El PSC y ERC se plantean una investidura de Salvador Illa entre el 7 y el 9 del mes de agosto

El PSC y ERC se plantean una investidura de Salvador Illa que podría tener lugar la próxima semana, entre el 7 y el 9 de agosto, según las fuentes consultadas de ambos partidos. Las formaciones activan así el contador tras el respaldo de las bases republicanas al acuerdo suscrito, que había generado una enorme incertidumbre, aunque finalmente ha sido avalado por un 53,5% de la militancia, frente al 44,8% que se posicionó en contra y el 1,7% en blanco.

Illa, si nada ni nadie lo remedia, sería el primer presidente de la Generalitat no independentista desde que José Montilla dejó la presidencia en 2010. Se trata de un giro de profundo calado en la política catalana.

Tras conocerse el resultado de la votación de las bases republicanas, la ejecutiva del PSC se adelantaba para ratificar los acuerdos de investidura, en la práctica un programa de gobierno de la nueva Generalitat, en la que los socialistas se comprometen a conseguir una nueva financiación para Cataluña con un cupo parecido al vasco, pero que incluya una cuota de solidaridad interterritorial. A partir de ahí, lo que se prevé es que Salvador Illa telefonee el domingo al presidente del Parlament, Josep Rull, para comunicarle que tiene una nueva mayoría. Rull podría entonces pedir el lunes una reunión personal con el socialista. Sería la primera foto de la investidura.

El siguiente paso será convocar la Diputación Permanente del Parlament, que es la que ostenta el poder operativo durante esta época estival para convocar un pleno de investidura. La Diputación Permanente podría convocarse el mismo lunes o el martes para 24 horas después. Todo dependerá de si Rull considera que ha de hacer una ronda de contactos con el resto de partidos o da por hecho que no existe una mayoría alternativa. En todo caso, se trata de una potestad del presidente de la Cámara, en este caso en su rol de presidente de la Diputación Permanente.

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Javier Jorrín

A este ente le corresponde la potestad de convocar el pleno de investidura, que se celebraría entre el 7 y el 9 de agosto. La primera fecha parece muy justa y lo lógico sería pensar que la diputación preferirá que en fechas tan veraniegas todos los diputados tengan tiempo suficiente para volver a Cataluña sin mayores problemas. Por lo que, según fuentes parlamentarias, el 8 y el 9 de agosto serían las fechas más propicias.

Una amenaza en el aire

Sin embargo, la amenaza del retorno de Carles Puigdemont a Cataluña sigue en el aire como la gran amenaza de Junts para desactivar la investidura de un president que "no es de obediencia catalana", en la terminología que utiliza la propia formación independentista.

La detención de Puigdemont supondría la suspensión del pleno de investidura

Así que Puigdemont regresaría, en teoría, entre el 8 y el 9 de agosto. La mayoría, tanto en la Diputación Permanente como en la Mesa del Parlament, órgano competente a partir del 15 de agosto, está en manos del PSC y ERC. El acuerdo tácito entre ambas formaciones es que se entendería que Josep Rull, de Junts, suspendiese el pleno en caso de detención de Puigdemont, alegando que se están vulnerando los derechos políticos de un diputado, en este caso imposibilitándole votar. Esto no está claro que ocurra porque el expresident aún no ha decidido si vuelve ni cuando lo hará.

Tiempo prudencial

En caso de regreso y detención de Carles Puigdemont, PSC y ERC verían razonable que se esperase un tiempo prudencial. Pero también que tras el puente del 15 de agosto la Mesa del Parlament convocase un nuevo pleno. Esta vez sí, para escoger a Salvador Illa como nuevo president. La mayoría de los dos partidos en la Mesa del Parlament deja exclusivamente la convocatoria en sus manos. Y en cualquier caso tendría que ser antes del próximo 26 agosto, fecha límite legal para escoger presidente de la Generalitat.