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ERC se abre a una votación sobre el Estatut como parte de un "proceso democrático"
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El referéndum de los republicanos

ERC se abre a una votación sobre el Estatut como parte de un "proceso democrático"

El partido que preside Oriol Junqueras contempla la posibilidad de someter a votación el actual Estatuto de Cataluña si le sirve de fase previa a su consulta de autodeterminación

Foto: El presidente de ERC, Oriol Junqueras. (EFE/Marta Pérez)
El presidente de ERC, Oriol Junqueras. (EFE/Marta Pérez)
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ERC está abierta a que haya una votación sobre el Estatut de 2006 como parte de un “proceso de deliberación democrática más extenso, que debe atravesar toda la sociedad catalana”. Así consta en el borrador de la ponencia política del partido que se ha de aprobar el próximo mes de enero en Lleida. Fuentes de los republicanos han matizado que aunque esta solo se centra en el referéndum, que estaría inspirado en la experiencia de Montenegro, no se marca una fecha concreta y por ello formaría parte de un camino político mucho más largo y complejo.

El líder del PSC, Salvador Illa, afirmó en una entrevista a José Antonio Zarzalejos en El Confidencial que si los catalanes y sus partidos llegan a un mínimo acuerdo sobre cómo organizar el "autogobierno de Cataluña que competa a la comunidad catalana", estaría de acuerdo. "En ningún caso una consulta para una ruptura, para la autodeterminación. Por ejemplo, el Estatuto de 2006 no es el que votó la sociedad catalana", subrayó, en alusión a que el Tribunal Constitucional declaró inconstitucionales algunos preceptos y estableció interpretaciones de otros; la sentencia se dictó en 2010, después del referéndum.

Fuentes de los republicanos reconocen que más tarde o más temprano Pere Aragonès tendrá que convocar la mesa de partidos catalanes y que de ahí podría nacer la consulta sobre el Estatut, aunque no aclaran si sería sobre el actual o sobre una versión revisada que corrigiese artículos que otros estatutos autonómicos copiaron y que ahora están en vigor, mientras que su versión catalana fue suspendida por el Tribunal Constitucional. El presidente de la Generalitat, por ahora, se ha negado a organizar la mesa, pese a que el PSC le ha instado a ello en numerosas ocasiones.

Solo después de esta primera votación —no se sabe cuándo, porque el borrador de la ponencia de ERC elude las fechas—, se podría llevar a cabo el teórico referéndum sobre la independencia, que debería contar con una pregunta clara de respuesta de sí o no, con un mínimo del 50% de participación —una cuota que no se alcanzó el 1 de octubre— y que tuviese como mínimo un 55% de votos positivos para dibujar una mayoría amplia a favor de la ruptura.

placeholder Pinche para leer el borrador de la ponencia política de ERC.
Pinche para leer el borrador de la ponencia política de ERC.

El objetivo principal con el que los republicanos acudirán a la mesa de negociación es el de "votar, votar y votar", según afirmaban a El Confidencial fuentes de la dirección del partido independentista. Tanto es así, que apuestan por celebrar un referéndum sobre las medidas que se propongan, incluso aunque no provengan de un acuerdo. Así, por ejemplo, si el pacto alcanza a la redacción de un nuevo Estatut, Esquerra se reservaría la opción de hacer campaña en contra, según apuntaban las mismas fuentes ya hace unos meses.

Bloqueo

En el seno del partido de la calle Calabria, la dirección considera que una victoria política importante sería conseguir que el Estatut fuera rechazado en la votación de una manera muy mayoritaria, como un modo de forzar una nueva llamada a las urnas. Esta sí, que fuese el equivalente a una consulta de autodeterminación, que a día de hoy no tiene cabida en el marco constitucional español.

Foto: La portavoz del Govern, Patrícia Plaja. (EFE/Marta Pérez)

Es decir, en un periodo de tiempo indeterminado, pero de varios años, primero se votaría el Estatut —donde el independentismo se posicionaría a favor del no— y luego se aspiraría a someter a las urnas una consulta sobre la conveniencia de separarse del resto de España, en la que el independentismo abogaría por el sí. El soberanismo considera que el constitucionalismo está aún más desmovilizado que ellos y que, por tanto, resultaría fácil derrotarlo en la primera consulta y más complicado, pero factible, imponerse en la segunda. Más que un "proceso de deliberación democrática", como lo denominan en la ponencia, ERC está planteando una manera de hackear al Estado. Eso sí, muy, muy a largo plazo.

El primer paso para la independencia es desacreditar en las urnas el actual Estatut

Con el Estatut desacreditado por un no en las urnas, ERC buscaría forzar al Gobierno español y a la UE a abrir la mano a una votación que reconozca su derecho de autodeterminación. Si Carles Puigdemont aspiraba a ir “de la ley a la ley”, Oriol Junqueras plantea ahora un plan más sibilino: primero el bloqueo de la legislación vigente y después abrir el melón para un nuevo marco legal en el que, como mínimo, la independencia pueda ser planteada como una opción. O al menos como una de las salidas posibles a una situación de limbo y parálisis legal.

Se trataría de una fase política larga, que duraría varias legislaturas y de final incierto para todas las partes, como siempre ocurre en este tipo de casos. ERC, al contrario de JxCAT y su ya famoso “tenim pressa”, considera que el tiempo juega a su favor para construir una mayoría social a favor de la ruptura, consciente de que dicha mayoría ahora no existe en Cataluña. También para jugar con el contexto internacional, sabedores de que el actual, con la guerra de Ucrania, resulta contrario a sus intereses.

Alianza a largo plazo

ERC y el PSOE trabajan en una alianza a largo plazo, que va más allá de la legislatura y que conjuntamente con Podemos pueda garantizar años de mayoría progresista en España. La base del plan de Aragonès plantea un acuerdo de claridad, de inspiración canadiense, en un intento de poder tener un camino marcado que acabe abocando al Estado a reconocer una consulta que hoy por hoy no tiene cabida en el actual marco constitucional.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), conversa con el presidente de Aragón, Javier Lambán (d). (EFE/Fernando Alvarado)

Como explica el borrador de la ponencia, “el debate sobre la independencia es lo más importante que puede vivir cualquier pueblo, y es necesario asegurar que la decisión que se tome en las urnas (sea cual sea) no sea fruto de un contexto coyuntural o temporal (en el sentido que sea), sino el resultado meditado de un debate en el que todas las voces de la sociedad catalana hayan tenido oportunidad de explicar sus puntos de vista, revisarlos y, en su caso, cambiarlos". Y añade: "Un debate en el que el conjunto de los catalanes y las catalanas estemos dispuestos a convencer y dejarnos convencer por las mejores razones. A la luz del debate público, y sin la amenaza de la represión, la independencia de Cataluña es una propuesta imbatible”. Un debate de muchos años. Años durante los que ERC aspira a ocupar el Palau de la Generalitat y desde allí construir una nueva centralidad política catalana, haciendo que el resto del independentismo se convierta en algo marginal en la práctica.

ERC está abierta a que haya una votación sobre el Estatut de 2006 como parte de un “proceso de deliberación democrática más extenso, que debe atravesar toda la sociedad catalana”. Así consta en el borrador de la ponencia política del partido que se ha de aprobar el próximo mes de enero en Lleida. Fuentes de los republicanos han matizado que aunque esta solo se centra en el referéndum, que estaría inspirado en la experiencia de Montenegro, no se marca una fecha concreta y por ello formaría parte de un camino político mucho más largo y complejo.

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