Pericial lingüística y ADN: el juez reconstruye el crimen de Helena Jubany 21 años después

El juez de Sabadell Juan Díaz Villar, a cargo de la investigación sobre la muerte de Helena Jubany en diciembre de 2001, ha acordado una nueva batería de diligencias para tratar de esclarecer el crimen. El cotejo del material genético que se encontró en las prendas de la víctima no coincide con el del único investigado, Xavier Jiménez, pero, en un auto notificado este miércoles, el juez ordena realizar un nuevo análisis con otras muestras halladas en la escena del crimen y recuerda que sigue pendiente una "pericial de carácter lingüístico".

La investigación se remonta al 2 de diciembre de 2001, cuando la joven bibliotecaria de 27 años de Sabadell fue encontrada muerta en un patio interior, desnuda y con quemaduras en su cuerpo. Los indicios apuntaban a un asesinato, pero el procedimiento se archivó provisionalmente en 2005 ante la falta de pruebas que incriminaran a los sospechosos. En agosto de 2020, sin embargo, el Juzgado de Primera Instancia Número 2 de Sabadell revirtió esta decisión y ordenó reabrir el caso.

La investigación se centra a día de hoy en Xavier Jiménez, al que la familia de la víctima vincula con las cartas anónimas que encontraron en su piso días después de su muerte. “Pasábamos por aquí y hemos dicho ‘a ver Helena, ¿qué se cuenta?’ ¿Quiénes somos? Te llamaremos. A comérselo todo”, podía leerse en una nota que habrían dejado en su casa junto a una botella de horchata el 17 de septiembre de 2001. La segunda carta supuestamente llegó el 9 de octubre, pero esta vez con un zumo de melocotón: "Se lo tomó en el trabajo y quedó atontada, dormida, sin poder coger el coche", explicaba su hermano Joan Jubany a El Confidencial en agosto de 2020.

En 2002, el análisis de aquellas cartas ya llevó a dos de las sospechosas a ingresar en prisión provisional, pero la línea de investigación contra ellas no permitió llegar a ninguna prueba concluyente. La situación se mantuvo así hasta la reapertura del caso en 2020 y, en concreto, hasta mayo de 2021, cuando el juzgado ordenó analizar el disco duro del ordenador de Jubany. En el mismo, la Policía Nacional halló un correo electrónico que podría vincular a Xavier Jiménez con los anónimos.

En el auto notificado este miércoles, el propio juez hace referencia a este correo electrónico y ordena a la Policía Nacional que "realice las averiguaciones tendentes a aportar a este juzgado artículos, ensayos, libros, o cualquier otro texto publicado o realizado" por el sospechoso "en la fecha más cercana posible al año 2001". Una vez recopilado este material, un "perito lingüístico" tendrá que comparar el mismo con el propio correo, así como con "los anónimos recibidos por Helena J." meses antes de su muerte.

La otra línea de investigación pone el foco en las muestras biológicas halladas en la escena del crimen: por un lado, en la ropa de la víctima y, por otro, a partir de una uña y de un examen vaginal. En el primer caso, la Policía ha encontrado una muestra que pertenecería a un hombre, pero esta no coincide con Xavier Jiménez. En el segundo, el Instituto Nacional de Toxicología ha detectado un ADN masculino en la muestra vaginal, mientras que en la uña aparecen dos perfiles: uno pertenecería a Jubany y el otro a una persona que no pueden aclarar si se trata de un hombre o una mujer. Pese a ello, ninguna de estas últimas muestras ha sido comparada con una persona concreta.

"En cada muestra de este caso se han realizado análisis diferentes (...). Entonces es difícil confrontar o comparar. Por eso hemos pedido al juez realizar las máximas comparativas, tanto para excluir/incluir como para saber cuánta gente ha podido participar en el crimen", explicó este miércoles la familia de la víctima en un comunicado. "Cuando lleguen estos resultados de ADN se abrirá la posibilidad de que el juez instructor acuerde la comparativa con muestras de otros posibles implicados".

Casi 22 años después de la muerte de Helena Jubany, ese es el objetivo del juez: intentar reconstruir el crimen a partir de las muestras biológicas y la pericial lingüística.