Las bases de ERC dan luz verde a Illa (PSC) y su cúpula ya habla de realizar un referéndum de independencia

La militancia de ERC ha dado luz verde a la investidura Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat. Los republicanos no entrarán, de momento, en el Govern, pero vigilarán de cerca los pasos del socialista para que cumpla lo firmado en el pacto. La cúpula del partido había puesto toda la carne en el asador para que ganase el sí. Y durante los últimos días, especialmente en la jornada de este viernes, las interferencias y presiones han sido de magnitudes estratosféricas, pero la secretaria general, Marta Rovira, presentó la reválida como el principio de una nueva era que culminará con un referéndum de independencia.

Las tesis de la cúpula se impusieron y dan un voto de confianza: de los 8.200 militantes del partido, votaron unos 6.200, casi el 80%, lo que es una participación interna nunca vista y que demuestra el interés de la consulta. La pregunta era muy concreta: "¿Estás de acuerdo que ERC vote a favor de la investidura del candidato socialista a cambio de la soberanía fiscal, la promoción y protección de la lengua catalana, la Convención Nacional para la resolución del conflicto político y el resto de medidas acordadas?".

El resultado no deja lugar a dudas: 3.397 militantes (53,5%) apoyan la postura de facilitar la investidura y evitar nuevas elecciones y 2.847 inscritos (44,8%) se decantaron por el no. La abstención no llegó al 2%, según el recuento conocido este viernes.

"Hemos hecho un acto de transparencia brutal. La consulta ha sido un acierto. El ejercicio de democracia interna que ha hecho esta organización es brutal y ejemplar. Pedimos la opinión sobre un preacuerdo y nos comprometimos a que asumiríamos el resultado fuese el que fuese. Ha sido el sí y lo asumimos", dijo Marta Rovira. Pero en su comparecencia condensó los beneficios del preacuerdo.

"Hemos dicho que sí a la soberanía fiscal de nuestro país, a que queremos acabar con el déficit fiscal que nos lastra, hemos dicho que sí a más recursos para invertir en servicios públicos, sí a la justicia social. Sí a la Hacienda catalana, a la recaudación de impuestos, a tenerlo todo a punto, a tener la llave de la caja, a poder hablar en condiciones de igualdad con el Estado y a decirle que qué servicios presta y qué factura se le debe. Sí a ser también solidarios y contribuir con una cuota de solidaridad que hemos de determinar, pero con transparencia", añadió la secretaria general de ERC en su comparecencia.

Después insistió en que la consulta es el comienzo de un nuevo embate, añadiendo un nuevo argumento: "Nosotros hemos dicho que sí a continuar el camino de la resolución del conflicto político endémico entre Cataluña y el Estado español. Siempre hemos dicho que defenderíamos un referéndum para solucionar el conflicto y nuestra agenda es clara: amnistía, autodeterminación y referéndum. Hemos generado las condiciones para que Cataluña decida libremente su futuro político". Este fleco añadido, no obstante, no consta en el preacuerdo, ni en la letra grande ni en la pequeña.

Algarabía en el independentismo

Rovira elogió que el preacuerdo con los socialistas significa que se protegerá el catalán y la inmersión lingüística en las escuelas, laminando las sentencias judiciales. También a abrir la puerta para que Cataluña tenga selecciones deportivas propias. Y recordó: "Entendemos el sí de la militancia como un sí vigilante. No es un sí gratuito, absoluto. Es un sí exigente, como lo es la militancia de ERC, una militancia que ha pasado horas reflexionando y debatiendo".

La solución no fue fácil. Ante el absoluto mutismo de los socialistas frente al proceso interno de ERC, los independentistas presionaron hasta el último momento. Este viernes, la ANC tapió literalmente la sede de los republicanos con pegatinas en contra del acuerdo y los comités de defensa de la República (CDR) intentaron el boicot hasta el último momento. "Los CDR hemos sido siempre apartidistas, pero la investidura de Illa como president de la Generalitat desborda todas las bajezas que en estos años han cometido los tres partidos rendicionistas y nos obliga a denunciarla como una traición a Cataluña y al independentismo", señalaba un comunicado emitido a primera hora de la mañana.

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Marcos Lamelas. Barcelona

Carles Puigdemont también lanzó a todos los suyos en tromba. No solo los CDR y la ANC, en manos de su amigo Lluís Llach, sino la gran mayoría de los gurús e influencers de la órbita de Junts intentaron comprar voluntades republicanas a favor del no. Los insultos personales (irreproducibles) a Marta Rovira, Oriol Junqueras, Gabriel Rufián y Joan Tardà, partidarios del pacto, fueron el pan de cada día durante la última semana, pero especialmente intensos durante la jornada del viernes, con las urnas de ERC abiertas.

Neus Torbisco, una de las personas de confianza de Puigdemont, salía este viernes con la afirmación de que "aceptar el pacto con el PSC es asumir un pacto envenenado, autodestructivo y humillante, no solo para ERC, sino para todo el movimiento independentista". "Podéis engañarnos, traicionarnos, explicar los motivos exculpatorios, pero de ninguna manera un independentista puede aceptar un pacto con el 155. No os dejéis enredar. Ningún pacto con un partido español se cumple. No se puede lanzar a la papelera un partido centenario, los centenares de asesinados por ser miembros de ERC se remueven en sus tumbas. Habéis perdido completamente la dignidad", atizaba una conocida influencer pro-Junts en un foro digital.

Las fake news

El mensaje subliminal enviado continuamente por grupúsculos propuigdemontistas es que Salvador Illa no está legitimado para ser president de Cataluña. Ha habido guerra de desinformación desde las trincheras de la formación para dinamitar cualquier acuerdo. Destacados gurús de Junts han alertado que lo firmado en el pacto actual ya estaba negro sobre blanco en el Pacto del Tinell, que dio lugar al primer tripartito. Esa información, no obstante, es rotundamente falsa: nunca se previó una financiación singular para Cataluña en aquellos momentos, ni la recaudación total de impuestos, por ejemplo.

Otra de las fake news lanzadas por varios de los gurús de Puigdemont, como Pilar Rahola, es que Illa había prometido a 700 altos cargos de ERC continuar en sus puestos y que por eso podía ganar el sí. Nada más lejos de la realidad: cesarán al mismo tiempo que los cargos políticos que los nombraron, como es preceptible en cada cambio de gobierno, salvo que haya un decreto personal para cada uno de ellos confirmándolo en el puesto. Pero a nadie se le ocurre que todo el Govern mantenga los altos cargos de ERC y no entre los cargos de confianza del PSC.

Tras conocerse el resultado de las urnas, tanto dirigentes de CUP como de Junts pusieron el grito en el cielo por la luz verde a la investidura del socialista. Marta Rovira les recordó que "hoy quien gana es nuestro partido". "Se nos ha dicho de todo, se nos ha explicado lo que deberíamos hacer y lo que no deberíamos hacer. Se nos dieron 3.500 lecciones y hemos debatido y decidido democráticamente. Casi el 80% de la militancia abrió el aplicativo después de reflexionar y ha votado", aseveró.