Préstamos patrióticos catalanes al 1,75%: pelotazo inmobiliario en pleno centro de Barcelona

La entidad Òmnium Cultural, uno de los motores del procés, ha decidido tirar la casa por la ventana y pide aportaciones de 1.000 a 5.000 euros a cada socio. Aunque pueda parecer que la recaudación sería bárbara (si todos los socios aportasen 5.000 euros, recaudaría más de 950 millones de euros, pues la organización afirma que tiene 190.000 afiliados), la operación tiene un límite: su intención es sacar al mercado bonos por un total de solo 3.689.000 euros con la emisión de 3.689 participaciones. Serán, dice a sus socios, aportaciones "restituibles". El vencimiento de la deuda con los militantes es a cinco años, pero puede prorrogarse por otros dos periodos de cinco años cada uno, hasta un máximo de 15 años. El interés que Òmnium paga por estos préstamos es del 1,75% anual.

Con ese dinero, la entidad independentista pretende comprar un amplio local en pleno centro de Barcelona, junto al Paseo de Gràcia, para convertirlo en el corazón de la estrategia independentista futura. "Imagina un gran centro para la lucha por la independencia de Cataluña y para la promoción de la cultura catalana en medio de Barcelona. En Òmnium lo haremos posible. En 2024 abriremos el Espai Òmnium, un espacio de casi 900 metros cuadrados en los bajos de la actual sede nacional", dice un dosier interno de la entidad. Con esa ampliación, Òmnium pasará a ser propietaria de inmuebles con una superficie total de 1.600 metros cuadrados en una zona donde el ladrillo alcanza precios prohibitivos.

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Ese nuevo recinto que quiere comprar en pleno centro de la capital catalana (con el suelo a precio de oro) servirá para varias cosas: instalar en él "un laboratorio de ideas para el independentismo y la construcción nacional"; un "centro de referencia para la creación audiovisual en catalán"; instalar en él la sede de la Escuela de Formación Guillem Agulló "donde formar a la ciudadanía para prepararla y convertirla en activismo movilizado"; un espacio versátil que pueda albergar "cualquier tipo de actos sociales, políticos o culturales" y un punto de encuentro y trabajo "para otras entidades comprometidas con la sociedad y el país". La recaudación servirá también para “amortizar total o parcialmente la hipoteca suscrita por la adquisición de la sede nacional”.

Nominativas e intransferibles

En el dosier, distribuido a los socios, se especifica que cada aportación retornable es de 1.000 euros y que cada uno puede adquirir "hasta un máximo de 5 aportaciones". Detalla, asimismo, que son amortizables a 5 años y renovables por cada cinco años hasta un máximo de 15 años y que el tipo de interés anual es del 1,75% los primeros cinco años y luego "revisable en la renovación". "Se trata de aportaciones retornables con interés de carácter nominativo e intransferible destinadas a socios de Òmnium Cultural tanto para personas físicas como jurídicas y que tengan la condición de socio en el momento de la suscripción. Las aportaciones retornables formarán parte del pasivo de la entidad con la clasificación de deuda con parte vinculada dada la condición de socios de los adquirientes", explica la entidad a los activistas.

En las condiciones del precontrato, al que ha tenido acceso El Confidencial, se especifica que "cada socio podrá solicitar la realización de una aportación restituible por un valor mínimo de 1.000 euros y máximo de 5.000 euros. En todo caso, el importe total de la aportación restituible habrá de ser múltiplo de 1.000". Sin embargo, el máximo de amortización anticipada, según consta en una de las cláusulas, ha de ser "por orden de petición y hasta un límite del 7% anual del total emitido. Para poder atender la petición, habrá de haber transcurrido un mínimo de 6 meses desde la fecha de suscripción. La amortización anticipada supondrá la pérdida de la remuneración generada durante el año en curso".

Si las peticiones de suscripciones de bonos patrióticos excediesen el máximo de lo que se pretende recaudar, las peticiones sobrantes "pasarán a formar parte de una bolsa de reserva para futuras bajas". Para la gestión y el tratamiento de los datos, no obstante, Òmnium contará con la ayuda de Coop 57, una cooperativa independentista de "servicios financieros, éticos y solidarios". Se trata de una entidad creada en 1987 y vinculada al cooperativismo de trabajo asociado, que se ha ramificado para exportar su modelo de gestión a Madrid, Andalucía, Aragón, Galicia, Asturias y País Vasco. Con cientos de entidades y empresas como socias, Coop 57 se ha convertido en un poder económico fáctico en el mundo cooperativo catalán: para asociarse se han de entregar a fondo perdido

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La operación ha sido asesorada por Coop 57, de quien fue la idea de poner un tope a las participaciones: fue esta cooperativa la que fijó los 1.000 euros mínimos de aportación y los 5.000 máximos. Con ello, Òmnium cumplió uno de sus requisitos: evitar que hubiese grandes inversionistas que evitasen que otros socios pudiesen entrar y conseguir así "el máximo de capilaridad, es decir, de socios participantes".

En el dosier antes referenciado, Òmnium trata de convencer a sus militantes de la garantía de recuperar la inversión. "Las garantías son diversas: en primer lugar, la seguridad de un proyecto de la entidad con más de 1980.000 socios. El proceso de auditoría que llevaremos a cabo con plena transparencia. El asesoramiento de Coop 57, que tiene una amplia experiencia en operaciones similares de éxito. Y la gestión de la lista de espera, que nos permitirá gestionar las peticiones en caso de necesidad". Estos bonos, sin embargo, no desgravan. Así como las aportaciones de cuotas como socios tienen beneficios fiscales, los bonos patrióticos no desgravan, porque las aportaciones "generan rendimientos de capital en forma de intereses". Es más: los rendimientos de ese capital tributan en la declaración de la renta. "No se trata de un donativo desgravable, ya que el importe de la aportación es retornable", dicen las informaciones que se han hecho llegar a los socios. La entidad soberanista se compromete, finalmente, a poner a disposición de los socios que inviertan un espacio privado para realizar el seguimiento de toda la operación inmobiliaria.