ERC pide a sus cuadros internos que rechacen cargos directivos en la Generalitat de Illa

ERC ha pedido a sus cuadros y militantes que abandonen sus cargos directivos en la Generalitat aunque el nuevo gobierno de Salvador Illa les pida que continúen en sus puestos, según se ha comunicado a través de canales internos de redes sociales de la formación, detallan fuentes de los republicanos. En el partido de Oriol Junqueras se quiere evitar cualquier sombra de colaboración con el PSC y mantener la idea de Pere Aragonès cuando anunció su renuncia: “A partir de ahora pasamos a la oposición”.

Desde Junts llevan tres semanas intoxicando por diversas vías, asegurando que había un pacto secreto entre el PSC y ERC para mantener a buena parte de los cuadros de los republicanos en el denominado “sottogoverno” de la Administración Illa. Ese pacto no tiene mucho sentido si se conoce a los socialistas catalanes, una maquinaria de ocupar poder institucional del todo despiadada.

Si se mira atentamente, el PSC manda en el Ayuntamiento de Barcelona y también en Lleida y Tarragona, en buena parte del área metropolitana de la capital catalana, en la Generalitat y en todas las diputaciones, menos la de Girona. Tienen 16 senadores y 19 diputados en el Congreso, además de ocupar el Ministerio de Industria, con Jordi Hereu a la cabeza; y contar con una nutrida representación en empresas públicas o semipúblicas estatales, con el ejemplo destacado de Maurici Lucena como presidente de AENA.

Que un partido así fuese a ceder secretarías y direcciones generales de la Generalitat a ERC en un gobierno en solitario del PSC sólo se entiende en la clave conspiranoica en la que vive el independentismo durante los últimos meses. Solo hay dos excepciones, que son las consellerias de Cultura (Sònia Hernández) y Política Lingüística (Francesc Xavier Vila). Ambos titulares provienen de los cuadros del entorno de ERC y, por tanto, nombrarán personas de confianza para sus segundas líneas. Pero más allá de esos ejemplos, el grueso del Ejecutivo, y en especial las consellerias de más peso, se encuentran en manos de los socialistas.

Tensión ERC-Junts

En ERC esperan evitar con esta medida que Junts les acuse de cualquier tipo de pacto secreto con los socialistas catalanes, más allá del que tienen firmado. La petición a sus cuadros sólo tiene ese objetivo: intentar que no les puedan atacar más allá de lo firmado sobre la investidura.

La llegada del PSC a la Generalitat deja a más de 500 personas cercanas a los republicanos en el paro, entre altos cargos, empresas públicas, consorcios y puestos de confianza. Pero la política es así. Es lo que supone un cambio de gobierno. En clave clientelar, es una pequeña catástrofe para cualquier partido.

La llegada del PSC a la Generalitat deja en el paro a más de 500 cargos de ERC

Este movimiento de los republicanos está más pensado en el qué dirán que en cuestiones prácticas. Augura un pulso entre ERC y Junts por capitalizar la oposición al Ejecutivo de Salvador Illa. Sin embargo, en este sentido, ERC tienen peores cartas: sólo 20 diputados contra los 32 que ostenta JxCAT en el Parlament.

Pero en ERC temen que Junts reserve siempre un espacio, no sólo para atacar a Illa y a su gabinete, sino también a los republicanos, como ya ocurrió en la sesión de investidura del nuevo president. Pidiendo a sus cuadros internos que abandonen el Govern, aunque el equipo de Illa les solicite seguir en su puesto, los de Oriol Junqueras sólo buscan curarse en salud y ponerse la venda antes que la herida.