El TSJC mantiene el juicio a Torrent por desobediencia contra el criterio de Fiscalía y defensas
El presidente del tribunal ha anunciado que se ha rechazado la petición de las partes de suspensión, sin esperar a que la sala de recusaciones resuelva el incidente de nulidad
Torrent en Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. (EFE/Quique García)
El presidente del tribunal, Carlos Mir, ha anunciado que se ha rechazado la petición de las partes de que se suspenda el juicio, sin esperar a que la sala de recusaciones resuelva el incidente de nulidad presentado por la Fiscalía contra su decisión de apartar del proceso al magistrado Carlos Ramos.
A raíz del incidente de nulidad, las defensas de los procesados solicitaron la semana pasada que el juicio se suspendiera, pero el TSJC optó por mantener la vista, pese a que el calendario impedía que el recurso estuviera resuelto antes de hoy.
Mir ha argumentado que el incidente de nulidad, que el Ministerio Público interpuso a finales del mes pasado, "no está ni siquiera admitido a trámite".
El magistrado ha razonado que, "con el tiempo que hace que se sabe que el juicio se debía celebrar", entre el 5 y el 7 de octubre, la sala tiene "la obligación" de llevarlo a cabo, porque, ha añadido, "no tiene sentido dilatar y que no se acabe nunca".
"No hay ninguna causa que suspenda la celebración del juicio, ni la hemos encontrado", ha redundado el presidente del tribunal, tras recordar que contra la decisión de la sala de recusaciones de apartar a Ramos "en principio no cabe ningún recurso".
El juicio a la Mesa del Parlament ya fue aplazado el pasado mes de julio para sustituir al presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, que fue apartado del tribunal que enjuiciará a la Mesa al verse "comprometida" su "apariencia de imparcialidad" porque en 2018 abandonó un acto donde Torrent habló de "presos políticos".
Un mes después, el TSJC apartaba también al magistrado Carlos Ramos —con los votos particulares contrarios de dos de los seis magistrados de la sala— al entender que algunas expresiones que utilizó en un auto del proceso revelaban un "apasionamiento personal" y suscitaban "la legítima sospecha de falta de imparcialidad".