Puigneró ficha a un guionista que pidió pegar un tiro en cada pierna a Pedro Sánchez

El vicepresidente catalán, Jordi Puigneró, ya tiene quien le escriba. O, al menos, quien le escriba sus discursos: se trata de Jordi Caballé, un guionista de los que ha dado que hablar en los últimos meses y que hasta ahora se ocupaba de confeccionar los textos del controvertido espacio de Catalunya Ràdio ‘El Búnquer’, cuyo nombre lo dice todo: conducido por Jair Domínguez y Lluís Jutglar (Peyu), en este dudoso programa de humor el guion llegó a pedir un tiro en cada pierna para Pedro Sánchez.

El pasado 10 de diciembre, Puigneró contrató a Jordi Caballé para asesorarle “en el ámbito de la comunicación institucional y elaborar documentos que le sirvan de apoyo a sus intervenciones públicas”. El cometido de Caballé se extiende también a “analizar y proponer medidas para impulsar fórmulas de proyección y conocimiento de la actividad departamental”, así como “valorar el impacto de las actuaciones del Departamento en los medios y el análisis del contenido informativo elaborado por los diversos medios de comunicación”. Su salario será de más de 60.000 euros anuales, ya que tendrá la retribución de un funcionario de nivel 24.4 y un complemento especial de 28.265,16 euros.

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En su página web, Caballé se define como especialista en 'marketing' y textos publicitarios, en conceptualización de campañas de publicidad, ideas y proyectos, en creación de narrativas, argumentos y relatos de marca y en creación de “contenido de marca”. El tiempo dirá si el denostado y caído en desgracia Jordi Puigneró puede marcar perfil con esta ayuda. Lo cierto es que el vicepresidente catalán ha sido puesto en el punto de mira incluso por los suyos: de hombre fuerte de Carles Puigdemont en el Govern ha pasado a ser el primero de la lista para reemplazar e, incluso, se le ha buscado sustituto: ocuparía la vicepresidencia el actual consejero de Economía, Jaume Giró.

El motivo de esa caída en desgracia hay que encontrarla en varios episodios que han minado la credibilidad y gestión del propio Ejecutivo que preside Pere Aragonès: el colapso de la web de Sanidad fue uno de sus primeros errores monumentales. El Govern decidió que el pasaporte sanitario sería obligatorio en los foros deportivos y en los restaurantes, lo que provocó un colapso de la página. En círculos de telecomunicaciones, se considera que ese fallo fue absurdo, puesto que, ante la previsión de una demanda (se esperaba que todos los ciudadanos lo solicitasen inmediatamente), lo que debería haber hecho la Generalitat es contratar más servidores y asunto concluido. El tema, que dependía de Puigneró, hizo que la entrada en vigor del certificado tuviese que retrasarse una semana y, aun así, continuaron los problemas para acceder al portal.

En la cuerda floja

Los continuos fallos de la red de Cercanías, también dependiente de vicepresidencia, han sido otro de los grandes problemas con los que ha tenido que lidiar las últimas semanas Puigneró, después de que Renfe decidiese ceder el traspaso de competencias, con la consiguiente protesta de los sindicatos del comité de empresa. Y eso pasaba en un momento en que el propio vicepresidente reclamaba también la gestión del aeropuerto de El Prat.

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Otro de sus errores fue el ciberataque que recibieron los servidores de la Generalitat el pasado 3 de diciembre, que invalidó algunos de los servicios durante más de tres horas y afectó a más de 2.000 aplicaciones. Según fuentes relacionadas con la ciberseguridad, el tráfico no se hubiera colapsado si el Govern hubiera hecho las cosas bien: la red de la Administración autonómica está conectada por una sola línea telefónica a internet con 12 Gbps. Desde hace años, los ataques de piratas informáticos se sitúan entre 200 y 400 Gbps. Para evitar que se produzcan denegaciones de servicio, lo que se debería haber hecho es contar con más líneas de conexión a la red.

Por si fuera poco, el contrapeso que Puigneró puede hacer en el Govern para marcar el perfil de JxCAT es casi nulo, por lo que sectores de su formación han sondeado a Puigdemont por si fuera conveniente cambiarlo por otro hombre capaz de marcar a Aragonès.

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De momento, sin embargo, es demasiado pronto para provocar una crisis de Gobierno, aunque la gestión de Puigneró en seis meses de legislatura pueda considerarse de récord de desastres. A falta de esa remodelación del Govern, el vicepresidente está dispuesto a blindarse y, especialmente, a relanzar su imagen. Está por ver qué podrá significar la llegada de Caballé a la 'conselleria'.

El discurso de William Wallace

El guionista, que ya ha actualizado sus perfiles con su nuevo puesto, figuraba desde diciembre de 2020 en el elenco de El Corral de l’Humor, la empresa que produce los programas ‘Bricoherois’ en TV3 y ‘El Búnquer’, en Catalunya Ràdio.

‘Bricoherois’ ha sido un polémico espacio, multado por realizar publicidad encubierta de productos. En el programa, se hace burla cotidianamente contra España (en uno de los episodios, emitido el pasado mes de julio, los protagonistas prefieren una esvástica a una bandera nacional) y uno de sus mensajes más repetidos es el de "Puta España". En otro episodio, afirmaban que los españoles son ladrones y uno de los presentadores alardeaba que tiene un perro especializado en "olerlos" para que no le roben la cartera. También enseñan a fabricar adoquines para lanzar contra la Guardia Civil.

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El pasado 25 de octubre, el director de TV3 decidió retirar un episodio en el que los presentadores reclamaban una felación de la reina Letizia y de la infanta Leonor, de 15 años de edad. El episodio, no obstante, fue difundido por las redes por los mismos presentadores y por la productora, con el aplauso enfervorizado del independentismo más radical. El propio Jordi Caballé lanzó un mensaje reproduciendo el 'gag', que le había hecho llegar Peyu. “Pues nada, como ha sido censurado, lo amplificaremos un poco y así llegará a más gente de la que la hubiese visto si no hubiese sido censurado”, decía sobre este episodio el ahora asesor de Puigneró.

En ‘El Búnquer’, los presentadores hablaban de formalizar una mesa de diálogo, a la que enviarían a Phoolan Devi, la famosa Reina de los Bandidos abatida a tiros en la India, para hacerle “¡Pam! ¡Pam! Un tiro en cada rodilla. Ahora sí que te sentarás, Pedro, ahora sí que me escucharás, ahora sí que dialogaremos”. Este programa, cuyo guion pasaba por las manos de Caballé, cuesta a las arcas públicas unos 140.000 euros al año. Ahora, además, del dinero de todos los catalanes saldrá el salario de un guionista que presume de conocer de memoria el discurso de William Wallace en ‘Braveheart’. La épica trasnochada vuelve a la sede del Govern.

De las barricadas a los despachos

Pero no es el único fichaje estrella de Puigneró. El pasado 18 de noviembre, el vicepresidente firmó un contrato de 26.100,91 euros con la Associació per la Promoció Cultural i la Participació Popular para “la asistencia técnica en los actos institucionales y alquiler, sustitución y reparación de equipos audiovisuales del Departamento de Vicepresidencia”. El contrato, que estará en vigor durante el año 2022, se refiere solamente a los eventos que se celebren dentro de la sede de Vicepresidencia, según un informe interno de justificación del mismo.

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Entre el cometido de la asociación que se ocupará de esa tarea se encuentra no solo asesorar o proponer la adaptación de las instalaciones para las ruedas de prensa o actos públicos, sino también la asistencia técnica y la reparación o sustitución del material y los equipos audiovisuales necesarios para garantizar el correcto desarrollo de estos eventos.

Se da la curiosa circunstancia de que el presidente de la Asociación que se llevó el contrato, Andreu Curto, fue condenado en 2018 por coacciones y daños, aunque absuelto de desórdenes públicos. La condena se debe a su actuación como 'piquete informativo' durante la huelga general de 29 de marzo de 2012: en el barrio de Sants quiso cerrar por las bravas al hotel Vinci (los trabajadores del establecimiento se acogieron a su derecho a trabajar), rompiendo cristales y macetas y arrojando al interior dos bengalas. Curto era militante de la organización radical juvenil Maulets y del Casal Popular Panxampla. Ese día fue detenido y estuvo en prisión 24. Desde entonces, el independentismo ha impulsado una intensa campaña en su apoyo. Entre 2012 y 2019, se llegaron a realizar varios conciertos para pedir su absolución (en ellos participaron desde Obrim Pas hasta Los Turbolentos, Sants Estació, DJ Rambla o Giuseppe Tangana).

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El día de su juicio, un centenar de activistas se concentraron ante los juzgados barceloneses. Entre ellos, estaban las diputadas de la CUP Eulàlia Reguant y Gabriela Serra. Curto fue finalmente condenado a un año de prisión y una multa de cuatro meses a razón de siete euros al día, así como al pago de una responsabilidad civil de 1.268 euros por el delito de daños. Tuvo que sufragar también la mitad de las costas.

El activista de Maulets tendrá ahora en sus manos la organización de los principales actos del vicepresidente catalán. Que estos salgan impolutos y no haya problemas. “Las necesidades se concretan en el hecho de disponer de apoyo y asistencia técnica en los actos institucionales que requiera el Departamento, así como garantizar que todos los sistemas audiovisuales funcionen de manera óptima”, rezan las bases del contrato otorgado por Puigneró. Eso, claro, si ningún piquete informativo interrumpe un acto oficial del vicepresidente.