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Tortosa, la 'esprinter' catalana de los PGE: por qué esta ciudad siempre gana con las enmiendas
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LA RECETA DEL ÉXITO

Tortosa, la 'esprinter' catalana de los PGE: por qué esta ciudad siempre gana con las enmiendas

Un Gobierno en minoría, la presencia en el Congreso del exalcalde Ferran Bel y el apoyo de su partido, el PDeCAT, a leyes como la reforma laboral abonan la negociación para captar fondos

Foto: Juan José, funcionario de la pedanía de Bítem (Tortosa), en la obra inacabada del casal del jubilado que se pagará con los PGE. (V.R.)
Juan José, funcionario de la pedanía de Bítem (Tortosa), en la obra inacabada del casal del jubilado que se pagará con los PGE. (V.R.)

Todavía está a la vista el hormigón de la estructura inacabada del nuevo Casal dels Jubilats de la pedanía de Bítem. Una subvención de 52.672 euros de la Diputación de Tarragona sirvió para levantar la horma de una sola planta sobre el solar de una de las estrechas calles de esta entidad local menor de apenas 1.150 almas, adscrita al municipio catalán de Tortosa. Sin paredes ni pavimento, todavía con suelo de zahorra, y con un boquete cuadrado en el forjado del techo que insinúa lo que debería llegar a ser la entrada de luz de un patio interior, el inmueble, de no más de 250 metros cuadrados, lleva dos años esperando fondos para acometer la "segunda fase", que no deja ser una forma eufemística de decir que espera el dinero para poder acabar la obra y servir por fin de lugar de encuentro para los mayores de Bítem.

Si no pasa nada raro, eso debería ocurrir el próximo 30 de junio, cuando el Gobierno trasferirá al Ayuntamiento de Tortosa los 250.000 euros contemplados en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 como subvención nominativa y finalista. Una partida que figura en las cuentas no porque alguien en el Ministerio de Hacienda haya tenido la sensibilidad de pensar por iniciativa propia en los 150 socios del Casal dels Jubilats de Bítem. "Esto ha sido por Ferran Bel (exalcalde de Tortosa y hoy portavoz de PDeCAT en el Congreso). El proyecto está hecho, pero el dinero se acabó y ahora se tiene que licitar lo que queda de la obra con los fondos que llegarán del Estado", explica Juan José, funcionario municipal adscrito a esta pedanía, de la que es vecino.

Foto: Congreso de los Diputados. (Getty/Pool/Mariscal)

Los PGE recibieron los apoyos necesarios en noviembre de 2022 gracias a una ardua negociación a muchas bandas del equipo de la ministra socialista María Jesús Montero. Esto no es lo habitual cuando el Gobierno tiene mayoría absoluta. El Parlamento aprueba las cuentas que le llegan con pocos cambios, si acaso se introducen enmiendas promovidas por los partidos con el poder ejecutivo. Pero desde 2015, cuando Mariano Rajoy perdió la mayoría absoluta, sacar adelante los PGE es un encaje de bolillos, un zoco legítimo que pone a prueba la transversalidad parlamentaria y en el que los partidos más pequeños o de implantación territorial concreta, si son hábiles, pueden colar reivindicaciones que de otra forma quizás no encontrarían hueco.

Tortosa es uno de los municipios españoles que más veces aparece en las correcciones aprobadas a última hora por el Congreso de los Diputados.

La ciudad catalana se ha especializado en meter el cuerpo en el esprint para salir en la foto finish. Hasta 5,6 millones de euros ha recibido vía enmiendas en esta legislatura, pese a contar con no más de 34.000 habitantes. Para los actuales PGE, el PDeCat, con sus cuatro parlamentarios, aprovechó la ocasión y logró incorporar enmiendas por valor de unos 80 millones de euros vinculadas a proyectos en Cataluña. Muchas de ellas tienen como beneficiarias iniciativas en esta población de Tarragona, casi fronteriza con la Comunidad Valenciana. Y Ferran Bel, responsable de la negociación con el Gobierno, es el culpable.

"He sido alcalde de Tortosa durante once años (2007-2018). Conozco las necesidades del ayuntamiento, y en coordinación con la alcaldesa actual (Meritxell Roigé, de la coalición franquicia del PDeCat, Junts per Tortosa), no me cuesta detectarlas porque las tengo identificadas", explica Bel en conversación con El Confidencial.

Foto: La terminal T-4 del aeropuerto de Barajas. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

El parlamentario detalla que, dado que su partido no gobierna la Generalitat de Cataluña, ahora presidida por Pere Aragonès (ERC), su formación consideró que la mejor estrategia era negociar proyectos concretos y no centrar la batalla por las grandes partidas en infraestructuras, papel que daban por hecho que asumirían los republicanos, más determinantes para otorgar mayorías. "Por mi experiencia en Madrid he visto, además, que lo más útil es enmendar para hacer trasferencias a entidades o ayuntamientos. Cuando se incorporan a los Presupuestos, después firmas el convenio con el Ministerio correspondiente, que es el que transfiere los recursos y da dos años para ejecutarlos. Huimos de negociar infraestructuras que dependen del Estado y de las que es difícil controlar la ejecución. Si sacamos 90 millones de euros, seguro que llegan a Cataluña antes del 30 de junio", asevera.

placeholder El campus de Tortosa de la Universitat Rovira i Virgili ha recibido 330.000 euros vía PGE. (V.R.)
El campus de Tortosa de la Universitat Rovira i Virgili ha recibido 330.000 euros vía PGE. (V.R.)

La lista de enmiendas ligadas a Tortosa va justo en esa línea. Los dos proyectos de mayor cuantía incorporados a los PGE tienen al Ayuntamiento como Administración ejecutora. El plan para ampliar el Teatre Auditori Felip Pedrell contará con 2,5 millones de euros. La reforma para convertir el antiguo colegio Els Josepets en un pabellón deportivo multiusos en pleno casco histórico tiene asignados 1,5 millones de euros. Las dos iniciativas son viejos proyectos municipales que no contaban con recursos suficientes para desatascarlos.

En el primer caso, la oposición (ERC, la CUP y Ciudadanos) llegó a bloquear la financiación en 2019, aprovechando que la alcaldesa está en minoría por un voto. Luego vino la pandemia y todo entró en pausa. Con el dinero del Estado asegurado vía PGE, Meritxell Roigé presentó este mismo viernes el proyecto de actualización y ampliación del Auditori, con un presupuesto global de 3,6 millones. Una pica más en su programa electoral para las municipales del próximo mes de mayo. Roigé reivindica estas iniciativas desde hace meses. Incluso las incorporó como futuros logros en su discurso de fin de año como alcaldesa, difundido a través de las cuentas sociales municipales. Su reto ahora es demostrar capacidad de gestión y llevarlos a cabo.

placeholder El colegio de Sant Josep o Dels Josepets, que el ayuntamiento de Tortosa quiere convertir en un pabellón deportivo. (V.R.)
El colegio de Sant Josep o Dels Josepets, que el ayuntamiento de Tortosa quiere convertir en un pabellón deportivo. (V.R.)

"El proyecto de Els Josepets busca revitalizar y regenerar el barrio del centro histórico. Tiene que servir de pulmón para una zona que estaba perdiendo población", explican fuentes del equipo de gobierno local. "La ampliación del Auditori es necesaria porque hay mucha demanda de actividades sociales y culturales, pero también está pensada para acoger foros económicos".

Ha habido más enmiendas: 560.000 euros para la Fundación Doctor Ferran, dedicada a la investigación biomédica; 330.000 euros para el campus de Tortosa de la Universitat Rovira i Virgili (donde Bel imparte clases de economía como profesor asociado); 300.000 euros para el Consorcio Universitario de la UNED en la localidad tarraconense; o 160.000 euros para el Festival Terres Travel, un certamen internacional especializado en producción audiovisual vinculada al turismo.

"Para negociar viene muy bien haber sido alcalde porque es la mejor escuela de que no todo es blanco y negro"

¿Está Ferran Bel aprovechando su condición de diputado en el Congreso y la minoría del Gobierno para arañar dinero para su ciudad? El parlamentario catalán no lo niega, aunque señala que Tortosa es solo una de varias poblaciones beneficiarias de las enmiendas de su partido. Cita el caso del millón de euros presupuestado para el Museo del Ferrocarril de Móra la Nova, otro municipio de Tarragona.

El diputado, que lleva en el Congreso desde 2016, reivindica la vieja escuela negociadora de la desaparecida Convergència, cuando, antes de que el procés impregnase toda la política catalana y contaminase la relación con el Estado, la formación nacionalista aprovechaba las ventanas de gobiernos en minoría para facilitar la aprobación de cuentas a cambio de inversiones y trasferencias económicas a Cataluña. Lo hizo con el PP y con el PSOE. "Nunca consigues todo lo que quieres y para negociar viene muy bien haber sido alcalde porque es la mejor escuela de que no todo es blanco y negro", dice.

Teléfonos abiertos

A su juicio, la clave para llegar fuerte a la última ronda de los PGE es haber mantenido los teléfonos abiertos con el Gobierno en otros asuntos. "Los Presupuestos se podían haber sacado sin los votos del PDeCAT. No éramos imprescindibles. Pero apostamos por apoyar la reforma laboral, por ejemplo", dice Bel. Para los PGE, la interlocución es directamente con la ministra María Jesús Montero y su equipo, sin escalas en el grupo socialista.

La receta como conseguidor presupuestario: "Es tener una vía abierta con el Gobierno y que el Gobierno tenga una vía abierta contigo en muchas cosas. En la negociación política hay una cosa que he aprendido, y es que tienes que ser muy serio y honesto y no engañar nunca. Si es un sí, es un sí, y si es un no, es un no. Es la tradición de la antigua CiU. Siempre se nos ha reconocido que somos muy claros en la negociación". En Tortosa ya lo saben.

Todavía está a la vista el hormigón de la estructura inacabada del nuevo Casal dels Jubilats de la pedanía de Bítem. Una subvención de 52.672 euros de la Diputación de Tarragona sirvió para levantar la horma de una sola planta sobre el solar de una de las estrechas calles de esta entidad local menor de apenas 1.150 almas, adscrita al municipio catalán de Tortosa. Sin paredes ni pavimento, todavía con suelo de zahorra, y con un boquete cuadrado en el forjado del techo que insinúa lo que debería llegar a ser la entrada de luz de un patio interior, el inmueble, de no más de 250 metros cuadrados, lleva dos años esperando fondos para acometer la "segunda fase", que no deja ser una forma eufemística de decir que espera el dinero para poder acabar la obra y servir por fin de lugar de encuentro para los mayores de Bítem.

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