Operación anti-Junqueras: presión en ERC para que se retire como Rovira o Aragonès
La consigna interna es intentar que el dirigente arroje la toalla, como hicieron sus potenciales rivales, antes del congreso republicano
La situación interna de ERC está tensando las costuras del veterano partido independentista. Amplios sectores de ERC se están movilizando para atar en corto a Oriol Junqueras, hasta hace poco presidente del partido, que quiere volver a revalidar su cargo en el congreso del próximo 30 de noviembre. “Ha comenzado el pressing a Junqueras para que dé un paso al lado porque le tienen miedo. Saben que es un líder sólido y que tiene todas las opciones para ganar el congreso”, dice una fuente cercana al histórico dirigente republicano. Pero también temen que, si gana, gran parte de los altos cargos de ERC serán pasados a cuchillo, políticamente hablando.
Esquerra tiene previsto su congreso para elegir nueva cúpula y nueva estrategia, con las que afrontar los próximos años. De momento, hay cuatro candidaturas que pretenden controlar el partido: la primera, cuyo cabeza de lista es Junqueras, se presenta bajo el lema Militància Decidim. Nova Esquerra Nacional (NEN), que lidera Xavier Godàs, es la lista llamada rovirista, apoyada por Marta Rovira, secretaria general. El exdiputado y exconseller Alfred Bosch impulsa otra candidatura llamada Foc Nou, que presentará como presidenciable a Helena Solà, mientras que la corriente del Collectiu Primer d'Octubre, liderada por Xavier Martínez, presenta una cuarta candidatura.
Pero diversos episodios que salieron a la luz por la guerra fratricida que se libra dentro de ERC han enturbiado el escenario y lo que podía ser un cónclave en el que estudiar los pactos realizados o a realizar se presenta como una cruenta batalla interna en la que la sangre sí puede llegar al río. En las filas roviristas acusan a Junqueras de querer convertir el congreso de noviembre "en un plebiscito sobre su persona. No ha marcado ni estrategia ni líneas ideológicas. Solo quiere llegar hasta el final para que se diga Junqueras sí o Junqueras no. Él considera que ha de ser el próximo presidente del partido y, por descontado, su próximo candidato", según explica un dirigente republicano a El Confidencial.
El tándem entre Junqueras y Rovira, que tan bien funcionó desde 2011, ha saltado por los aires. Las espadas están en alto y los dos máximos dirigentes de ERC están enfrentados política y personalmente. La guerra, en estos momentos, es a muerte. Junqueras se ha dedicado desde hace meses a reunirse con las asambleas territoriales de ERC para garantizarse su apoyo en el congreso y en estos momentos es el favorito para ganar el congreso, pero las cosas pueden cambiar.
La irrupción de Vendrell
Varios son los motivos de la delicada situación republicana: el descubrimiento de una trama B dentro de ERC dedicada a la guerra sucia contra los rivales ha creado una brecha insalvable en el partido. Esa trama, que era del conocimiento del exportavoz parlamentario, Sergi Sabrià, hombre de confianza de Marta Rovira, se encargaba de realizar auténticas campañas de desinformación y de erosión de imagen tanto de Junts como del PSC, sus más directos rivales. Incluso se había dedicado a acosar mediáticamente a las últimas dos presidentas de la ANC, Elisenda Paluzie y Dolors Feliu, según ellas mismas denunciaron.
También fue la trama que encargó y distribuyó carteles vinculando al candidato de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, con el alzhéimer, en un intento de erosionar su figura, habida cuenta de que era un hombre proveniente del PSC y, por tanto, no estaba considerado un pata negra de ERC. Maragall acabó rompiendo el carnet de Esquerra hace un par de meses.
En los últimos días, se produjo la irrupción del exconseller y exsecretario de Organización Xavier Vendrell, uno de los implicados en la Operación Voloh, que está siendo investigado por intentar dar un pelotazo urbanístico cerca de Barcelona. Vendrell, que tiene mucho predicamento entre las bases, ha acusado a Junqueras de mentir y de ocultarse en Montserrat el 1-O, lo que ha enturbiado aún más el ambiente.
Lo cierto es que Vendrell fue implacable en la radio. Acusó al presidente del partido de mentir, de engañar a todos. "Oriol Junqueras mintió. Mucha gente lo considera así. Lo que hizo Vendrell fue expresar una situación injusta, en la que le echan la culpa a Marta Rovira de todos los males del partido. Se limitó a decir lo que piensan muchos dentro del partido. A él le preguntan y responde, nada más", dice un alto dirigente republicano a El Confidencial.
Pero hay otra trinchera abierta contra Oriol Junqueras: pidió al nuevo presidente electo, el socialista Salvador Illa, que mantuviese en el Govern a cargos cercanos a él, entre otros a Lluís Salvadó, presidente del Puerto de Barcelona, o al director general de Tráfico, Ramon Lamiel. Vendrell pidió directamente que el partido le abra expediente a Junqueras por esa maniobra. “La petición de Junqueras ha sentado muy mal en el partido. La militancia de base no lo comprende”, explica otra fuente interna del partido republicano.
El aparato está roto
Ante este panorama, el aparato del partido está roto en estos momentos, dividido entre los partidarios del hasta ahora presidente y los de la hora secretaria general. La intención es que Oriol Junqueras siga la senda de Marta Rovira y abandone la primera línea política. En las filas roviristas acusan a Junqueras de querer convertir el congreso de noviembre "en un plebiscito sobre su persona. No ha marcado ni estrategia ni líneas ideológicas. Solo quiere llegar hasta el final para que se diga Junqueras sí o Junqueras no. Él considera que ha de ser el próximo presidente del partido y, por descontado, su próximo candidato", según explica otro dirigente a El Confidencial.
Y tienen clara una cosa: "Junqueras no puede desentenderse de lo que ha pasado en el partido los últimos años. Es tan culpable como Marta Rovira. Y si Marta Rovira ha de marchar, Junqueras también ha de marchar. No puede seguir en la cúpula de Esquerra". "Cualquier cosa negativa recibirá un palo de la militancia, pero ya veremos qué pasa. Lo que hay que tener claro es que de las cuestiones internas estaba al tanto toda la cúpula. Nadie se puede desentender de lo que pasaba. Y mucho menos Junqueras. Por otro lado, la petición a Salvador Illa es un tanto negativo, pero que tiene más fácil justificación, por lo que Junqueras no se verá tan afectado", subrayan las fuentes.
La situación interna de ERC está tensando las costuras del veterano partido independentista. Amplios sectores de ERC se están movilizando para atar en corto a Oriol Junqueras, hasta hace poco presidente del partido, que quiere volver a revalidar su cargo en el congreso del próximo 30 de noviembre. “Ha comenzado el pressing a Junqueras para que dé un paso al lado porque le tienen miedo. Saben que es un líder sólido y que tiene todas las opciones para ganar el congreso”, dice una fuente cercana al histórico dirigente republicano. Pero también temen que, si gana, gran parte de los altos cargos de ERC serán pasados a cuchillo, políticamente hablando.
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