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Puigdemont desafía a Aragonès al crear un Ministerio Libre de Exteriores catalán
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La ruptura del independentismo

Puigdemont desafía a Aragonès al crear un Ministerio Libre de Exteriores catalán

Los republicanos acusan al 'expresident' de tejer una diplomacia paralela a la del Govern para recuperar peso político

Foto: El 'expresident' catalán Carles Puigdemont. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)
El 'expresident' catalán Carles Puigdemont. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

Carles Puigdemont, el ‘expresident’ fugado en Waterloo, ya tiene nuevo ‘juguete’. Se trata del Ministerio Libre de Exteriores, un ente áulico que quiere poner en marcha desde Bruselas para pilotar la acción internacional del independentismo. Esta labor de una ‘diplomacia paralela’ ha sentado muy mal dentro del Govern, y especialmente en las filas de ERC, que considera la iniciativa una maniobra más del fugado para seguir teniendo cierto protagonismo dentro del movimiento independentista.

Puigdemont pondrá este nuevo ‘ministerio’ en manos de Adrià Alsina, que es el comisionado de Acción Internacional del Consell per la República. Para Alsina, que acudió este miércoles a Bélgica para presentar el nuevo órgano, “Cataluña tiene un problema a la hora de representarse internacionalmente y este problema no es del Departamento de Exteriores o del propio Govern, sino del Gobierno español o del Estado español, un Estado que decidió perseguir cualquier acción exterior que haga el Gobierno de Cataluña. Vistos los casos de persecución directa de cargos del Departamento de Exteriores, lo que tenemos que hacer es complementar esta acción exterior. Por eso, constituimos esta red de colaboradores, lo que podríamos llamar Ministerio Libre de Exteriores, que consistirá en representantes exteriores por todo el mundo que se dedicarán a llamar a puertas, buscar alianzas, a buscar el reconocimiento de la causa”.

Puigdemont es consciente de que la acción internacional es imprescindible y, en todo caso, sin ella no podría haber reconocimiento de una Cataluña independiente. De ahí que se le dé tanta importancia a la campaña exterior. Y él personalmente encontró la brecha para seguir siendo indispensable en el largo camino hacia la secesión. “Es preciso que alguien asuma una acción que el Govern, que las instituciones del interior [de Cataluña] no pueden hacer. Esto tiene que ver con la diplomacia civil, con todos los ámbitos donde el Govern de Cataluña tendría que poder actuar con normalidad, pero que el Estado español se lo impide”.

El razonamiento lógico de Puigdemont es que si desde la Consejería de Exteriores se realizan determinadas acciones, la Justicia puede pedir responsabilidades. Entonces, aparece el Consell per la República para poner en marcha su propio Ministerio Libre y realizar “sin miedo” todo lo que le plazca, “sin tener que dar explicaciones a ningún ministro español ni pedir permiso a cualquier embajada o a ningún consulado español, ni a sentir el aliento en la nuca de esos miles de representantes del Estado español que corren por el mundo y que parece que lo único que hacen es ver qué palos ponen en las ruedas de la acción exterior del Gobierno de Cataluña”.

Críticas de ERC

Según los responsables del Ministerio Libre de Exteriores, la red de colaboradores se está confeccionando desde Bruselas. Estos colaboradores, afirman, tendrán “un perfil muy potente” y deben comprometerse a dedicar una parte de su tiempo a trabajar por el objetivo del “reconocimiento de la autodeterminación y de llamar a las puertas de todo el mundo”. Según Alsina, “internamente, nos coordinaremos como cualquier otro ministerio o institución similar. Habrá reuniones y habrá formación. Pero no competiremos con el Departamento de Exteriores del Govern”. Según el activista, que compitió por la secretaría general de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en las últimas elecciones internas de esta entidad, “estamos en contacto con el Departamento de Exteriores [de la Generalitat], igual que estamos en contacto con entidades y con muchas instituciones y organizaciones de todo el mundo”.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés (3i), y el expresidente Carles Puigdemont (d) pasean por las calles de la localidad italiana de L'Alguer el pasado septiembre. (EFE/Laura Serrano-Conde)

Desde ERC, la maniobra ha de leerse en clave personal de Puigdemont y la finta está pensada para dotar de contenido el papel que juega el ‘expresident’ dentro del espectro independentista. “Necesita un cierto protagonismo entre los suyos y va montando chiringuitos. Lo hizo con el Consell per la República y ahora con ese ministerio. Así continuará generando titulares. Pero si miramos hacia atrás, vemos que todo lo que ha montado ha sido un fracaso, incluido el propio Consell per la República”, asegura una fuente crítica con la estrategia puigdemontista.

No lo dicen con las mismas palabras, pero en el centro de la cuestión está la pugna entre Carles Puigdemont y Pere Aragonès para ser los timoneles del independentismo. El primero quiere recuperar protagonismo. El segundo sabe que es el ‘president’ elegido en las urnas y que está plenamente legitimado, aunque subrepticiamente el equipo de Puigdemont deje caer que el fugado en Waterloo es el presidente legítimo porque fue “ilegítimamente destituido”. “A Puigdemont no hay que hacerle mayor caso. En Cataluña ya tenemos una Consejería de Exteriores que hace cosas y trabaja en su segmento. ¿Que hay procesos judiciales pendientes? Sí. Y denunciamos la persecución de la labor exterior del Govern en la última década. Existe represión, evidentemente, pero también hay unos órganos legítimos que son los representantes de la ciudadanía, no un órgano inventado que está en Bélgica y al que la ciudadanía no ha votado”. Se trata, en definitiva, según una fuente consultada, de una maniobra de Puigdemont “para recuperar peso político dentro del independentismo, puesto que su figura ha ido en decadencia desde que pasó a tercera fuerza política en las elecciones de 2021 y no pudo sumar los otros dos grandes partidos a su Consell per la República”.

Foto: Carles Puigdemont. (EFE/Claudia Sancius)

Demonizan, pues, la ‘diplomacia paralela’ de Puigdemont, que va encaminada a reforzar su Consell per la República a costa incluso de interferir en la labor del Govern. Puigdemont, en cambio, subraya: “Yo he hecho esfuerzos por no interferir en la lógica del interior [se refiere a la Generalitat]. Pero tenemos lógicas diferentes. Nuestro rol es diferente: es llegar donde el Govern no puede, pero de manera desacomplejada, sin miedo y sin límites, porque a nosotros no nos fiscalizará ningún Tribunal de Cuentas, ni ningún fiscal general, ni ningún grupo franquista o fascista en la oposición. El Consell per la República nunca ha tenido un rol de sustitución, sino de estirar mucho más la estrategia. El liderazgo debe salir de esta lógica”. Para ERC, el liderazgo es el que emana de las urnas.

Carles Puigdemont, el ‘expresident’ fugado en Waterloo, ya tiene nuevo ‘juguete’. Se trata del Ministerio Libre de Exteriores, un ente áulico que quiere poner en marcha desde Bruselas para pilotar la acción internacional del independentismo. Esta labor de una ‘diplomacia paralela’ ha sentado muy mal dentro del Govern, y especialmente en las filas de ERC, que considera la iniciativa una maniobra más del fugado para seguir teniendo cierto protagonismo dentro del movimiento independentista.

Carles Puigdemont Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)
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