Por qué un independentista preside la (tercera) Comisión Kitchen

Ferran Bel, un independentista, presidirá la comisión de investigación del Congreso que los soberanistas llaman Comisión Cataluña, pero que en la izquierda se conoce como la Comisión Kitchen 3. Todo es lo mismo: en ella se pondrá en la picota la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy y sus supuestas maniobras para “tapar determinados delitos y fabricar pruebas contra rivales políticos”, según detallan a El Confidencial fuentes del Congreso de los Diputados. En otras palabras, es
lo que se conoce como comisión de las cloacas de Interior.

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EFE

Ferran Bel es la cabeza visible del PDeCAT, un hombre bien visto desde muchos sectores. ¿Puede un independentista presidir una comisión de alto calado ideológico como ésta? Por lo que parece, sí. Su nominación no fue muy difícil, aunque costó lo suyo. Por distintas comisiones similares habían pasado nombres como la canaria Ana Oramas o el peneuvista Mikel Legarda. “No se podía nombrar a un nacionalista extremista ni a un miembro de PP, de PSOE o de Podemos. No se entendería y comenzaría una guerra sin cuartel desde el primer día. Se necesitaba un hombre respetado, ecuánime y sensato. Y Ferran Bel era el candidato perfecto. Es un perfil no polémico, un hombre que el PP no puede rechazar porque no es un exaltado. Además, en varias ocasiones se ha alineado con Ciudadanos y con el PP en las votaciones parlamentarias. Se necesitaba un hombre al que la derecha no pudiera criticar”, explican las fuentes a El Confidencial.

Desde el PSOE se asegura que este partido nunca pretendió presidir esta comisión. "Lo que buscamos es que no fuese una candidatura de partido, sino“Lo que buscamos es que no fuese una candidatura de partido, sino de candidato, alguien sensato, para que el PP no pudiese decir que era un presidente de parte. Con Bel, el PP no puede decir nada. A pesar de sus diferencias ideológicas, ha sido capaz de entenderse con populares y con Ciudadanos y por eso ha sido elegido”. Al parecer, la presidencia se volvió a ofrecer al PNV, que ya presidió la anterior comisión sobre Kitchen, en la que se puso en la picota al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, pero los vascos declinaron la oferta. Esa comisión estuvo presidida por Legarda. A los nacionalistas vascos no les quedaron ganas de repetir. Quedaban, entonces, los catalanes… “sensatos”.

Luz verde de ERC

Desde ERC se ve con buenos ojos la elección de Bel. “Será un buen árbitro. Es un perfil muy neutro, sensato y ecuánime, además de un gran trabajador. Nos parece fantástica su elección”, señalan fuentes de ERC a este diario. En el partido republicano se felicitan por la elección especialmente porque el nombramiento no cayó en alguien de JxCat. “El talante de unos y otros es radicalmente distinto”, subrayan. Lo mismo opinan los socialistas. “La cuestión estaba en poder elegir a una persona sensata. No se podía tolerar que fuese elegido un partido radical. Se trata de una comisión para investigar, no para hacer daño”, dicen desde la banda del PSOE.

En las filas del PDeCAT existe un contenido optimismo. “Todos saben que Junts per Catalunya y el PDeCAT tenemos vidas separadas. Nada que ver unos con otros. Con la elección de Ferran Bel al frente de la comisión no habrá tensiones. Fue un nombramiento que, en realidad, no se había negociado ni hablado. Pero es todo un éxito para el PDeCAT. Nosotros somos serios y eso nos va bien. Esta propuesta nos es muy cómoda”, señalan fuentes de este partido.

Fue tan de sopetón que Bel no estaba ni apuntado como miembro de la comisión y tuvo que cambiarse la composición de la misma justo antes de formalizarse este martes a mediodía. “Esta no es una batalla de partidos, sino de credibilidad -explica una fuente del PSOE-. Lo que se quería buscar era una persona no criticable por ninguna parte”. Y desde el propio PDeCAT se subraya que “Ferran Bel será un árbitro. No decidirá cosas. Con su nombramiento, podemos lanzar la imagen de que el PDeCAT existe y que somos serios y profesionales”.

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En ERC ponen en valor que “no hay que confundir el PDeCAT con JxCat. Son cosas muy diferentes y creemos que la comisión puede funcionar”. Los republicanos, que fueron una de las fuerzas que pidió esta comisión (junto a PDeCAT, Junts, CUP, Bildu y BNG) afirman que el nuevo órgano del Congreso “tiene dos patas: por un lado, la operación puramente llamada Kitchen. Pero, por otro, lo que conocemos como Operación Cataluña, basada en las maniobras en Andorra, presionando y amenazando a bancos para que diesen información confidencial sobre los principales dirigentes políticos catalanes”.

El foco, en los comparecientes

Desde el PSOE, se matiza la naturaleza de la comisión. “La conocemos como Comisión Kitchen 3, no como Comisión Cataluña. ERC puede decir lo que considere, pero se creó para investigar la posible utilización del aparato del Estado para tapar determinados delitos y para fabricar pruebas contra rivales políticos por parte de la cúpula del Gobierno español, que entonces estaba en manos del PP”. En base a esta filosofía, los socialistas pondrán énfasis “en las comparecencias. Esquerra y el resto de partidos independentistas pueden llamarla como quieran, pero nosotros pondremos el acento en las comparecencias. Queremos que la batalla se sitúe en quién va a la comisión y que esté en esas comparecencias el foco mediático, no en los componentes de la comisión. A partir de ahí, que propongan a quien quieran. Pero les recordamos que el redactado de la formación de la comisión es anterior a que se empezase a hablar de la Operación Cataluña”, explican a El Confidencial fuentes parlamentarias del Congreso.

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Este jueves, los partidos deberán tener ya redactado los planes de trabajo y las propuestas de comparecencias. Los republicanos quieren sentar en el banquillo (de la comisión, no de los acusados) al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, al expresidente del PP Pablo Casado y a la exministra y exsecretaria general popular María Dolores de Cospedal. Son sus piezas de caza mayor. Esperan poder lograrlo. Creen que la comparecencia del exministro Jorge Fernández Díaz, del exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez y del excomisario José Manuel Villarejo ya las tienen garantizadas. Pero les falta la conexión política, precisa para situar la comisión en otro nivel de responsabilidades: en la cúpula política.