ERC y PSC pactan suspender el pleno durante pocos días si detienen a Puigdemont
La vuelta del 'expresident' no servirá para cerrar el paso de Salvador Illa a la Generalitat, si bien puede retrasarla unos días si al final es arrestado y pasa a disposición judicial
ERC, PSC y los comunes han pactado de manera tácita suspender solo durante unos pocos días el pleno de investidura de Salvador Illa si al final Carles Puigdemont acaba detenido en su intento de llegar al Parlament. Al final, el regreso del expresident solo servirá para retrasar la llegada del líder del PSC al Palau de la Generalitat, pero no para impedirla ni para forzar la repetición de elecciones. El gesto apenas tendrá relevancia en clave interna del independentismo, más para dañar a ERC que para cualquier otra cosa, según fuentes del entorno soberanista.
No se sabe cuántos días habría que esperar para un pleno definitivo porque ERC quiere calibrar los daños que le producirá la vuelta de una figura tan importante para el independentismo como Puigdemont.
Los grupos que han respaldo la investidura preferirían que “esos pocos días”, de los que ha hablado la portavoz republicana en el Parlament, Marta Vilalta, fueran realmente pocos. Incluso se habla del sábado, 10 de agosto, para llevar a cabo el pleno de investidura, según fuentes parlamentarias.
Después de todo, Puigdemont podría votar a distancia gracias al cambio del reglamento del Parlament que acordaron los independentistas con el PSC. Esa modificación ahora se vuelve contra el propio líder de JxCAT, que no podrá alegar que se vulneran sus derechos políticos.
En todo caso, tampoco hay un acuerdo entre los Mossos y el entorno de Waterloo sobre la detención del expresident. Puigdemont y su partido insisten en entrar por la puerta principal del Parlament, pero con una orden de detención en vigor eso es poner en una situación harto delicada a los agentes de guardia en la puerta. Al final, el protocolo que se ha pactado es que cualquier agente que vea a Puigdemont ha de llamar a sus superiores.
Si Carles Puigdemont llega en coche y baja, cuando los policías autonómicos hiciesen esa llamada, el expresident de la Generalitat ya estaría dentro del Parlament en el momento de la respuesta. Y según el informe jurídico de los letrados de la Cámara catalana, cualquier diputado estará especialmente protegido siempre que haya un pleno convocado. La sesión se convoca este miércoles por parte de la Diputación Permanente. Según establece dicho dictamen, mientras dure el pleno Puigdemont no puede ser detenido. Pero sí que lo sería una vez que se celebre.
El secretario general de JxCAT, Jordi Turull, ya ha anunciado en TV3 que su grupo pedirá que el pleno se suspenda en caso de que Puigdemont sea detenido. Pero todo apunta a que esa suspensión solo será temporal. No serviría para impedir que Illa fuese president este mes de agosto ni para forzar la repetición electoral que quiere Junts desde hace tres meses. La formación también ha asegurado que ellos abandonarán el pleno si su líder acaba en manos de la policía.
Sí que será útil para dañar a ERC y para que Junts juegue la partida de su superioridad moral ante los republicanos. Pero poco más. Parece un saldo político escaso para acabar así siete años de huida de la Justicia española.
Hasta el 15 de agosto es la Diputación Permanente la que ha de fijar un nuevo pleno
En todo caso, ERC, PSC y los comunes esperan que el pleno se celebre antes del 15 de agosto. Hasta entonces es la Diputación Permanente quien convoca. Y a partir de esa fecha sería una potestad del presidente del Parlament, Josep Rull, de Junts.
Jornada emocional
La jornada ya se anuncia como altamente emocional. La Associació de Municipis per la Independencia (AMI) ha llamado a sus 700 alcaldes a acudir al Parlament para recibir a Puigdemont. Se evoca así el 27 de octubre de 2017, cuando el actual presidente de la ANC, el cantautor Lluís Llach, diseñó un acto en el que los alcaldes independentistas agitaron su vara justo después de que se declarase la independencia.
En el otro extremo del arco parlamentario, Vox ha convocado “a todos los catalanes” a las 9.30 horas del jueves ante el Parlament. “No toleraremos la humillación de ver a un delincuente y prófugo de la justicia entrar al Parlament”, declaró el presidente de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga. A Vox le conviene una repetición electoral el 13 de octubre con el partido de Alvise Pérez a las puertas del 3% de los votos en Cataluña, lo que les daría entrada en el Parlament. Pero la formación de ultraderecha prefiere dejarse arrastrar por el factor de indignación que para sus votantes supone la figura de Puigdemont.
Orden público
Para los Mossos la jornada del jueves puede ser de alto riesgo, ya que el independentismo también quiere movilizar a sus simpatizantes, aunque aún no ha sido fijada una convocatoria concreta. La policía autonómica deberá mantener separados a los dos grupos y evitar incidentes. En estas circunstancias, la detención de Puigdemont puede acabar siendo un tema menor.
ERC, PSC y los comunes han pactado de manera tácita suspender solo durante unos pocos días el pleno de investidura de Salvador Illa si al final Carles Puigdemont acaba detenido en su intento de llegar al Parlament. Al final, el regreso del expresident solo servirá para retrasar la llegada del líder del PSC al Palau de la Generalitat, pero no para impedirla ni para forzar la repetición de elecciones. El gesto apenas tendrá relevancia en clave interna del independentismo, más para dañar a ERC que para cualquier otra cosa, según fuentes del entorno soberanista.
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