David Madí y la traición: agrio debate de los estrategas de Junts por ganarse a Puigdemont
Quien fue el principal asesor político de Artur Mas se ha enzarzado con el historiador y diputado en el Parlament, Agustí Colomines, en una polémica por definir el futuro del partido
Como los apocalípticos e integrados de Umberto Eco, pero con un poso de amargura. El debate sobre el futuro de Junts ha estallado entre quien se arroga en su último libro “Merecer la victoria” el papel de destacado estratega del procés, David Madí, y el historiador y diputado Agustí Colomines, a quien Carles Puigdemont ha encargado la redacción de la ponencia estratégica de JxCAT para el próximo congreso del partido previsto para este octubre. Ambos compiten en nivel de influencia y cercanía a Waterloo. “La nostalgia es la salsa en la que se cuecen todas las minorías… y las traiciones”, le echó en cara Colomines a Madí el domingo desde la red social X.
Todo empezó con la enésima entrevista promocional de David Madí sobre su libro al medio Agenda Pública, en el que afirmaba: “Puigdemont está tomando conciencia y muchos estamos intentando convencerle de que estamos en otro escenario. El mandato del 1 de octubre ya es cosa de los libros de historia y tenemos que resituar un partido y una estrategia del soberanismo habiendo aprendido de todo lo que ha pasado. Y no lo haremos de un día para otro, pero él sabe que su cuenta atrás ha empezado”.
Madí estaba pidiendo así un giro pragmático a Junts, una retirada paulatina de Puigdemont emulando “el paso al lado” de Artur Mas y busca sacar a la formación de la marginalidad en la que ha colocado al partido la fuga del Puigdemont el pasado mes de agosto.
Agustí Colomines, quien ha dejado la universidad para redefinir ideológicamente a Junts, asegura en su post: “¿Es que Madí no ha entendido lo que pasó el 8 de agosto? La política es para gente adulta y no para un grupo de farsantes que quieren salvar la piel a costa de enterrar a Puigdemont y al independentismo representado por JxCAT”. Colomines se muestra inmisericorde con David Madí y su figura, cuando afirma que “Madí huele a naftalina y si lo que busca es un líder político de la derecha, que mire hacia otro lado”.
La respuesta de Madí ha sido semipública. Lo ha hecho a través de grupos de wasap de Junts de los que forman parte ambos y a los que ha accedido El Confidencial. En ellos, David Madí se considera insultado, pero asegura al historiador que no se lo recriminará: “En cuanto a tus insultos, no pienses que me impresionan mucho. Sé de tu dogmatismo forjado en la escuela del comunismo más rancio y también sé que saltarse la pauta tiene a veces estas cosas. Cuando coincidamos no sufras que sabes que no te lo tendré en cuenta”.
Tensión ideológica
Más allá de lo que se detesten en lo personal, el choque entre Madí y Colomines refleja la tensión ideológica en el seno de Junts entre los que quieren volver a la antigua CDC para regresar a la política y poder hacer pactos en Madrid y en el Parlament, y los que quieren convertir a Junts en un movimiento amplio que abarque más allá de la derecha para fagocitar a ERC y apostar por el populismo.
Si para Colomines, el libro de Madí tiene un “contenido tramposo, mentiroso y arrogante”, David Madí en su wasap advierte de la senda que el partido está a punto de tomar si así lo decide el próximo Congreso en el que investirán Puigdemont como presidente de la formación: “Seguir por el mismo camino, me parece, desde la modestia de ser sólo un militante de base, una decisión que sólo conseguirá deslizar el soberanismo hacia la irrelevancia y profundizar las divisiones y el aislamiento”.
Cada uno de los polemistas quiere que Puigdemont compre su plan de acción
Madí le pide a Junts en general, y a Colomines en particular, que contemplen con realismo los datos electorales: “Sinceramente, creo que el resultado de las pasadas elecciones son un desastre que nos negamos a analizar como un partido maduro. El resultado es el que es, en sintonía con el resto de las elecciones de ciclo electoral. Del pico de apoyo que tuvimos en las elecciones del 21 de diciembre, en las últimas del 12 de mayo el soberanismo ha perdido cerca de 900.000 votos”. Una caída que atribuye a una abstención militante de las bases independentistas.
Autoderrota dolorosa
Para David Madí, el independentismo está sumido en una “autoderrota dolorosa” a causa de no haber podido impedir que Salvador Illa llegase a la presidencia de la Generalitat. Asegura que abandonar la Generalitat en octubre de 2022 fue un error, “salimos del Govern y de todas las esferas de poder porque ejercer el poder era sinónimo de traición e impureza al objetivo de la independencia”. Una estrategia que marcó Puigdemont desde Waterloo.
A las puertas de la Diada, este agrio debate muestra que la división en el independentismo es muy honda y que va mucho más lejos que el pulso entre Junts y ERC.
Como los apocalípticos e integrados de Umberto Eco, pero con un poso de amargura. El debate sobre el futuro de Junts ha estallado entre quien se arroga en su último libro “Merecer la victoria” el papel de destacado estratega del procés, David Madí, y el historiador y diputado Agustí Colomines, a quien Carles Puigdemont ha encargado la redacción de la ponencia estratégica de JxCAT para el próximo congreso del partido previsto para este octubre. Ambos compiten en nivel de influencia y cercanía a Waterloo. “La nostalgia es la salsa en la que se cuecen todas las minorías… y las traiciones”, le echó en cara Colomines a Madí el domingo desde la red social X.
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