Puigdemont prevé llegar al Parlament para la investidura de Illa y sin presión policial

Carles Puigdemont prevé entrar en el Parlament este jueves, día del debate investidura del socialista Salvador Illa. No está claro que pueda lograr que el presidente del Parlament, Josep Rull, suspenda el pleno, pero sí parece que no habrá presión policial para que sea detenido antes de su llegada a la Cámara. Puigdemont entrará por la puerta y en principio no será detenido. Sin duda podrá deslucir la investidura de Illa, pero hay serias dudas sobre si logrará alterar la celebración de la sesión, como pretenden desde Junts.

La detención sería después del pleno -convocado a las 10:00 horas-, tal y como avala un informe de los servicios jurídicos del Parlament, que postula que Puigdemont no puede ser detenido “durante el pleno” para garantizar sus derechos políticos. Una vez que termine, el expresident sí puede ser retenido por las fuerzas del orden.

Entonces la situación cambia de manera radical. Puigdemont puede ser detenido incluso dentro del Parlament si se resistiese a salir. Fuentes de Junts no dan detalles sobre los planes de su líder, sólo aseguran que la intención del expresident no es que se suspenda el pleno.

Para crear presión ambiental, los CDR y la ANC volverán a convocar una concentración durante la mañana del jueves. Ya lo habían hecho para este lunes, pero acabaron desconvocando “ante las circunstancias cambiantes”, según el comunicado oficial. En diversos grupos de Telegram se había anunciado que volvería en el inicio de la semana y se pedía acudir a la concentración de la Estación de Francia, luego desconvocada.

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Beatriz Parera

Esta manifestación es clave para el jueves porque Puigdemont quiere una foto en que se vea que, en cierta manera, tiene el respaldo de las masas en su vuelta a Cataluña, huyendo de la imagen de soledad que dio la secretaria general de ERC, Marta Rovira, cuyo regreso tuvo más impacto mediático que en la calle.

Los Mossos, a través del jefe de información, Carles Hernández, contactaron con el abogado Gonzalo Boye, según publicó el diario Ara, pero no hubo acuerdo para pactar un entorno a su posible detención, ya que pesa sobre el expresident una orden de captura para que comparezca ante el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena.

Puigdemont no tendrá problemas para entrar en Cataluña. No hay control de fronteras. Pero otra cosa es que el líder de Junts pueda prolongar el retraso de su detención más allá del jueves. En todo caso, si logra acceder a la Cámara catalana, ya se habrá apuntado dos tantos en términos de imagen: la foto de entrada antes mencionada y otra instantánea con el presidente del Parlament, cargada de relevancia institucional. Suficiente para eclipsar a Salvador Illa en su día grande, aunque el socialista alcance la presidencia de la Generalitat.

Informe de los letrados

Fuentes parlamentarias avanzan que desde Junts se hace una lectura generosa del informe de los letrados, entendiendo que Puigdemont no podría ser detenido entre la convocatoria del pleno de investidura, el miércoles, cuando se reúna la Diputación Permanente, y el final del pleno, ya el jueves. El PSC tiene una visión más restrictiva y valoran que esa cobertura legal sólo alcanzaría a Puigdemont para el propio jueves, día del debate de investidura. En todo caso, aunque Puigdemont pida que se suspenda el pleno, no habrá argumentación legal suficiente para ello, según apuntan las mismas fuentes parlamentarias.

Puigdemont espera apoyo legal del Parlament para no ser detenido hasta el jueves

Mientras que Junts y el PSC difieren sobre la lectura del informe de los servicios jurídicos, sí están de acuerdo en que el mayor peligro para la celebración del pleno radica en Vox. Con Puigdemont presente en el hemiciclo, la reacción de los once diputados que lidera Ignacio Garriga podría generar un nivel de bronca que obligue a Josep Rull a suspender la sesión. Y ese es el principal riesgo para la investidura de Illa.

A Vox no le conviene una repetición electoral en Cataluña. Podría perder algún diputado, según las encuestas. O incluso que entrasen nuevas formaciones de ultraderecha. Subiría Aliana Catalana. Y el partido de Alvise Pérez, Se Acabó La Fiesta, ya está a las puertas de obtener representación electoral. En las europeas sacó 67.000 votos en Cataluña, el 2,8% de los votos, y tres escaños en el global. Pero la formación ultraconservadora lleva mucho tiempo anclada en una política más emocional que racional, como demostró con la ruptura de los gobiernos autonómicos con el PP.