Colau se va: ultima su salida del Ayuntamiento de Barcelona este mes

Giro radical de Ada Colau en su trayectoria política. La actual presidenta del Grupo Municipal Barcelona en Comú en el Ayuntamiento de Barcelona dejará su puesto como líder de los comunes en el consistorio y tiene previsto llevarlo a cabo durante las dos primeras semanas de este mismo mes de septiembre, según han adelantado fuentes de esta formación de la izquierda catalana. Colau ya ha comunicado a los comunes que esta decisión no quiere decir que vaya a dejar la política. Como en el caso de Oriol Junqueras, se trata de una retirada estratégica para luego volver.

Colau ya ha informado de manera informal a diversas personalidades de Catalunya en Comú de sus planes. Los mismos pasan por dejar el ayuntamiento, pero no la política, ni siquiera la primera línea. El proyecto de Ada Colau es dedicarse a la promoción internacional de los comunes, que se considera clave en este momento de auge de la ultraderecha en Europa, para luego volver a optar a la alcaldía de la capital catalana en 2027.

La exalcaldesa dejaría así el ayuntamiento de la primera ciudad catalana este año igual que ya hizo su némesis política, Xavier Trias, de Junts. Trias abandonó la alcaldía al irse de vacaciones. Dijo que no dejaría la política. En la práctica solo ha hecho declaraciones políticas para que Carles Puigdemont asuma su liderazgo de manera más formal, aunque muy astutamente no fue al acto público para recibir a Puigdemont este 8 de agosto en el que el expresident acabó dándose a la fuga. Colau quedó tercera en las municipales de 2023, mientras que Xavier Trias ganó, pero no consiguió armar una mayoría suficiente.

Colau es una de las personalidades políticas más relevantes de Cataluña. Su figura lanzó a los comunes, que absorbieron a ICV, logrando sus mejores resultados. Desde 2016 ha marcado toda la política catalana. Se desmarcaron de la iniciativa unilateral de 2017 y su decadencia fue paralela a la caída de Podemos en la intención de voto. De hecho, en parte gracias a la figura de Colau, los comunes han resistido mucho mejor que Sumar el desgaste electoral de la izquierda en España.

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Marcos Lamelas. Barcelona

Catalunya en Comú celebra su IV Asamblea Nacional los próximos 16 y 17 de noviembre. Colau quiere llegar a este foro con los deberes hecho y reubicándose en el partido para que ella y sus partidarios no sean arrollados. El objetivo de este encuentro busca “redefinir la estrategia política, las alianzas y los cambios organizativos para afrontar los retos que tiene Cataluña”, según portavoces de la formación. Pero también se quiere renovar el ideario político y la actual dirección.

La cúpula de Catalunya en Comú está en manos de tres mujeres, las tres coordinadoras: Candela López, la portavoz de la formación en el Parlament Jéssica Albiach y la propia Ada Colau. Colau quiere mantenerse en el puesto, consciente de que los últimos giros en la política española y catalana habían debilitado a su formación. La exalcaldesa quiere llegar a la próxima asamblea con un papel ya definido.

Momento complicado

El momento que viven los comunes es complicado. El de Colau especialmente incómodo. La exalcaldesa forzó la repetición electoral en Cataluña con su veto a los presupuestos de la Generalitat de Pere Aragonès por su oposición sobre el Hard Rock Café. El resultado fue catastrófico. Catalunya en Comú perdió dos escaños, uno de ellos en Tarragona, donde la gente quería el Hard Rock Café. Pasó a tener solo seis diputados. El peor resultado de su historia. Y además, Colau se desdibujó en la campaña de las últimas catalanas, en la que casi no participó.

Además, Colau no lograba capitalizar su posición en el Ayuntamiento de Jaume Collboni. Trias y Junts eran percibidos como más oposición que los comunes. Y ERC se ha colocado como favorito para erigirse en el socio del gobierno municipal con Collboni gracias a su apoyo a la investidura de Salvador Illa. Ada Colau tampoco logró bloquear los presupuestos municipales, que Collboni acabó aprobando en solitario.

Los comunes se encuentran en una situación complicada y con un papel desdibujado

Mientras que ERC ha definido su papel como el socio más estable de Pedro Sánchez en Madrid y el aliado estratégico del PSC en la Generalitat, los comunes ni siquiera han podido marcar perfil propio en el Congreso. Hay que redefinir la posición y para eso Colau da este paso al lado.

Impacto de la iniciativa

El movimiento de Colau, que se formalizará en los próximos días, ha sido bien recibido por la mayor parte de miembros de Catalunya en Comú, si bien algunos sectores disienten de que vuelva a presentarse para dirigir la capital catalana en 2027 y preferirían lanzar un nuevo liderazgo para la alcaldía dentro de un año o año y medio.

Un beneficiado indirecto será Collboni. Sin Colau en el pleno municipal, Barcelona en Comú se puede ver incentivada para pactar con el alcalde. Y eso debilita también la posición de los republicanos, que ahora ya no son la única opción del socialismo catalán para gobernar la ciudad. Collboni está ejerciendo de alcalde con solo diez regidores. Hacen falta más para poder gobernar con solvencia una ciudad tan grande. Ahora el abanico de opciones se abre para el PSC, que además gobierna en la Generalitat y en Madrid.