JxCat machaca a ERC por participar en la Feria de Abril de Barcelona, una copia de la de Sevilla

"El cordón sanitario prometido por el Govern salta por los aires con el indecente blanqueo a la extrema derecha durante la Feria de Abril". El mensaje se reprodujo este viernes a última hora de la tarde, justamente durante la inauguración de la Feria de Abril de Barcelona, un acontecimiento que reúne a cientos de miles de personas en la explanada del Fòrum. Se trata de una copia de la Feria de Abril de Sevilla que estará abierta hasta el domingo 1 de mayo, pero que a muchos independentistas les produce urticaria. De hecho, su inauguración ha destapado las miserias del soberanismo, inmerso en una lucha fratricida para desgastar al rival y hacerse con la bandera del separatismo. La tensión es máxima y, tras el caso del espionaje al independentismo y las distintas estrategias de los dos principales partidos, ERC y JxCat, las hostilidades entre ambos se hacen cada día más patentes.

El mensaje aludido va acompañado, en muchas ocasiones, de una fotografía en la que aparecen el presidente catalán, Pere Aragonès, junto a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, brindando junto a los organizadores, directivos de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña (FECAC). Los sectores más radicales han saltado al cuello de Aragonès, al que tachan en los foros 'indepes' de "traidor", cuando no le dedican insultos de más grueso calibre. La extremista plataforma Via Fora! Fue una de las más duras: "Aragonès se ha convertido en el peor 'president' jamás visto: sin carisma, ramplón, 'kiko', trepa, falso, sin empuje, profundamente conservador en formas y estilo, pesetero, antipático, intruso, caradura y traidor a los compañeros". También Colau ha recibido críticas, ya que pasó de querer expulsar a la Feria de la ciudad de Barcelona hace un lustro a brindar en la inauguración de esta edición, a un año de las municipales.

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Hasta un sector de Esquerra, en el que se encuadra el exdiputado Joan Puig, ha sacado las navajas (dialécticas) para ajustar cuentas. De hecho, fue Puig el que lanzó el mensaje del cordón sanitario, aunque otros internautas prefieren equiparar a ERC con "la extrema derecha", habida cuenta de que en la Feria de esta edición tienen caseta en el recinto desde el partido republicano hasta el PSC, pasando por Ciudadanos y Vox. Por primera vez, no están los convergentes, presentes en cada edición hasta la pandemia. Junts no sigue los pasos de Convergència y ha preferido poner la proa a Esquerra y desgastarla ante los ojos del independentismo más montaraz, tachándola de "colaboracionista".

Balas contra Junqueras

El propio Oriol Junqueras, presidente de ERC, se acercó hasta el Fòrum este viernes y recordó que la inauguración se produce a pocas horas de celebrarse el Sant Jordi, que llena Barcelona de rosas y libros. "Dos días muy especiales para nuestro país. Que coincidan estos dos acontecimientos es una demostración de que somos un país rico y diverso". Sus palabras no cayeron en vano. "¡Igualando Sant Jordi a la Feria de Abril! ¡En Cataluña! Descatalanizando el país. La Feria de Abril es andaluza. Sant Jordi es la fiesta de los catalanes y las catalanas", le recordaba un conocido activista de ascendencia andaluza y aragonesa "pero primero la independencia de Cataluña". Luego, añadía: "No tenéis vergüenza. La fiesta de los catalanes y catalanas es Sant Jordi. ¿Cómo osáis igualarla a la Feria de Abril?".

Otro de los que no tardó en plantearle batalla dialéctica fue su compañero de filas Joan Puig: "Me cuesta mucho comparar el día de Sant Jordi con una Feria de Abril que falsea la realidad andaluza, un espacio para hacer negocios unos pocos". Y no hay que olvidar que, en muchos casos, los posicionamientos y postulados de Puig coinciden milimétricamente con los de JxCat.

Las críticas le llovieron a los republicanos, especialmente, desde los sectores ligados a JxCat y a las entidades cívicas, especialmente la ANC. "Cuesta entender que ERC participe en una feria al servicio de un consorcio empresarial bajo el paraguas del PSC y con casetas de Vox. Y todavía tiene menos sentido que no exijan a la FECAC que por dignidad democrática expulse a la extrema derecha de la Feria", señalaba un activista moderado dentro de un maremágnum de críticas acerbas. Otro compañero de fatigas también era suave en las formas. "En el listado oficial no están presentes la mayoría de los partidos. Solo buscan votos Vox, Ciudadanos, PSC y ERC por separado. Me parece ridícula la presencia en un acontecimiento tan manipulado que explota un sentimiento identitario marginal en la lastimosa celebración". En algunos foros se llega a aludir directamente al líder republicano, Oriol Junqueras, al que se acusa de "vendido al españolismo más casposo".

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Desde diferentes estamentos, Junts y algunos círculos de ERC han intentado forzar al partido de Aragonès a no estar presente en el evento, visualizando una "ruptura de relaciones" con España o, al menos, con lo español. Así, durante la última semana han proliferado las acusaciones de "blanqueo de la extrema derecha", achacando esa actitud a ERC por estar presente con una caseta. El propio Puig recordó que en el 2015 (o sea, hace 7 años), el país invitado al evento fue Bielorrusia, hoy alineado con Rusia en la ofensiva contra Ucrania. "Recordemos que Bielorusia era ya una dictadura con un gobierno títere controlado por Putin, mientras eso no importaba, supongo que para lavarse la cara, este año han invitado al embajador de Ucrania en España y han tapado los errores del pasado con una disfrazada campaña de solidaridad con los ucranianos", acusa Puig, que además tacha al evento de "brazo festivo y político del PSC más español para ejercer influencias y control del territorio".

En esa guerra fratricida del independentismo no faltan las alusiones a asuntos más que zanjados: en algunos foros también cargan contra algunos sectores que se mueven en el entorno de la Feria, como el grupo de Radio Teletaxi, del locutor Justo Molinero, a quien apuntan como uno de los más beneficiados por la gran ascendencia que tiene sobre la colonia andaluza. Pero Molinero, en realidad, estuvo muy vinculado a Convergència en los años esplendorosos de Jordi Pujol, cuando este le subvencionaba a manos llenas los proyectos que el avispado empresario/locutor andaluz ponía en marcha. Apuntan también a los problemas judiciales que tuvo Francisco García-Prieto, expresidente de la FECAC, en 2017, cuando fue condenado por haber realizado encargos a una empresa controlada por un hijo suyo. Pero de eso hace ya un lustro. Para algunos, el tiempo no ha pasado.