Junts duda ahora sobre si Puigdemont ha de ser el jefe de la oposición en el Parlament de Cataluña
El partido quiere evitar precipitarse en la designación de su primer espada en la Cámara, un cargo que le corresponde, aunque necesitan más tiempo para definir el rol del expresidente
Una vez que Salvador Illa ha tomado posesión del cargo, toca que el Parlament designe el cargo de jefe de la oposición, una figura reconocida en el reglamento del Parlament y que tiene un plus de ingresos y una serie de prerrogativas protocolarias. Si Junts fuese un partido normal, Carles Puigdemont sería el candidato más lógico para el puesto, pero desde el partido mantienen la cautela y solo aseguran que hay tiempo para tomar esta decisión.
Si se aplica manera estricta el reglamento del Parlament, el jefe de la oposición debería ser el presidente del grupo parlamentario, con lo que este cargo recaería en Albert Batet. Junts es la fuerza en la oposición con más escaños en la Cámara, pero eso supondría dejar en un segundo plano la figura de Puigdemont y la realidad es que eso es algo que se quiere evitar a toda costa. Y más después de su espectacular fuga en el centro de Barcelona de la semana pasada.
Junts recuerda que políticamente Puigdemont ya ejerce de facto como tal. Pero desde un punto de vista técnico e institucional no es así. Y que esté huido en Bélgica añade un plus de dificultad. Existe un problema más: el expresident se comprometió a no ser jefe de la oposición, literalmente, y a dejar la política activa si perdía las elecciones. Ahora ya está claro que pretende seguir, aunque esta cuestión parlamentaria queda pendiente. Y puede que siga así los siguientes meses.
Puigdemont podrá votar a distancia tras el cambio de reglamento del Parlament, pero fuentes de Junts han advertido ya de que podría llegarse al debate de política general, en octubre, sin que se hubiese llegado a tomar una decisión al respecto. JxCAT aprobó en la ejecutiva de este lunes celebrar un Congreso Extraordinario los días 26 y 27 de octubre, en principio tras del debate de política general en el Parlament. La idea es definir el nuevo rumbo para el ciclo político que acaba de arrancar, tanto en Cataluña como en Madrid.
Hay que recordar que en la pasada legislatura Salvador Illa ejerció como jefe de la oposición, cargo que también ostentaron en otras épocas personalidades políticas como Artur Mas o Inés Arrimadas. El siguiente es una incógnita.
Más Puigdemont
Fuentes de JxCAT apuntan que se pretende que este nuevo ciclo político también esté liderado por Carles Puigdemont. Es decir, que el líder de Junts siga al frente de la formación, en la que ahora no tiene cargo orgánico alguno, aunque sí reconoce que el momento político ha cambiado.
Tras las elecciones municipales del año pasado, Junts quedó fuera de las diputaciones de Lleida, Tarragona y Barcelona. La formación solo manda en este momento en la Diputación de Girona y en el Ayuntamiento de Sant Cugat (100.000 habitantes). Históricamente, es un nivel bajísimo de representación institucional en Cataluña para una formación heredera de Convergencia, más allá de los 32 diputados que tiene en el Parlament.
Junts ha adelantado dos años su Congreso para evitar caer en el aislamiento y redefinir su estrategia tras la fuga de Carles Puigdemont
JxCAT pretende construir durante su congreso un modelo de país frente a lo que denominan “tripartito unionista”, en referencia a la mayoría que ha dado la investidura a Salvador Illa, aunque ni ERC ni JxCAT han entrado en el nuevo Ejecutivo autonómico.
Riesgo de aislamiento
El congreso de JxCAT estaba previsto para 2026. Pero el partido lo ha adelantado dos años porque han detectado el riesgo de aislamiento político por la posición que ha quedado la formación tras la fuga de Carles Puigdemont. El propio expresident reconoce que existe una posibilidad bastante alta de que el partido pase a la marginalidad, aunque culpa de ello al Estado, supuestamente detrás de una operación mediática en este sentido.
La formación independentista asegura que el objetivo es salir de ese Congreso Extraordinario como “la única alternativa” al Ejecutivo de Illa. Es decir, hacer oposición pero sin jefe de la oposición, al menos por el momento.
Una vez que Salvador Illa ha tomado posesión del cargo, toca que el Parlament designe el cargo de jefe de la oposición, una figura reconocida en el reglamento del Parlament y que tiene un plus de ingresos y una serie de prerrogativas protocolarias. Si Junts fuese un partido normal, Carles Puigdemont sería el candidato más lógico para el puesto, pero desde el partido mantienen la cautela y solo aseguran que hay tiempo para tomar esta decisión.
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