Desencuentro en Suiza: Carles Puigdemont y el Partido Socialista siguen sin alcanzar un acuerdo
La legislatura sigue pendiendo de un hilo porque al bloque de la investidura le falta una pieza y esa pieza es Junts, que tras la reunión en Suiza sigue sin querer apoyar a Pedro Sánchez
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La reunión en Suiza del secretario de organización del PSOE Santos Cerdán con Carles Puigdemont acabó sin ningún acuerdo que otorgue estabilidad a la legislatura y en un clima de profunda desconfianza entre las partes, según apuntan fuentes de la formación independentista conocedora del encuentro, que se limitó al viernes. De hecho, fue tan mal que ni siquiera se han vuelto a ver este sábado, aunque todos se encontraban en el país helvético.
Desde el PSOE se comunicó a Junts que en caso de que siguiesen forzando la inestabilidad corrían el riesgo de acabar forzando unas elecciones anticipadas, lo que podría dar al traste con los largos trámites a los que han de someterse los beneficiarios de la amnistía, más de un año en el caso de Puigdemont. Además, en un entorno de adelanto electoral, el Tribunal Constitucional podría no tener los mismos alicientes para dar un capotazo a favor del independentismo.
Pero ni en ese contexto Puigdemont y los suyos cedieron un ápice en sus posiciones, tal vez conscientes de que mientras las encuestas sigan siendo tan cicateras con Sumar el riesgo de avanzar comicios es muy alto para Pedro Sánchez.
En el encuentro se planteó por parte de Santos Cerdán la necesidad de aprobar el techo de gasto para poder tramitar los Presupuestos Generales del Estado, pero Carles Puigdemont ya ha reiterado que volverá a tumbar esta medida, con lo que las cuentas no podrán ni iniciar su paso por el Congreso.
Fuentes de Junts acusaron al PSOE de filtrar el encuentro, en la que también participaron el secretario general del partido, Jordi Turull; y la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras.
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Las mismas fuentes de Junts aseguran que en este momento el único vínculo que une al partido de los de Puigdemont con la coalición que gobierna en la Moncloa es la implementación de la Ley de Amnistía. Y que no se sienten comprometidos con el grueso de las medidas que se quieren implementar, en especial, las que surgen del entorno de Sumar.
En la red social X, Puigdemont ha manifestado que la posición de su partido en el Congreso "no va de bloques ideológicos". Tras haber tumbado la tramitación de la ley que iba a limitar los alquileres de temporada, las críticas sobre Junts han arreciado en Cataluña. En especial en sectores del independentismo que consideran que ya no son una formación de derechas.
Hasta la ANC protestó contra la posición de Junts en el Congreso, porque hace solo dos semanas, en la Diada convocaron a los manifestantes en Barcelona, asegurando que el movimiento estaba comprometido con los problemas de la vivienda.
Miedo al encasillamiento
Todo el post de Puigdemont intenta luchar contra que los encasillen en el mismo voto en contra del Gobierno que ejercen PP y Vox. Como ironizó Gabriel Rufián esta semana en el Congreso: "¿Junts es de fiar?".
ERC, por el contrario, aunque está sumida en una grave crisis interna, ha establecido un acuerdo estable con el PSOE. "Nuestro objetivo es defender Cataluña y los intereses de los catalanes, y quien nos ayude tendrá nuestro apoyo, sea para gobernar, sea para hacer oposición; quien haga lo contrario o quien nos engañe (o maree la perdiz), que no cuente", ha mantenido hoy Puigdemont, tras el encuentro con Santos Cerdán.
El mensaje al PSOE resulta claro. La acusación de "marear la perdiz" se refiere a la investidura de Salvador Illa, al que Junts no quería en la presidencia de la Generalitat. Y hay también un aviso a los votantes de Junts, de que podría haber acuerdo con formaciones como el PP si estos impulsan acciones que favorecen a Cataluña. Por tanto, una distancia del PSOE abismal en este momento.
La reunión en Suiza del secretario de organización del PSOE Santos Cerdán con Carles Puigdemont acabó sin ningún acuerdo que otorgue estabilidad a la legislatura y en un clima de profunda desconfianza entre las partes, según apuntan fuentes de la formación independentista conocedora del encuentro, que se limitó al viernes. De hecho, fue tan mal que ni siquiera se han vuelto a ver este sábado, aunque todos se encontraban en el país helvético.