de 2025, garantizando a Pedro Sánchez una legislatura larga, los 1000 días de los que hablaba el presidente esta semana en el Congreso.

Para el PSOE, no obstante, no tiene sentido la posición de Junts. Si se negocia el techo de gasto es para dar luz verde a las cuentas. Es la política clásica. En los Presupuestos es en donde los partidos logran la parte del león de lo que consiguen para sus respectivos electorados.

Junts cambia la óptica, según explican fuentes de esta formación. El objetivo es elevar el techo de gasto para todas las comunidades. Actualmente, es del 0,1% del déficit que autoriza la UE. Ahora se pide que sea del 0,8%, lo que implicaría que las autonomías y los ayuntamientos, también la Generalitat de Cataluña, tendrían más margen para gastar, a cambio de reducir el déficit que puede contabilizarse a cargo del Gobierno central.

Foto: El vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Elías Bendodo (Matias Chiofalo / Europa Press)

Así lo justificaba el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, en el debate de política general. "Tenemos una buena oportunidad con la modificación del techo de gasto que plantea el Gobierno de Pedro Sánchez. En Junts reclamamos solos, en solitario, que Cataluña tenga más recursos y, por tanto, más capacidad de gasto. No es justo que, si el objetivo del déficit asignado por el Estado es del 2,7%, el Gobierno español se quede el 2,5 y deje al resto un escaso 0,2 %. Esto no es justo cuando las comunidades autónomas y los ayuntamientos, principalmente, cargan sobre sus hombros las inversiones en salud, en educación, en vivienda, para asumir también otros aspectos como el impacto migratorio", declaró.

"Fíjese que Junts, con esta exigencia, no ganamos nada como partido. Ya sabemos que no es habitual en política actuar de esta forma. No gobernamos la Generalitat de Cataluña; no gobernemos, por ejemplo, en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​a pesar de haber ganado las elecciones, por ejemplo. Por tanto, estos recursos irían directamente a sus manos, presidente, y de la consellera de Economía o de sus alcaldes, que gobiernan como ustedes", añadió Batet.

Cataluña, lo primero

En términos de política clásica, la estrategia puede parecer descabellada. Pero Junts está reposicionándose ideológica y estratégicamente. Esta línea de actuación entronca con una idea de fondo: primero, Cataluña. El independentismo no tiene interés en reformar España ni en apuntalar al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Primero, Cataluña. El mensaje a su electorado es muy claro.

Luego está la estrategia obligada por el contexto. JxCAT no va a derribar al Gobierno de Pedro Sánchez. Cuando Laura Borràs especuló con esa idea, Puigdemont la hizo rectificar de inmediato. La prioridad es garantizar la amnistía para el expresident de la Generalitat huido y para el resto de condenados, lo que incluye al secretario general del partido, Jordi Turull, y a buena parte de la cúpula.

Junts prioriza Cataluña en cualquier debate, al mismo tiempo que renuncia a reformar España

El objetivo es que Pedro Sánchez esté débil, pero que siga en la Moncloa. Como mínimo hasta que Puigdemont pueda volver a España y con la garantía de que no será detenido. Igual que planteaban hace un mes. Eso no ha cambiado.

Cambio de percepción

Por otro lado, en Junts priman el cambio de percepción que comunicarían con este gesto hacia su electorado. En este momento en Cataluña se percibe debilidad del independentismo y fuerza del PSOE. El partido de Carles Puigdemont apoyó la investidura de Pedro Sánchez y el presidente del Gobierno se lo devolvió colocando a Salvador Illa en la Generalitat. Muchos votantes de Junts se sienten estafados.

Con este golpe de mano, de conseguirse, Junts le daría la vuelta a la tortilla: lograr más capacidad de gasto para la Generalitat, pero luego deja tirado a Sánchez sin Presupuestos. Además, el PSOE y el jefe del Ejecutivo están atrapados. Si no consigue el acuerdo sobre el techo de gasto, tampoco tiene posibilidades de aprobar los Presupuestos Generales del Estado.

Carles Puigdemont aboga por que los siete diputados de Junts en el Congreso de los Diputados negocien con el PSOE el techo de gasto, pero sin apoyar luego los Presupuestos Generales del Estado. Es justo el modo contrario con el que los socialistas están afrontando estas conversaciones: tratar el límite de gasto de las comunidades autónomas para usarlo luego como efecto de tracción y arrastrar a los independentistas para respaldar las cuentas públicas de 2025, garantizando a Pedro Sánchez una legislatura larga, los 1000 días de los que hablaba el presidente esta semana en el Congreso.

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