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Puigdemont burla a los Mossos y la Justicia y desaparece tras un discurso en plena calle
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REAPARECE SIETE AÑOS DESPUÉS

Puigdemont burla a los Mossos y la Justicia y desaparece tras un discurso en plena calle

El expresident, en paradero desconocido, regresó a España siete años después para dar un breve discurso sin ser arrestado antes del pleno de investidura: "Un país en que las leyes de amnistía no amnistían, tiene un problema"

Foto: El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (EFE / Alberto Estevez)
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (EFE / Alberto Estevez)

Nadie sabe dónde está Carles Puigdemont. El expresident, que regresó a España siete años después, tenía preparado un último truco para eclipsar la investidura de Salvador Illa y exprimir el capital político que le queda. El líder de Junts dio un discurso ante cientos de personas a primera hora de la mañana en el Arco del Triunfo del Barcelona, pero se esfumó como por arte de magia entre la masa de independentistas que, en principio, le iba a escoltar hasta el Parlament. Los Mossos han activado ya la operación jaula y bloqueado las salidas para abortar la nueva fuga de Puigdemont. Ha desaparecido.

Los planes del expresident eran una incógnita hasta esta misma mañana. Ni el propio Puigdemont ni ninguno de los dirigentes de su partido detalló cómo sería su vuelta o dónde sería su detención, que se daba por seguro en cualquier escenario, tras la orden del juez Llarena. Había varios escenarios abiertos, sobre todo la suspensión del pleno tras el arresto, aunque no una nueva huida. Pero la realidad es que el prófugo entró en España sin problemas, dio un mitin televisado en plena calle y escapó. Ver para creer.

Las especulaciones se multiplican mientras el Gobierno y los afines el líder independentista guardan silencio, con la oposición constitucionalista contra la fuga. "Es una puñetera vergüenza", claman desde el PP y Vox, al tiempo que los agentes de la policía autonómica se afanan en revisar todos los coches en las salidas de la región para localizar a Puigdemont. El pleno, mientras tanto, avanzó con la primera intervención de Salvador Illa, con guiños a ERC y los comunes y una reivindicación del carácter "plurinacional" de Cataluña. "Quiero expresar mi voluntad y la de mi grupo político de trabajar para el restablecimiento de la totalidad de los derechos políticos de todos los ciudadanos catalanes. Es decir, la aplicación de la vigente ley de amnistía", subrayó el socialista durante la sesión. Horas después fue investido.

Carles Puigdemont se paseó por las calles de Barcelona como si nada, escoltado por el president del Parlament, Josep Rull, y otras figuras de JxCAT. El expresident, que no ha delegado su voto para la investidura, logró llegar al paseo de Lluís Companys de Barcelona sin ser detenido para dar su primer mitin en territorio español tras su huida en 2017. A las nueve menos dos minutos de la mañana reapareció ante miles de fieles y pronunció un breve discurso antes de dirigirse al Parlament. Consiguió tener su minuto de gloria. "Nadie desde la política tiene derecho a renunciar a un derecho colectivo, que es el de la autodeterminación", pronunció. "Aún estamos aquí, presumió, parafraseando a Companys.

El líder independentista, aunque no mencionó a Pedro Sánchez, cargó contra la ley de amnistía aprobada por el Gobierno, la contrapartida que Junts exigió desde el primer momento a cambio de facilitar su investidura. "Hay muchos que quieren festejar que seré detenido, pero se equivocan. Su error arrastrará de nuevo la credibilidad de la democracia española", lanzaba el dirigente catalán. "Un país en que las leyes de amnistía no amnistían, tiene un problema de naturaleza democrática", continuaba, jaleado por los manifestantes al grito de "president, president".

Puigdemont defendió el procés y el referéndum de autodeterminación ilegal que perpetró hace siete años, que le costó, dice, una "represión feroz" por "obedecer el mandato del Parlament de Cataluña" y de "2,3 millones de personas" que acudieron a las urnas. "Han convertido ser catalán en una cosa sospechosa", señaló. "Ni es, ni era, ni será nunca delito hacer un referéndum", incidió. El expresidente de la Generalitat criticó también al PP, al que culpa de la "politización de la Justicia" y de "controlar la sala segunda del Supremo por la puerta de atrás"; y cuestionó que se permita a Vox ejercer como "acusación particular" en "la persecución de líderes políticos".

En su primer discurso público en Cataluña desde que hace siete años huyese a Waterloo infló su desafío al Estado y animó a los suyos a "seguir juntos" en busca de "nuevas oportunidades" para perseguir la independencia. "Tiene que volver a la política aquello que no debería haberse marchado de la política". "Pase lo que pase, cuando nos volvamos a ver, espero que podamos volver a gritar 'viva Cataluña libre'", lanzó.

Una vez finalizada su alocución, la comitiva que le jaleaba en el Arco del Triunfo de Barcelona —encabezada por Artur Mas, Laura Borràs y Josep Rull— puso rumbo al Parlament, donde se celebra la sesión de investidura de Salvador Illa. La probable detención de Carles Puigdemont amenazaba con suspender durante unos días el pleno. Pero no fue así. Puigdemont, ayudado por su abogado Gonzalo Boye, se perdió entre la masa y se esfumó e Illa acabó investido.

Nadie sabe dónde está Carles Puigdemont. El expresident, que regresó a España siete años después, tenía preparado un último truco para eclipsar la investidura de Salvador Illa y exprimir el capital político que le queda. El líder de Junts dio un discurso ante cientos de personas a primera hora de la mañana en el Arco del Triunfo del Barcelona, pero se esfumó como por arte de magia entre la masa de independentistas que, en principio, le iba a escoltar hasta el Parlament. Los Mossos han activado ya la operación jaula y bloqueado las salidas para abortar la nueva fuga de Puigdemont. Ha desaparecido.

Carles Puigdemont