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Puigdemont activa a la ANC y a sus 'topos' en ERC para reventar el acuerdo con el PSC
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Puigdemont activa a la ANC y a sus 'topos' en ERC para reventar el acuerdo con el PSC

Un dirigente ‘díscolo’ impugna la pregunta a la militancia que debe ratificar el pacto este viernes mientras se intenta movilizar, con poco éxito, a la calle en contra de lo firmado

Foto: Puigdemont celebraba el pasado día 27 el cuarto aniversario de Junts, mientras se terminaba de cocer un pacto que le deja fuera de juego. (Europa Press/Glòria Sánchez)
Puigdemont celebraba el pasado día 27 el cuarto aniversario de Junts, mientras se terminaba de cocer un pacto que le deja fuera de juego. (Europa Press/Glòria Sánchez)
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Junts per Catalunya (JxCAT) ha declarado la guerra al pacto entre ERC y PSC para hacer presidente al socialista Salvador Illa. Tanto el partido en sí como sus dirigentes y los partidos o plataformas satélites, como la Asamblea Nacional Catalana (ANC), La Resistència, Demòcrates de Catalunya, etcétera, han salido en tromba para denigrar a los republicanos y rechazar el acuerdo porque no supone ningún “avance” en la soberanía.

El principal flanco que Junts mueve es el de la presión sobre cualificados militantes de ERC para que planten cara y voten este viernes 'no' al pacto. Los contactos con dirigentes de ERC por parte de emisarios de Junts se han multiplicado los últimos días. Junts ensalza a los republicanos que se muestran en contra del acuerdo, pero sólo ha conseguido que algunos se posicionen públicamente en contra, aunque no son pesos pesados.

“Es un ataque de cuernos. Si ese pacto lo hubiera firmado Junts, hubiera sido el no va más, pero como lo ha conseguido ERC, lo rechazan en un ejercicio de cinismo y partidismo como pocas veces se ha visto”, critica una fuente republicana. Incluso los socialistas creen, como asegura un alto dirigente del PSC; “que Junts lo puede firmar sin problema, porque contiene prácticamente todas sus reivindicaciones históricas”.

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Entre ellos, se encuentran Pilar Valluguera, diputada en el Congreso y persona de confianza de Marta Rovira. Valluguera fue la persona que controló la última asamblea con la militancia en Barcelona y ahora se ha descolgado del acuerdo. Otro de los nombres es Carles Castillo, exsocialista de Tarragona que no quiere ni oír hablar de pacto. A Castillo le ocurrió algo parecido a Ernest Maragall: una vez abandonado el PSC, se ha convertido en el principal enemigo de los socialistas, aunque su fichaje en Tarragona fue un fiasco para ERC. El portavoz de ERC en Sabadell, Gabriel Fernández, es uno de los cargos territoriales que se ha posicionado en contra de nombrar a Illa president. También ha logrado que se posicione en contra el exdirigente territorial de Girona, Josep Maria Rufí, aunque este ya se dio de baja de Esquerra a comienzos del otoño de 2023.

La pregunta a las bases

Pero el gran aliado de Carles Puigdemont es el exdiputado Joan Puig, miembro de del Consell Nacional de ERC (el máximo órgano de dirección entre congresos), que se hizo famoso por asaltar la piscina de Pedro J. Ramírez en su día. Puig, aunque militante de ERC, es una persona muy cercana a Puigdemont, al que había ayudado a la financiación del Consell de la República, según recoge un sumario judicial. En la actualidad, controla el digital La República, desde el que no ha dudado en repicar las consignas anti pacto emanadas desde Waterloo. En su digital, Puig aparecía este miércoles con un misil contra el acuerdo, señalando que es “un paso atrás para el independentismo” y que produce “división en el movimiento independentista”.

Pero el boicot interno de Puig va más allá: presentó ante la Comisión de Garantías de ERC una moción para impugnar la pregunta a la militancia que ha de dar luz verde al pacto este viernes. La pregunta oficial que hará a su militancia ERC para avalar el acuerdo es: “¿Estás de acuerdo que ERC vote a favor de la investidura del candidato socialista a cambio de la soberanía fiscal, la promoción y protección de la lengua catalana, la Convención Nacional para la Resolución del Conflicto Político y el resto de medidas acordadas?”.

Foto: ferraz-y-moncloa-abrazan-la-financiacion-a-la-carta-a-cataluna-a-riesgo-de-una-revuelta-de-los-territorios

Puig afirma que es una “pregunta trampa” y quiere que en el texto se diga que es para hacer president a Salvador Illa y que desaparezcan las alusiones a los acuerdos alcanzados porque “son supuestos”. Pero, además, de esa manera, puede personificar en el candidato las críticas negativas. Así, propone que la pregunta sea, simplemente: “¿Estás de acuerdo con que ERC vote a favor de la investidura del candidato socialista Salvador Illa según el acuerdo firmado?”.

Un acuerdo ¿imposible?

El catedrático de Derecho constitucional Hèctor López Bofill, exmilitante de ERC y exconcejal de Junts en Torredembarra, es uno de los que aporta luz al debate sobre el acuerdo entre republicanos y socialistas con argumentos más consistentes: “En el mejor de los casos, se requiere una modificación de la LOFCA por mayoría absoluta del Congreso con partidos del actual apoyo al PSOE que ya se han posicionado en contra. En el peor, es inconstitucional y el TC lo neutralizará”. En medio de esta pugna entre Junts y ERC, el exvicepresidente del Parlament, otrora hombre de confianza de Puigdemont en la cámara catalana, Josep Costa, considera que “ERC se atribuirá, a cambio de la investidura, lo que Junts negociaba a cambio del presupuesto del Estado. Al final, no tienen ningún proyecto diferente. Solo una guerra infinita por las sillas del gobierno”.

Pero los junteros están dispuestos a dar la batalla en todos los frentes. La ANC es una de las organizaciones que más se intenta mover. Esta entidad está presidida por Lluís Llach, un soldado de Puigdemont, para quien el excantautor pidió el voto en las últimas elecciones y de quien había sido ministro en su Consell de la República hasta hace pocos meses, cuando dimitió para preparar su asalto a la ANC. La ANC es la herramienta que inicialmente debería mover la calle: las sedes de ERC en Barcelona, Igualada, Vic y Manresa fueron acosadas y algunas de ellas empapeladas con carteles de protesta con el lema que hacen servir los grupos afines a Junts: un 155 tachado.

Foto: puigdemont-bases-erc-investidura-illa-repeticion-electoral

En Vic, capital de la Cataluña profunda, el ‘comando’ de la ANC estaba compuesto de apenas una cincuentena de activistas, casi todos de edad avanzada. Es todo lo que puede hacer la ANC, vaciada de contenido, con una militancia desencantada y con una imagen de supeditación a Junts que lastra su credibilidad.

Junts per Catalunya (JxCAT) ha declarado la guerra al pacto entre ERC y PSC para hacer presidente al socialista Salvador Illa. Tanto el partido en sí como sus dirigentes y los partidos o plataformas satélites, como la Asamblea Nacional Catalana (ANC), La Resistència, Demòcrates de Catalunya, etcétera, han salido en tromba para denigrar a los republicanos y rechazar el acuerdo porque no supone ningún “avance” en la soberanía.

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