El embajador de Armenia contactó con el enlace independentista del Kremlin

El responsable de relaciones internacionales de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Víctor Terradellas, recibió el 11 de enero de 2016 en uno de sus móviles un escueto mensaje: “El embajador de Armenia quiere hablar contigo”. Era la fecha en que Carles Puigdemont había dimitido como alcalde de Girona para ser elegido nuevo presidente de la Generalitat, una vez que la CUP había obligado a Artur Mas a retirarse de la escena política. El mensaje provenía del senador 'abertzale' Urko Aiartza, que mantenía una fluida relación con el dirigente convergente.

Al día siguiente, Avet Adont, el embajador, se puso en contacto con Terradellas, el hombre que buscaba los puentes con el Kremlin. “Estimado señor Terradellas: siento mucho haberlo molestado, pero necesito reunirme con usted lo antes posible. Estoy listo para ir a Barcelona en cualquier momento. El tema es muy urgente”. La respuesta del hombre de Convergència, encargado de buscar contactos con administraciones extranjeras que pudieran apoyar la secesión de Cataluña, es inmediata: “Si quiere, voy a Madrid”. Tras un cruce de mensajes en los que el representante armenio estaba dispuesto a viajar a la capital catalana al día siguiente, Terradellas le da otras alternativas, ya que no pueden comer juntos ese día por problemas de agenda. Es el propio Adont quien sugiere el cambio: “¿Mañana a las 16:30 en Barcelona, en el hotel Casa Fuster?”. “¡Perfecto! Lo veo allí”.

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La reunión tuvo lugar en el marco señorial del hotel en cuestión. El día 14, una vez regresado a Madrid, Adont le dio las gracias por el encuentro: "Enviamos todos los documentos a la dirección de correo de Francesc". La identidad del tal ‘Francesc’ no queda clara (podían ser solo dos personas), pero de lo que no hay duda es de que era un alto cargo convergente. Unos días más tarde, el embajador se puso de nuevo en contacto con Terradellas para conocer si había “alguna noticia sobre el caso de Xuclà”.

Era otra de las incógnitas que planeaban sobre el encuentro, pero lo cierto es que lo que se fraguaba eran favores mutuos. Armenia se ponía ‘blanda’ con el asunto de la independencia y los independentistas apoyaban a ese país ante la opinión pública, en su litigio con Azerbaiyán por el territorio de Nagorno-Karabaj. Lo cierto es que, tras esas gestiones, CiU presentó en el Congreso varias iniciativas en defensa de Armenia en el conflicto referido, una zona que se disputaban las dos repúblicas exsoviéticas. Adont es, desde el 1 de febrero de 2019, viceministro de Relaciones Exteriores de Armenia.

"No nos interesa salir en esa foto"

El tema de las relaciones con Armenia sería luego recurrente en la hoja de ruta soberanista. Carles Puigdemont se llegó a reunir con el presidente del país, Armen Sarkissian, aprovechando un encuentro del foro internacional Crans Montana en Ginebra (Suiza), en octubre de 2018, foro en el que volvieron a coincidir en 2019, y también intentó lo mismo Josep Lluís Alay, jefe de la Oficina del 'expresident'. Esta danza política del independentismo propició iniciativas parlamentarias en el Congreso para apoyar al posible aliado en el este de Europa, pero sin mayores consecuencias.

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Pero el enfrentamiento interno en Convergència era una realidad. Además, hay constancia de que Terradellas y Xuclà chocaban en algunas cosas. Por ejemplo, en septiembre de 2016, el responsable de relaciones internacionales de Convergència era partidario de acudir a una discreta y casi clandestina cumbre internacional en Moscú, que debería reunir a partidos independentistas de todo el mundo. Rusia exploraba, con esa iniciativa, los puntos débiles que podían desestabilizar Europa. La CUP y el BNG rechazaron asistir a ese encuentro pilotado por Vladímir Putin, una actitud que luego imitaron otros partidos como ERC o CiU. “No nos interesa nada salir en esta foto. Otra cosa son las relaciones que existen”, comentó Xuclà a Terradellas. “Es que no hablo de fotos. Hablo de que existe una gran posibilidad de que Rusia nos reconozca en un hipotético post-referéndum. Y que lo tendríamos que jugar muy bien”, argumentaba el que luego sería el principal intermediario de Puigdemont con Moscú.

Ese mismo día, Terradellas intenta convencer al portavoz de CiU en el Congreso, Jordi Xuclà, de que había que apoyar a Armenia como fuese. “Jordi, he estado pensando y creo que el partido no puede votar en contra de los armenios, de verdad. Derecho de autodeterminación. Armenia está a nuestro lado, USA, Francia y Rusia están a favor de ellos. Las comunidades de armenios de los Estados Unidos y franceses son muy poderosos en países que necesitan. Ya hemos de dejar de ser un poco nosotros cuando hablamos de Armenia y Kurdistán, por los turcos, pero creo que por los de Azerbaiyán no hemos de ir contra ellos”.

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El 8 de agosto de 2016, Terradellas comentaba al politólogo Guillem Pursals: “La clave es Azerbaiyán/Armenia/Naborno Karabaj”. Y respondía Pursals: “Gromyko en estado puro”. Se refería al legendario ministro de Exteriores soviético y expresidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS, famoso por practicar una política de agotamiento del adversario. “Enfrentamiento ruso versus turcos”. Y el interlocutor terciaba: “Completamente. Rusia tiene una suerte y es que Armenia está controlada por un sátrapa que solo mira por él. Una buena oferta elimina el problema entre ambos países y Azerbaiyán pasa a la esfera rusa”.

"Son precisas relaciones con esos países"

Minutos más tarde, Terradellas habla con un periodista y le informa de que “la agencia de noticias Sputnik acaba de abrir una oficina en Edimburgo. Mucha preocupación por parte del Gobierno británico. Publicado ayer en Scotsman.com”. El periodista le contesta: “Pues estos de Sputnik tienen buena info… Y no va de broma”. A lo que Terradellas informa: “Ya os hablé de la posibilidad de que los rusos fuesen de los primeros en reconocer a Cataluña, buscan posiciones y allí más por el mar del Norte, supongo”. “Sí, la diplomacia pública para coger como satélite una futura Escocia independiente. Lo digo en el sentido que comentas, Víctor”. Sputnik es uno de los instrumentos de desinformación que ha estado utilizando Rusia la última década para crear ‘fake news’ y dar categoría de noticia a rumores malintencionados, según se recoge en los informes de la UE.

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El independentismo, no obstante, desmenuzaba los acontecimientos para aprovecharse de la coyuntura. “Ayer, Rusia, Azerbaiyán e Irán acordaron abrir más pozos en el mar Caspio. Y el principal gasoducto implicado es la línea Bakú-Ezurum-Ceyhan. Aunque ya está operativo el de la Eliat Ashkelon Oil Company, la situación iraquí no permite todavía el paso hacia Haifa del crudo del Caspio a través de Irak desde Irán. Creo que esta nueva etapa entre Rusia y Turquía es un abrazo del oso ruso. 'Pax armada' para garantizar el paso de combustible hacia Ceyhan. Turquía cobra”.

Un par de días más tarde, Pursals comenta a Víctor Terradellas cómo armar relaciones con otros gobiernos. “Es preciso establecer relaciones públicas entre la Generalitat y estos países”, señala, aunque luego alerta, con cierta ironía: “Irak no, que quizá pueda desaparecer en 10 años y no servirá de nada. Ahora es la hora de Egipto, Emiratos, Arabia Saudí, Irán y Jordania. El fiasco del AVE Meca-Medina ha hundido la marca España y esto lo podemos utilizar nosotros para hacerlo a nuestra manera y marcar perfil propio… Era cuestión de tiempo que Armenia le cayese genial a Putin y Azerbaiyán, jajaja”.

El politólogo se permitía incluso hacer broma con el apoyo ruso. “Habremos de ir a Moscú como delegación para pasarnos por la AK Store”, decía en referencia a pasar a comprar fusiles Kaláshnikov. “Ahora reiréis, pero uno de los regalos que hacía Rusia a los jefes de Estado durante la Guerra Fría era un AK-47”.