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El CIS catalán modifica ahora sus datos para camuflar el fracaso del independentismo
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La última encuesta Ómnibus

El CIS catalán modifica ahora sus datos para camuflar el fracaso del independentismo

Un sector de JxCAT acusa a ERC de boicotear la independencia y obligan a un organismo oficial a 'recocinar' los resultados

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Andreu Dalmau)
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Andreu Dalmau)

El Centro de Estudios de Opinión (CEO, el CIS catalán) ha modificado las cifras de partidarios y detractores del independentismo ante un alud de críticas desde sectores de JxCAT. La última encuesta Ómnibus, que se hizo pública el pasado jueves (coincidiendo con la encuesta del CIS) estaba hecha el pasado mes de diciembre, pero los números eran tan negativos para los independentistas que la escondieron en un cajón. Finalmente, aprovechando la importancia de los sondeos del CIS (y contando con que el titular de este eclipsaría al del independentismo), lanzaron los números: el 53,3% de los catalanes están en contra de que Cataluña sea un Estado independiente y solo el 38,8% están a favor.

En tan solo unas horas, las tornas han variado y han pasado a ser un 52,3% los catalanes que no quieren la independencia y un 40,8% los catalanes que sí la quieren. Aunque la diferencia sigue siendo abismal (jamás ha habido una distancia tan grande entre partidarios y detractores del secesionismo en los 10 años que lleva realizándose esta pregunta), no deja de llamar la atención la rectificación del CEO.

Foto: Pere Aragonès, junto a miembros del Govern. (EFE/Alejandro García)

Este organismo está dirigido ahora por el politólogo Jordi Muñoz, un activista de ERC que sustituyó al posconvergente Jordi Argelaguer. Nada más conocerse los resultados, algunos sectores de JxCAT se echaron encima de los responsables de la encuesta para afear la ‘cocina’ que se había hecho con los datos. Algunos dirigentes han acusado públicamente a ERC de boicotear la independencia e iniciaron una dura y grosera campaña acusando a sus socios de gobierno de trabajar para el ‘enemigo’.

Tal fue la presión que han obligado a ‘recocinar’ los resultados. De ahí que la diferencia entre el bloque de catalanes que estén a favor de la independencia y los que no hayan pasado a ser de 14,5 puntos a favor de estos últimos a ser de solo 11,5 puntos. En la nueva encuesta, se han eliminado todos los detalles sobre el análisis del porcentaje de encuestados que habían votado en esta cuestión y se ofrecen solamente los datos sin ninguna explicación.

El sorprendente vuelco

Una de las cuestiones más graves que ha introducido el CEO es que en la pregunta sobre qué prefieren que sea Cataluña, cuestión a la que el 34% de los catalanes habían respondido que sea “una comunidad autónoma de España” y un 30,7% preferían “un Estado independiente” (dejando el que sea "un Estado dentro de una España federal" relegada a un 19,7%), en la nueva encuesta, sin más votos de por medio, el marcador se da la vuelta: ahora, con esos mismos votantes y respuestas, el 33% prefiere que “Cataluña sea un Estado independiente”, un 32,7% quiere que sea "una comunidad autónoma" y un 20,8%, que sea “un Estado dentro de una España federal”.

En otras palabras, la opción del independentismo había bajado seis puntos en relación con el anterior sondeo y había pasado a segundo lugar, muy por detrás de la opción del constitucionalismo, pero, con los nuevos parámetros, resulta que es la ganadora. La ‘recocina’, pues, ha funcionado para dar un balón de oxígeno al independentismo y minimizar los datos del constitucionalismo.

La ‘recocina’ ha funcionado para dar un balón de oxígeno al independentismo y minimizar los datos del constitucionalismo

De la misma manera, los catalanes que reclaman el derecho a decidir por medio de un referéndum han pasado del 72,6 al 74,1% y los que están en contra bajan del 19,8 al 19,1%. En cuestiones económicas, los resultados han registrado variaciones mínimas, pero, en cuestiones como la ampliación del aeropuerto de El Prat, por ejemplo, ahora es el 49,4% de la población el que se opone (en la misma encuesta con los anteriores parámetros era el 48,8%) frente al 29,5% que sí cree que se debe de ampliar (antes era del 30,8).

Según el CEO, se detectaron errores en la encuesta que se hizo pública el pasado jueves que afectan “al cálculo y aplicación de la variable de ponderación”. Y señala que, “como consecuencia de esta revisión, los resultados de la encuesta varían ligeramente. En las preguntas de opinión, hay variaciones que oscilan entre pocas décimas y tres puntos porcentuales”. Estos fallos se deben, según algunas fuentes, a que no se había tenido en cuenta el origen y el porcentaje de los entrevistados y que, en algunas preguntas, el peso específico de algunas opciones estaba sobrerrepresentado.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Quique García)

El propio director del CEO, Jordi Muñoz, señaló que los técnicos no tuvieron en cuenta algunas de las instrucciones que se les habían dado: por ejemplo, que, a diferencia que los barómetros políticos, la encuesta Ómnibus toma como referencia a toda la población adulta residente en Cataluña, tanto la que tiene derecho a voto como la que no. Es decir: solo se podía entrevistar a un 19% de personas nacidas fuera “del Estado”.

“En las instrucciones que se dio a los encuestadores se decía que solo podían responder personas que tuviesen derecho a voto en las elecciones del Parlament o en las generales. Se copiaron, por error, las instrucciones de los barómetros de opinión política. El resultado es una contradicción entre el diseño muestral y los protocolos del campo de trabajo. Pero, en los datos en bruto de la encuesta, hay un 19% de personas nacidas en el extranjero (como había de ser), pero todas son personas con nacionalidad española. Esto sobrerrepresenta mucho un grupo que en la población con derecho a voto llega al 8%”, señaló Muñoz, para quien, no obstante, la corrección aplicada no cambia sustancialmente los resultados de la encuesta.

El Centro de Estudios de Opinión (CEO, el CIS catalán) ha modificado las cifras de partidarios y detractores del independentismo ante un alud de críticas desde sectores de JxCAT. La última encuesta Ómnibus, que se hizo pública el pasado jueves (coincidiendo con la encuesta del CIS) estaba hecha el pasado mes de diciembre, pero los números eran tan negativos para los independentistas que la escondieron en un cajón. Finalmente, aprovechando la importancia de los sondeos del CIS (y contando con que el titular de este eclipsaría al del independentismo), lanzaron los números: el 53,3% de los catalanes están en contra de que Cataluña sea un Estado independiente y solo el 38,8% están a favor.

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