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Aragonès mantiene su apuesta por la vía pragmática en el primer aniversario electoral
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En el Museo Nacional de Arte de Cataluña

Aragonès mantiene su apuesta por la vía pragmática en el primer aniversario electoral

El 'president' dará este lunes una conferencia ante una representación de la sociedad civil independentista. Marcará distancias con el soberanismo radical y defenderá las posibilidades de la mesa de diálogo

Foto: Pere Aragonès. (EFE/Fernando Galindo)
Pere Aragonès. (EFE/Fernando Galindo)

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, expondrá este lunes las bases del independentismo pragmático que aspira a representar ERC. El presidente catalán se fija en su solemne conferencia política dos objetivos: marcar distancias del independentismo más radical, que encarnaría la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y defender las posibilidades de la mesa de diálogo. Lo hace en un momento clave, con el soberanismo catalán abierto en canal por la crisis en el Parlament a causa del "caso Juvillà", el diputado de la CUP que ha perdido su escaño por haber desobedecido a la Junta Electoral Central durante unas elecciones generales en las que le pidieron que sacara los lazos amarillos de su despacho.

Aragonès aspiraba a utilizar la conferencia, que coincide con el primer aniversario de su victoria electoral, para liderar el proceso independentista en un momento muy complicado. Ahora, después de dos semanas de crisis entre las formaciones soberanistas y con Borràs muy cuestionada, el presidente catalán apuesta por un independentismo centrado, pragmático, que no renuncia a sus principios, pero que los plantea teniendo en cuenta la oportunidad del momento. Aragonès dará su discurso en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, ante una representación de la sociedad civil.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Enric Fontcuberta)

El papel de ERC está muy cuestionado. Tras reunirse con la CUP, los anticapitalistas se mostraron muy críticos con la formación, acusando a Aragonès de seguidismo. Era un contacto dentro de una ronda general del presidente catalán para fijar una posición del independentismo.

El encuentro con la ANC tampoco fue bien. La presidenta de esta entidad, tras la reunión en Palau, le reprochó a Pere Aragonès no tener una hoja de ruta clara para alcanzar la independencia. Es decir, el principal problema que afronta el 'president' en su discurso es la falta de unidad. No sirve de nada decir que se tiene en el Parlament el 52% de los votos totales de Cataluña cuando cada una de las facciones va en un sentido distinto.

Así, JxCAT aboga por una desobediencia y ruptura radical, aunque en la práctica, como ha demostrado Borràs con el caso Pau Juvillà, esta posición es más formal que real. Por su parte, la CUP defiende celebrar un nuevo referéndum unilateral, algo a lo que se opone ERC, por considerar que en este momento no hay consenso suficiente, pero también los 'juntaires' de Carles Puigdemont, a juicio de los cuales esta alternativa supone traicionar el espíritu del 1-O.

Unidad rota

El principal objetivo de la conferencia de Aragonès es poner las bases para recomponer la unidad del independentismo después de dos semanas muy convulsas. No ha sido culpa del presidente catalán, sino de la posición de máximos en la que se colocó Borràs en el Parlament, anunciando que la defensa de Juvillà iba a ser el gran momento de unidad independentista ante el Estado español y resultó justo lo contrario.

La conferencia de Aragonès llega en un momento de ruptura y desmovilización

Cuando se ha cuestionado que no es el momento, precisamente por esta situación de gran tensión entre las fuerzas soberanistas, desde Palau argumentan lo contrario: que es justo ahora cuando hace falta un gesto de autoridad presidencial para recomponer la unidad independentista.

Silencio de otros

Pere Aragonès no solo quiere contraponer un discurso realista a la hipérbole revolucionaria de Borràs. También se trata de mostrar un discurso, por muy moderado que sea, frente al silencio de Carles Puigdemont, que desde Bruselas ha preferido callar sobre una crisis en la que nadie del sector independentista ha salido bien parado, mientras que la oposición constitucionalista solo ha tenido que contemplar el desastre y obtener réditos políticos y electorales.

Foto: La presidenta del Parlament, Laura Borràs. (EFE)

La conferencia coincide con el día en que Borràs ha convocado la Junta de Portavoces para justificar su posición. El plan de la presidenta del Parlament se ha centrado en culpar a Aragonès de no aceptar un plan de desobediencia conjunta. Pero dicho plan de desobediencia eran apenas diez líneas que, entre otras cosas, planteaba que "se mantendrá desobediencia a cualquier futura inhabilitación. Todos los grupos se comprometen a no cubrir eventualmente vacantes por inhabilitación, sin perjuicio del derecho de los diputados a renunciar voluntariamente al escaño". Y añadía que la Generalitat "se compromete a obedecer al Parlament incluso en contra de resoluciones judiciales o administrativas". La propuesta no tuvo mayor recorrido.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, expondrá este lunes las bases del independentismo pragmático que aspira a representar ERC. El presidente catalán se fija en su solemne conferencia política dos objetivos: marcar distancias del independentismo más radical, que encarnaría la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y defender las posibilidades de la mesa de diálogo. Lo hace en un momento clave, con el soberanismo catalán abierto en canal por la crisis en el Parlament a causa del "caso Juvillà", el diputado de la CUP que ha perdido su escaño por haber desobedecido a la Junta Electoral Central durante unas elecciones generales en las que le pidieron que sacara los lazos amarillos de su despacho.

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