Aragonès se descuelga de la política exterior de la Generalitat (en manos de JxCAT)

Carles Puigdemont está colonizando poco a poco la política exterior de la Generalitat, que ahora está en manos de JxCAT, encabezado por la 'consellera' de Acció Exterior, Victòria Alsina. El 'expresident' ha anunciado la creación de un Ministerio de Exteriores de la Cataluña Libre, que controla desde Bruselas y que se anuncia como “complementario” a la Administración catalana. Puigdemont ha colocado en la 'conselleria' a personal de su confianza y se organizan actos en los que el líder fugado aparece en videoconferencia e incluso se invita a Jordi Pujol. Con este panorama, Pere Aragonès ha preferido descolgarse por ahora de la política exterior de su propio Ejecutivo, mientras que desde ERC arrecian las críticas.

Aragonès no acudió esta semana al acto estrella de la 'conselleria'. Un encuentro de expresidentes de la Generalitat para hablar del papel de Cataluña en la UE. Alsina no solo se permitió que Puigdemont participase por videoconferencia. También invitaron a Pujol, quien tiene un juicio abierto en la Audiencia Nacional por asociación ilícita, blanqueo de capitales, delito continuado de falsificación de documento mercantil y siete delitos contra la Hacienda pública. En JxCAT se vivió el acto como una reivindicación de su figura, pero personalidades de ERC como Gabriel Rufián o Joan Tardà han criticado de manera pública la iniciativa.

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“Exteriores organizó el acto e invitó al 'expresident' Pujol, quien no recibe ni asignación ni trato protocolario como 'expresident”, aseguró ayer la portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja, intentando atajar la nueva vía de agua que se le abre a la Generalitat en su Gobierno de coalición. “El rol del 'president' no es este”, mantuvo la portavoz.

Según Plaja, el acto fue para que los expresidentes pudiesen hablar del papel que ha de jugar Cataluña en Europa. "Por eso se declinó el ofrecimiento y si el presidente quiere hablar de Europa tiene otros espacios donde hacerlo", declaró. Ni Aragonès ni ningún otro 'conseller' de ERC se dejaron caer por el acto. Lo cierto es que Puigdemont se está haciendo de manera progresiva con el control de la Conselleria de Exteriores, mientras la parte republicana del Ejecutivo mira hacia otro lado.

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El movimiento más polémico fue nombrar el pasado mes de agosto subdelegada en Bruselas de la Generalitat a Erika Casajoana, que es la presidenta de CATGlobal ASBL, la entidad que da cobertura a la actividad del Consell per la República, incluido su Ministerio de Exteriores. La organización paga los gastos legales del 'expresident' y del resto de 'consellers' fugados y está volcada en la recaudación de donativos opacos.

Dinero público

Según la información pública de la Generalitat, Casajoana está cobrando 80.636 euros brutos anuales. Se ha preguntado a la Conselleria de Acció Exterior sobre el conflicto de intereses que supone este nombramiento. También sobre su declaración de actividades a la Administración, donde Casajoana niega vínculos con cualquier asociación sin ánimo de lucro, justo la estructura jurídica de CATGlobal, pese a que ha estado moviendo dinero de los donativos. La 'conselleria' ha optado por no responder.

Waterloo ha ido infiltrando con personas de confianza la 'conselleria'

No es el único caso. En Acció Exterior también trabaja Laura Costa, que fue la jefa de prensa de Carles Puigdemont cuando este se fugó a Bruselas. Costa llegó a presidir un ente opaco en Luxemburgo durante 2019. La 'conselleria' la nombró directora general de la Cataluña Exterior, que mantiene relación con catalanes fuera de España y colectivos de catalanes expatriados. Su sueldo público es de 88.243 euros anuales.

Distancia de Aragonès

La gente de Puigdemont en la Conselleria de Acció Exterior coincide con la distancia que intenta poner Pere Aragonès con esta cuestión. El acto de los expresidentes se convirtió en un acto nostálgico de Convergència. Estuvieron Artur Mas, Quim Torra y Carles Puigdemont por videoconferencia. El socialista José Montilla prefirió grabar un vídeo.

Además, los intereses de la Generalitat casan cada vez menos con los de Puigdemont en términos de política exterior. Así, mientras la portavoz de la Generalitat ha apoyado a Ucrania, la 'consellera' titular de la polémica cartera no abre la boca sobre la gran crisis europea. Lo mismo que el líder de JxCAT, que tampoco osa criticar a los rusos ni desde su puesto de europarlamentario ni en su condición de presidente del Consell per la República.