Petro concede al jefe de Tsunami Democràtic la nacionalidad colombiana por "decreto exprés"

Pere Aragonès inicia este fin de semana un periplo de nueve días por Latinoamérica. Su primer destino será Colombia, y para nada es una casualidad. El president aterrizará en Bogotà de la mano de su amigo Xavier Vendrell, también muy próximo al dirigente del país, Gustavo Petro. Pero lo más llamativo es que Vendrell, considerado el cabecilla de Tsunami Democràtic y exconsejero de Gobernación de la Generalitat, ya tiene la nacionalidad colombiana desde hace unos meses. Pese a las acusaciones que pesan sobre él, imputado por malversación de fondos públicos, prevaricación, tráfico de influencias, banqueo de capitales y desórdenes públicos en el marco del caso Voloh, Petro emitió una orden ministerial exprés en agosto.

El movimiento podría esconder un intento de blindaje para Vendrell. Así lo recoge el portal La Silla Vacía, que afirma que el también exsecretario de Organización de ERC está “recogiendo los frutos de esa amistad [con Gustavo Petro y su esposa, Verónica Alcocer] con privilegios en Colombia”. Este medio destaca que el exdirigente político catalán “ha acudido a la Cancillería en busca de un pasaporte diplomático para blindarse jurídicamente”. De hecho, la orden fue tan exprés, que Petro tomó posesión el 7 de agosto y el 31 del mismo mes ya le había dado la nacionalidad.

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Xavier Vendrell fue uno de los asesores de Gustavo Petro en la campaña de las últimas elecciones presidenciales en Colombia. Entonces salieron a la luz algunos vídeos con conversaciones entre ambos, donde planeaban estrategias e incluso cómo camuflar pagos a asesores de comunicación. La Fiscalía General de Colombia ha abierto una investigación para determinar “si se han transgredido o no las normas de financiación de las campañas presidenciales y de las normas electorales”. Los negocios colombianos de Vendrell, no obstante, no se conocen en España, aunque en aquel país tiene un emporio económico con varias compañías que incluyen hoteles y consultorías. El diario Las Américas y el semanario El Tiempo aluden al exconseller como el asesor extranjero más influyente de Petro.

Visitas al despacho presidencial

Vendrell, informan medios colombianos, goza del privilegio de estar “dentro del restringido círculo personal de los Petro Alcocer” y fue visto “en la residencia privada de la pareja presidencial, en la casa presidencial de Cartagena y en un evento de Palacio (…) De hecho, Vendrell aparece visitando en el despacho a Petro, según la agenda, el 12 de octubre, semanas antes de tener que acudir a una citación a declarar en España en el caso de corrupción por el que lo imputaron en 2020”. Fue en esos días, según estas publicaciones, cuando solicitó a la Cancillería “un pasaporte diplomático". "Con ese documento, el catalán esperaba dotarse de una seguridad adicional por si las autoridades españolas pedían su captura”. Se desconoce si al final ha recibido el pasaporte.

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Vendrell fue detenido en octubre de 2020 y sus andanzas se están investigando todavía. Él está en libertad bajo fianza. De hecho, la Guardia Civil trabaja desde hace meses en siete discos duros que le fueron incautados y que podrían arrojar luz sobre multitud de operaciones económico-políticas realizadas en Latinoamérica. El aterrizaje en Colombia de la mano de Vendrell, pues, le abre las puertas a Pere Aragonès para codearse con uno de los políticos de izquierdas que han asumido el poder en el continente. Pero también le puede suponer la apertura a un campo minado: los negocios de Vendrell en aquel país (y en otros países de América Latina, donde hizo de introductor de prohombres cercanos al independentismo catalán) no son todo lo transparentes que debían ser.

Para la promoción de su imperio empresarial en el país sudamericano, Vendrell hace servir un vídeo grabado en unas instalaciones de restauración que tiene cerca de Barcelona y en un momento de la promoción se entrevista a Aragonès. No hay que olvidar que el exconseller de Gobernación ya llevó a Barcelona a Petro y lo subió al escenario para dar un mitin con el presidente de ERC, Oriol Junqueras.

Las andanzas de Vendrell

Xavier Vendrell es gran amigo del mandatario sudamericano, al que conoció hace al menos tres lustros, cuando acababa de cesar como consejero de Gobernación de la Generalitat, tras un escándalo provocado por una carta que él mismo envió a los altos cargos de ERC que habían sido colocados en la Administración exigiéndoles el 3% de sus salarios públicos para el partido.

Gustavo Petro fue uno de los políticos que el propio Vendrell invitó a Cataluña para vivir de cerca el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Tras aquella jornada, el actual presidente de Colombia dijo que “en Cataluña se vive bajo dictadura” y que “España se ha convertido en una dictadura en Cataluña”. Cuando el jefe de Tsunami Democràtic fue detenido en 2020, Petro aseguró que “es un empresario cuyo delito es ayudar a la independencia de Cataluña”.

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Vendrell ha sido investigado por múltiples presuntos delitos. Uno de ellos es la planificación de un pelotazo urbanístico de millones de euros en la localidad de Cabrera de Mar, ubicada en la comarca del Maresme, al norte de Barcelona. Las conversaciones telefónicas intervenidas apuntan a que negoció con los responsables municipales la recalificación de unos terrenos que por obra y gracia de los políticos locales dispararon su precio y pasaron a costar 10 millones de euros en vez de los cinco que valían hasta entonces. Además, le permitían mantener abierta una masía-restaurante sin permiso, a la que invitaba a la flor y nata de la Generalitat. El concejal de Urbanismo republicano de Cabrera tuvo que dimitir al encontrar un sobre con casi 40.000 euros en efectivo que no pudo justificar.

De las conversaciones también se desprende sus relaciones con la fugada Marta Rovira, secretaria general de ERC, a la que llamaba con frecuencia para influir en altos cargos de la Generalitat. Él mismo mantenía línea directa con el conseller de Eduación, Josep Bargalló (ERC), y con sus directores generales. Su principal valedor era Josep González-Cambray, que es el actual consejero del ramo. Los pinchazos telefónicos demostraron que Cambray maniobró para hacer la vista gorda y que pudiese tener una escuela con más aulas y niños por aula que el resto de colegios. Además, ese centro estuvo durante años recibiendo suculentas subvenciones oficiales como si fuese una escuela para niños de educación especial, cuando no tenía esa condición. Vendrell pensaba abrir un centro adscrito en los terrenos de Cabrera que había recalificado. El exsecretario de Organización llegó a calificar de “mala puta” a una directora general que se oponía a sus trapicheos y que quería hacer todo conforme a la ley.

Reclamaba prebendas

En sus conversaciones telefónicas, Xavier Vendrell reclamaba para sí prebendas de la Administración “por todo lo que he hecho por el país”. Otra de las líneas abiertas sobre sus andanzas hace referencia a un concurso de más de 442.000 euros que le fue adjudicado cuando no cumplía los requisitos para ello. De hecho, la Autoridad Catalana de la Competencia multó a una de sus empresas por ello. Gracias a su verbo telefónico fácil, los investigadores supieron también que tenía mucho interés “en el tratamiento de residuos de determinados municipios vinculados fundamentalmente a ERC”, según un auto judicial. Según alardeaba, había tocado a 700 ayuntamientos para poder tener concesiones públicas en ese terreno.

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“Vendrell pretende beneficiarse de sus relaciones con los políticos de ERC”, señalan los documentos judiciales, que describen cómo se entrevistó con la propia consejera de Salud, la republicana Alba Vergés. En aquellos momentos, la empresa de Vendrell había sido denunciada por una rival a la que le había birlado un concurso y él, según dijo por teléfono, “no duda en afirmar que hablará con el departamento, se infiere para lograr un trato de favor, y tanto es así que el 2 de octubre de 2020 se reunió con Alba Vergés en un encuentro que duró más de tres horas y del que dijo a su esposa que había ido muy bien”.

El 21 de octubre de 2019, en plena época de violencia callejera de Tsunami Democràtic por la sentencia del 1-O, él y David Madí se reunieron con el consejero de Interior, Miquel Buch, en un restaurante. Eran momentos “de altísima tensión en Cataluña tras la sentencia del Tribunal Supremo”, dice un auto judicial. Tras esa reunión, Vendrell afirmó por teléfono que le había “salvado el culo a Miquel Buch”. También se infiere su labor directiva en otras acciones de Tsunami, como los violentos disturbios acaecidos en la plaza Urquinaona durante las protestas, el intento de boicot a un partido de Barça-Real Madrid en diciembre de 2019 y el corte de la autopista en La Jonquera montando un escenario en el asfalto e interrumpiendo un día el tráfico.

Vendrell, según las investigaciones policiales, participó en la organización del referéndum ilegal y era el enlace entre ERC y Puigdemont

Vendrell estaba, según las investigaciones policiales, en el estado mayor de la organización del referéndum ilegal y era el principal enlace entre ERC y Carles Puigdemont, en aquel momento al frente de las huestes de Convergència (que más tarde pasó a denominarse PDeCAT, La Crida y, finalmente, Junts per Catalunya). También estuvo a sueldo de la Administración durante un pequeño periodo de la pandemia, contratado por 5.000 euros netos mensuales para gestionar las residencias de Barcelona. En sus conversaciones con la presidenta de la patronal de los centros de ancianos, ambos se escandalizan por los errores que estaban cometiendo. Pero aun así, Vendrell dijo a Pere Aragonès, entonces vicepresidente del Govern, que “no hemos salido con ventaja": "Aquí, el independentismo necesita salir con ventaja de la crisis, porque si no, no podemos… no podemos marcar paquete”.

Otra de las actividades que se le investigan es su papel en la creación de una plataforma de criptomonedas con la que la Generalitat podría garantizar su estabilidad financiera y evitar el control del Estado en los movimientos de capital. Pero ante las acusaciones que se le vienen encima, su amigo Gustavo Petro le ha echado un capote.