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No hay tregua independentista: Puigdemont se siente ninguneado por Aragonès
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Crisis por la conferencia presidencial

No hay tregua independentista: Puigdemont se siente ninguneado por Aragonès

JxCAT descarga sus críticas sobre la conferencia del presidente catalán: desde haber negociado los indultos hasta sabotear la estrategia del Consell per la República

Foto: Carles Puigdemont. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)
Carles Puigdemont. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)
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Carles Puigdemont le abrió otro frente a la Generalitat de manera inesperada. El motivo fue la conferencia del presidente catalán, Pere Aragonès, de esta semana para refundar el movimiento independentista y recuperar la unidad de los partidos soberanistas.

Nadie lo vio en el Museu d’Art Nacional de Catalunya (MNAC), pero para los de Puigdemont se ninguneó su figura política, se alteró la estrategia internacional del Consell per la República, se insinuó que los indultos habían sido fruto de la negociación y se apuntó que en la mesa de diálogo se iba a tratar el modo en que el Gobierno retiraría los cargos contra los presos fugados. Lo han interiorizado como un ataque frontal, así que la unidad propuesta no ha durado ni un día.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Alejandro García)

El equipo de Aragonès pasó toda la mañana recordando a la prensa la literalidad del texto de la conferencia, en la de que no se decía nada de todo eso. La portavoz de la Generalitat evitó entrar en polémicas, pero negó que los indultos fuesen fruto de la negociación con el Gobierno español y también que el presidente catalán hubiese dicho eso.

Foto: Carles Puigdemont. (EFE/Claudia Sancius)

La liebre saltó cuando el secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez, se fue a Catalunya Ràdio y manifestó su visión crítica sobre la charla de Pere Aragonès, que según este líder independentista había planteado que se habían negociado los indultos entre ERC y el Gobierno español. Aragonès no lo había planteado de ese modo. Pero la carga de profundidad ya fue lanzada: “Ha dicho que habían sido la primera prueba del diálogo con el Estado", lamentó Sànchez.

Poco después, Puigdemont, que había estado callado durante toda la crisis de Laura Borràs, replicó desde Twitter: "Con todo el respeto por el presidente Pere Aragonès, en mi artículo publicado en 'El Punt Avui' el 14 de octubre de 2021 pedía también respeto para la estrategia política del exilio, y hacía una interpelación muy directa y explícita”. En esa pieza, Puigdemont exigía que la Generalitat no pidiese su indulto anticipado.

Sànchez recordó que la "fuerza del independentismo" creció entre 2012 y 2017, época en que el 'president' en el exilio fue una figura clave. "He echado de menos una referencia explícita al 'president' Puigdemont y al 'president' Mas", denunció el secretario general de JxCAT. Es verdad que en la parte histórica de la conferencia Aragonès hizo referencias a Enric Prat de la Riba, Francesc Macià, Jordi Pujol y Pasqual Maragall. No se refirió a Artur Mas ni a Puigdemont. Pero también es verdad que Pere Aragonès ya ha dejado claro que no iba a protagonizar una ruptura como la que impulsaron ellos, no podían ser su referente.

Falta de consenso

Sànchez le echó en cara a Pere Aragonès que no incluyese el Consell per la República en su anunciada ronda de contactos. Por tanto, el grueso de la afrenta es que no se dio a Puigdemont el protagonismo que el 'expresident' exige en un plan de refundación del independentismo del que se siente motor, caudillo y máximo exponente.

Foto: El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

El secretario general de JxCAT también le reprochó a Aragonès que no hubiese consultado con él de manera previa el contenido de una conferencia que para la mayoría de los catalanes, si pecó de algo, fue de anodina. En cambio, todo apunta a que en Waterloo el discurso presidencial cayó como una bomba.

Si Aragonès quiere la unidad independentista, necesitará algo más que una conferencia

Aragonès perseguía la unidad independentista y antes de 24 horas sus propios socios de gobierno se habían convertido en sus principales críticos. Sin embargo, en el colmo de la incongruencia, Sànchez aseguró que aunque estaban molestos, la estabilidad del Ejecutivo catalán no estaba en peligro.

Crisis tras crisis

La CUP no quiso asistir a la conferencia del MNAC. JxCAT se ha puesto de uñas. Puigdemont se siente ofendido. La unidad que persigue recuperar Pere Aragonès parece más quimérica que nunca.

Foto: Carles Puigdemont. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

La ANC también se ha sumado a las críticas. Como pasa siempre, en caso de duda, esta asociación respalda a JxCAT. La entidad presidida por Elisenda Paluzie denunció en un comunicado que la conferencia de Aragonès desprestigia el mandato del 1-O, que ha sido ignorado en el planteamiento del actual presidente catalán. Por eso anunciaron que “no vamos a participar en una unidad de acción y de movilización en torno a la estrategia planteada por parte del presidente de la Generalitat, que, además, no ha sido consensuada en ningún espacio. Desde la Asamblea estamos en total desacuerdo en pedir concesiones al Estado español en la mesa de diálogo sin preparar alternativas unilaterales”. Por eso la unidad se fue a pique a la primera de cambio. Si Aragonès pretende unificar el independentismo, tendrá que hacer algo más que plantear conferencias 'refundacionales'.

Carles Puigdemont le abrió otro frente a la Generalitat de manera inesperada. El motivo fue la conferencia del presidente catalán, Pere Aragonès, de esta semana para refundar el movimiento independentista y recuperar la unidad de los partidos soberanistas.

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