El restaurante más original de Barcelona que está dentro de un submarino: inspirado en el mítico Nautilus de Julio Verne

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Cosmopolita, modernista y acogedora. Barcelona es una ciudad que guarda más de un as bajo la manga, dejando al descubierto un vibrante mosaico donde el ocio se da la mano con su gran riqueza arquitectónica (joyas escondidas en el barrio gótico y edificios de Gaudí con los que nunca antes te habías cruzado). La Ciudad Condal es algo más que la Sagrada Familia, también es un viaje a la infancia gracias a un restaurante que invita a sus comensales a sumergirse en el mítico Nautilus.

Verne (así se llama este sorprendente templo gastronómico convertido en un submarino) es un homenaje a 20.000 leguas de viaje submarino, el clásico de Julio Verne, bautizado como el gran capitán Nemo de la literatura universal. Situado en la calle Aribau, en L'Eixample, cerca del centro de Barcelona, este restaurante temático garantiza una experiencia única con platos inspirados en el mar y cócteles servidos en copas con tentáculos de cristal y bebidas de autor con un toque de fantasía.

Al cruzar el umbral de la puerta, los asistentes se encontrarán con un enorme kraken colgante que es guía vigilante desde el techo del establecimiento. Solo falta un pequeño vaivén para sentir cómo el salitre moja los pies a bordo de este peculiar sumergible que tiene medusas por lámparas, y bancos de peces coronando una pared rocosa cubierta con luces de neón. El artista @katoart fue el encargado de decorar con su arte una de las zonas del local.

Un restaurante bajo el mar

Verne se convierte en una parada obligatoria para los que se escapan a la capital europea del arte, y también para los que quieren hacer un plan diferente en otoño. La cocina de este se basa en la dieta mediterránea, pero con ciertas licencias creativas que conquistan a públicos de diferentes gustos y edades.

La carta del restaurante incluye platos innovadores como los conocidos como bocadillos en pan brioche, rellenos de langostinos, sobrasada o pulled pork, y siempre acompañados de patatas. También se elaboran tapas "de novela fantástica" como las croquetas de chuletón (2,5 euros por unidad), veganas o de chipirones, tacos de bacalao crujiente con pico de gallo y guacamole (13 euros) y conos rellenos de delicias marinas con un precio de entre 8 y 11 euros.

Entre otros de sus platos más apreciados están las Bravas Vernianas con alioli de curry y sobrasada caliente, las albóndigas con sepia o el Idiazábal (queso) crujiente con mermelada de tomate. Cuando cae la noche, el local se convierte en una coctelería temática que abre sus puertas a las tres de la mañana durante los fines de semana.

Los camareros desfilan con bebidas espumosas y coloridas, como la fantasía elaborada con maracuyá, ratafía, ron, palomitas, leche de coco y limón, mientras la música domina todo el ambiente.

La experiencia de Verne se completa con otras actividades de ocio como bailes de salón (el broche de oro perfecto), obras de improvisación o un cine para niños, donde pueden comer palomitas mientras disfrutan de sus películas favoritas. Así, los padres tienen vía libre para alagar la sobremesa.

Este restaurante forma parte de la cadena de restauración temática BN Grup, entre los que también destacan el Trafalgar Pizza Club, un lugar que fusiona las pizzas napolitanas con cócteles de autor o Alquimia Barcelona, un local que se hizo viral al ofrecer cenas esotéricas con una lectura de carta astral.