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El conseguidor de mascarillas catalán tuvo acceso al 'conseller' de Salut tres años antes
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Se reunió con Antoni Comín en el Parlament

El conseguidor de mascarillas catalán tuvo acceso al 'conseller' de Salut tres años antes

Con Comín ya son cuatro los contactos políticos de alto nivel conocidos de Roger Parellada, quien en 2020, tres años después, conseguía vender 35 millones de material a la Generalitat

Foto: Roger Parellada. (EC Diseño)
Roger Parellada. (EC Diseño)
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El conseguidor de mascarillas Roger Parellada y el entonces 'conseller' de Salut, Antoni Comín, mantuvieron una reunión en el Parlament de Cataluña en el año 2017, según han confirmado fuentes cercanas a JxSÍ, la coalición que en aquel momento había ganado las elecciones. Antoni Comín ahora se encuentra huido en Bruselas y ejerce como vicepresidente ejecutivo del Consell de la República que encabeza Carles Puigdemont. La reunión con Comín no tenía que ver con nada de lo que aconteció tres años después con las mascarillas, pero demuestra el nivel de relaciones políticas y de acceso a la Administración de que disponía el comisionista catalán cuando dio su pelotazo de 35 millones a costa del material hospitalario necesario para luchar contra la pandemia.

Con Antoni Comín ya son cuatro los contactos políticos de alto nivel conocidos del conseguidor de mascarillas, quien en 2020, tres años después, conseguía dar un pelotazo de 35 millones aprovechando uno de los contratos de emergencia por el estallido del coronavirus. Además de la mujer de Quim Torra, Carola Miró, Roger Parellada mantenía relación estrecha con la exdirectora de Atención Sanitaria de la Generalitat Cristina Nadal y con la exjefa de gabinete del antiguo 'conseller' de Sanitat en la época de Artur Mas Mireia Alabart, que era empleada suya en una empresa que se había quedado la familia Parellada: el Institut de Radiofarmàcia Aplicada de Barcelona (IRAB).

Foto: Roger Parellada. (EC Diseño)

Se ha preguntado tanto a los abogados de Roger Parellada como al propio interesado por el encuentro de 2017, pero han declinado contestar. También a Antoni Comín, quien explica que “como 'conseller' de Salut celebraba decenas de reuniones cada semana con actores muy diversos del sector sanitario, a menudo más de 10 o de 12 reuniones en un mismo día. Me es imposible recordar si efectivamente se produjo esa reunión. Por otro lado, mi destitución ilegal por medio del 155 me impidió recoger mi agenda institucional y de trabajo de mi etapa de 'conseller”. Comín alega que “ninguna de mis reuniones tenía como finalidad nunca facilitar que una empresa concreta obtuviera un determinado contrato”.

El papel de IRAB es recurrente en el escándalo de las mascarillas. IRAB gastó 3,8 millones de su caja en la compra de las mascarillas y los equipos de protección individual que luego adquirió la Generalitat. En el expediente de la compra de la Generalitat, al que ha accedido El Confidencial, IRAB aparece como avalista de la sociedad pantalla Basic Devices, una firma inactiva, sin personal, radicada en un piso vacío de Vilafranca del Penedès, que fue la que vendió los 35 millones en mascarillas y otro material hospitalario a la Generalitat. En IRAB trabajaba Roger Rovira, que actuó como interlocutor con la Conselleria de Economía.

Al final de la historia, IRAB cerró un acuerdo marco por valor de 1,9 millones de euros con el Institut de Diagonòstic per la Imatge, una empresa pública que depende de la Conselleria de Salut, el 7 de enero de 2021, solo 10 meses después del polémico contrato de material sanitario con la Generalitat. Nunca antes IRAB había contratado con la Generalitat. Y el 'conseller' de Salut, Josep Maria Argimon, siempre ha evitado explicar este último contrato. IRAB y Basic Devices son dos de la treintena de empresas y sociedades que controlan Parellada y su familia.

Foto: Roger Parellada. (EC Diseño)

La conversación entre Roger Parellada y Antoni Comín también versó sobre IRAB, según han explicado fuentes del entorno de Roger Parellada conocedoras del encuentro, pero sin entrar en más detalles. Por eso, el comisionista fue a la reunión con el entonces 'conseller' de Salut acompañado de Marc Grifols Pibernat, en aquel entonces su socio en el capital de IRAB. Marc Grifols es el hijo de Santiago Grifols Gras, de una rama de la familia Grifols que controla el 7% del capital de Grifols, pero que están apartada de la gestión de la multinacional. El papel de los Grifols es anecdótico en esta historia, ya que Roger Parellada los dejó fuera de IRAB antes del pelotazo de las mascarillas en una de sus típicas jugadas de liquidador de empresas. Comín, por su parte, niega que haya seguido teniendo contacto con Parellada después de su marcha a Bélgica ni que haya participado de ninguna manera en la negociación de 35 millones de euros en mascarillas y material hospitalario.

Viejos conocidos

En todo caso, todo el grupo se encuentra unido por diversos vínculos cruzados. No es solo que Antoni Comín y Roger Parellada se conociesen. Es que Comín fue el 'conseller' de Salut que nombró a Cristina Nadal directora de Atención Sanitaria de la Generalitat. Cristina Nadal, a su vez, era la oncóloga de Carola Miró, la mujer de Torra. Y la mujer de Torra sirvió de puente entre Roger Parellada y el entonces 'president' de la Generalitat.

placeholder Wasap de Roger Parellada a sus socios explicando con qué personas de la Generalitat estaba negociando. La última de la lista: Cristina Nadal.
Wasap de Roger Parellada a sus socios explicando con qué personas de la Generalitat estaba negociando. La última de la lista: Cristina Nadal.

Cuando Torra llegó a 'president' de la Generalitat, ERC tomó el control de Salut, pero no prescindió de la doctora Nadal, pese a su pasado como directora del centro privado Barnaclínic. La entonces 'consellera', Alba Vergés (ERC), optó por el típico sistema de patada hacia arriba y la apartaron del cargo designándola en junio de 2018 directora general de Planificación con el mandato de tener que elaborar un Plan de Salud para Cataluña. De ahí pasó luego a Biocat, donde le pilló el pelotazo de las mascarillas.

Todos los actores del pelotazo se conocían de manera previa entre ellos

Pero cuanto más alejada estaba de la Administración, más influencia ejercía Cristina Nadal en los asuntos públicos. Cristina Nadal es la persona que recomienda a Argimon ante Torra a principios de marzo. Lo hace a través de Carola Miró, según cuenta su esposo, el 'expresident' Torra, en su libro de memorias sobre la pandemia. Roger Parellada también llega a Quim Torra a través de Carola Miró. Inexplicablemente, la oncóloga Cristina Nadal participa en el grupo negociador del contrato de las mascarillas que ofrece Roger Parellada, tal y como reconoció el comisionista en uno de los wasaps a sus colaboradores. El comprador es el ICS, dirigido por Argimon, el recomendado de Cristina Nadal. Mientras que la mujer de Torra ejerce de correa de transmisión, Cristina Nadal parece la mano que mece la cuna. Cuando Argimon está defendiendo el contrato de Roger Parellada, no hace ni una semana que ha entrado en el círculo de confianza de médicos de Quim Torra para la pandemia, que también integran el decano del Col.legi de Metges, Jaume Pedrós, y el infectólogo Oriol Mitjà. Torra se convierte en la palanca de Argimon para puentear a la 'consellera' de Salut Alba Vergés, con la que no mantiene buena relación.

En julio de 2020, con todas las mascarillas y el pescado vendidos, Cristina Nadal deja el entorno Generalitat y ficha como responsable de Asuntos Públicos de la farmacéutica Merck para España. Gran final y fundido en negro con puerta giratoria al fondo.

El conseguidor de mascarillas Roger Parellada y el entonces 'conseller' de Salut, Antoni Comín, mantuvieron una reunión en el Parlament de Cataluña en el año 2017, según han confirmado fuentes cercanas a JxSÍ, la coalición que en aquel momento había ganado las elecciones. Antoni Comín ahora se encuentra huido en Bruselas y ejerce como vicepresidente ejecutivo del Consell de la República que encabeza Carles Puigdemont. La reunión con Comín no tenía que ver con nada de lo que aconteció tres años después con las mascarillas, pero demuestra el nivel de relaciones políticas y de acceso a la Administración de que disponía el comisionista catalán cuando dio su pelotazo de 35 millones a costa del material hospitalario necesario para luchar contra la pandemia.

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