La CUP pone contra las cuerdas al Govern con una enmienda a la totalidad de los presupuestos

La CUP ha puesto entre la espada y pared al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès: presentará enmienda a la totalidad a los presupuestos para 2022. Ello significa que los números que han pactado ERC y JxCAT no son del agrado de los anticapitalistas, que piden un acuerdo de máximos basado en avances en el camino hacia la autodeterminación, un giro a la izquierda y el compromiso expreso de abandonar determinados proyectos, como la organización de los JJOO de 2030. Así, el 'president' ha reaccionado rápidamente y ha convocado una reunión este martes por la tarde con su 'conseller' de Economía y Hacienda, Jaume Giró, y los dirigentes de la CUP para pedir que rectifiquen.

Durante el fin de semana pasado, las bases de la CUP discutieron el posicionamiento de la organización. Ahí está una de las características de la organización radical: en esas asambleas participaron 462 militantes y simpatizantes de la CUP. Son las 462 personas sobre las que recae la responsabilidad de que Cataluña tenga presupuestos o no el año que viene. De momento, el núcleo duro de la CUP ha ganado la primera batalla, ya que la opción de presentar una enmienda a la totalidad fue apoyada por el 63% de los votos, mientras que solo el 33% optó por abstenerse y permitir la tramitación de las cuentas.

Los nueve diputados de la CUP se convertirán, así, en los verdugos de ERC y de JxCAT. En los próximos días, los anticapitalistas intentarán negociar con los otros dos grandes partidos independentistas una solución para desencallar la situación. Eulàlia Reguant, portavoz de la CUP, dejó un resquicio de esperanza de que la situación se pueda revertir: “La enmienda a la totalidad se puede retirar. Solo tenemos que ver qué elementos son útiles para desencallar la situación. Es hora de movilizar espacios de debate y que se ponga sobre la mesa la posibilidad de que este país avance hacia la autodeterminación. Pero son ERC y JxCat quienes deben decidir, porque negociar a la baja el acuerdo de investidura no es una buena solución”, dijo Reguant este martes en la presentación de los resultados de la consulta a las bases.

Tres enmiendas en una

Esta última afirmación deja a Pere Aragonès con el agua al cuello. La CUP plantea una enmienda a la totalidad que, en realidad, según explicó Reguant, son tres enmiendas: la primera es para redefinir la relación de Cataluña con el Estado español. “En estos momentos, hay un estancamiento de la situación y una suspensión de la democracia, al tiempo que continúa la represión. La enmienda es por no avanzar en las herramientas para autodeterminarnos”, subrayó la dirigente cupera. En ese ámbito se oculta la estrategia de la CUP de mantener la inestabilidad social y política frente al Gobierno español. Porque a la "incapacidad colectiva para generar condiciones que permitan avanzar hacia la autodeterminación se añade la intención de no normalizar ni la relación con el Estado ni con el PSOE".

La segunda ‘enmienda’ es para “rechazar el modelo sociovergente que deberíamos haber dejado atrás. No hay un giro a la izquierda más allá de las palabras. Lo hemos visto con las negociaciones con AENA [relacionadas con la ampliación del aeropuerto de El Prat]. En el tema de los JJOO, el Govern ha reaccionado rápido, pero esa rapidez contrasta con la parálisis en otros temas, como en el tema de la energía nuclear, que consideramos que es urgente”. La tercera enmienda es para rechazar unos presupuestos “que consideramos que son continuistas, a pesar de algunas mejoras, pero son claramente insuficientes en temas como la vivienda, la sanidad y en materializar un giro económico del país”. El rayo de esperanza apuntado por Reguant, pues, es un espejismo: los cuperos no darán su brazo a torcer, al menos por el momento, y dejan al Ejecutivo catalán en un limbo muy comprometido.

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Agencias

Porque, ante estas exigencias, que la CUP no está dispuesta a rebajar, el acuerdo se vislumbra muy difícil y se hace necesario buscar apoyos más allá del arco independentista. ¿Puede el Govern optar por otros socios como los socialistas y los comunes? La oferta de ambos está ahí: han mostrado su predisposición a dar luz verde a las cuentas del año próximo. Pero Reguant advirtió este martes que, “si lo que quiere el Govern es un giro a la izquierda y avances en la autodeterminación, que miren muy bien con quién negocian”. Las preferencias de los dos socios de gobierno no son las mismas: ERC prefiere a los comunes y JxCat, a los socialistas. “Pero que no intenten poner la responsabilidad de sus desavenencias sobre la CUP”, advirtió Eulàlia Reguant.

La formación anticapitalista ha activado ya la Coordinadora Oberta Parlamentària (COP) para ir debatiendo los avances en la negociación con ERC y JxCat. La COP está formada por las asambleas territoriales y las candidaturas electorales, así como a los representantes de las 11 organizaciones que integran la CUP. El margen de negociación es de menos de una semana, ya que el día 22 de noviembre por la mañana (o sea, el próximo lunes) se han de votar los presupuestos.

La formación anticapitalista ha activado ya la Coordinadora Oberta Parlamentària (COP) para ir debatiendo los avances en la negociación

Aragonès está en un serio dilema: la moderación y el pragmatismo que había prometido y visualizado al inicio de la legislatura han saltado por los aires. El dirigente de ERC está prisionero de sus pactos con los anticapitalistas, que ahora le aprietan para que cumpla con lo firmado poco después de los comicios. No hay que olvidar que la CUP fue el primer partido con el que los republicanos llegaron a un acuerdo de legislatura. El primer aviso de que la legislatura no será fácil es la enmienda a la totalidad de los presupuestos que presenta la CUP, que hace solo unos meses era el socio preferente de Aragonès.