La cúpula de ERC presiona a la desesperada por el 'sí' a Illa por temor a qué votarán las bases

La cúpula de ERC se ha volcado en la campaña a favor del “sí” al acuerdo con el PSC para investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat. Lo ha hecho la secretaria general, Marta Rovira, en una entrevista a Catalunya Ràdio. Y también el grueso de la dirección del partido, incluyendo al president Pere Aragonès y a numerosos alcaldes. Pero no está claro que vayan a conseguir que las bases hoy voten a favor de un pacto que desagrada a buena parte de los republicanos. Nadie se pronuncia sobre cómo acabará la votación, pero en todo caso se apunta a que será muy ajustada. El acuerdo implica que Cataluña tendría un cupo en un nuevo sistema de financiación autonómica.

Hoy están convocados a votar de forma telemática unos 8.700 militantes. El resultado de esta consulta interna se sabrá al final de la tarde. El junquerismo también se ha volcado en defender las bondades del acuerdo. Lo ha hecho Gabriel Rufián o el exdiputado Joan Tardà. No así erl propio Oriol Junqueras, preocupado por el Congreso del 30 de noviembre, en el que optará a la presidencia. Junqueras es consciente de que si el resultado es negativo, toda la cúpula de ERC quedará desacreditada. Por eso, Oriol Junqueras sólo se ha pronunciado con una declaración en la cual no se inclina en ningún sentido. Para evitar salir debilitado.

Rovira es la que ha ido más lejos. Incluso le ha pedido a Carles Puigdemont que evite volver a Cataluña para dinamitar la investidura. Según ella, el expresident "no debería dejarse detener", y se pregunta: “¿Qué sentido político tiene que le detengan después de batallar tanto desde el exilio para que la detención no se produjera? ¿Por qué se debe dejar detener? ¿En qué ha consistido la lucha en el exilio que hemos hecho juntos?".

Pero los partidarios del “no” también se han movilizado. Es el caso de la corriente Col.lectiu Primer d’Octubre. Uno de sus representantes, Xavier Martínez, ha explicado que “un nuevo tripartito es negativo para ERC y para el país. El eje en el que nos movemos ha de ser independencia sí/independencia no. Un frente de izquierdas no es prioritario en estos momentos. Nos hemos de arriesgar a ir a nuevas elecciones”.

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“Nosotros propugnamos el 'no' porque el Consorci Económic que nos quieren meter es una LOAPA encubierta, ya que está formado por la AEAT y la ATC. Nosotros queremos recaudar en nombre propio, no en nombre de otros. No puede ir al Estado todo lo que se recaude en Cataluña, por lo que hay que establecer un cupo”, manifiesta Martínez.

El Col.lecitiu Primer d’Octubre no es el único. El excandidato de ERC a la alcaldía de Barcelona, Albert Bosch, se preguntaba en un artículo en ElMon.cat. “¿Podremos aguantar la mirada de nuestros vecinos, familiares, amigos, y decirles, sin vergüenza: "Investiremos al señor Illa porque significaba un voto afirmativo en la República Catalana?". El exalcalde de Tarragona de ERC, Pau Ricomà, también se ha pronunciado en contra.

Las juventudes

Las juventudes de ERC también se han puesto en guardia. La JERC están en contra de investir a Illa. Y ya advierten que, en caso de que la consulta se salde con un resultado positivo a favor de la investidura, convocarán a su Consell nacional para pedir que la diputada Mar Besses vote en contra del candidato del PSC: otro problema que se añade a la carrera de obstáculos en la que se ha convertido el que el candidato del socialismo catalán llegue a la Generalitat.

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Esta estrategia presume que la obediencia a las JERC estaría por encima de la disciplina del grupo parlamentario republicano en el Parlament, que dirige Josep Maria Jové, partidario del pacto con el PSC. En todo caso, este nuevo giro garantiza intriga hasta el último momento.

Incertidumbre hasta el final

Por tanto, el escenario es muy incierto. En las asambleas territoriales, la mayoría de las voces han sido críticas con el pacto. Se temen que una vez que Illa sea investido, el PSC no cumpla nada del acuerdo. Además, buena parte del mismo depende de formaciones al margen del PSOE, ya que hay que cambiar la LOFCA y aprobar dos nuevas leyes en el Congreso.

Un militante de ERC que participó en la Asamblea territorial de Barcelona explica que se conectaron algo más de 200 personas. Tomaron la palabra unas 40, de las cuales 35 lo hicieron en contra del acuerdo. Hoy puede pasar cualquier cosa: que las bases castiguen a la dirección por el escándalo de los carteles contra los Maragall, que los cuadros del partido se impongan por la mínima o que el sector más independentista muestre su rechazo a un pacto con el PSC.