El núcleo duro de Puigdemont creó un ente opaco en Luxemburgo vinculado a CATGlobal
La Casa de la República ASBL mantuvo apenas cinco meses de actividad en 2019. Estuvo presidida por Laura Costa, actual directora general en la Generalitat
El núcleo duro de Carles Puigdemont creó en 2019 una entidad fantasma en Luxemburgo, una asociación sin afán de lucro denominada Casa de la República ASBL, con sede en el Gran Ducado, país conocido por su opacidad fiscal. Casa de la República ASBL tuvo una vida efímera, de apenas cinco meses, según consta en la documentación del Registro Mercantil de Luxemburgo, y se desconoce qué uso se hizo de esta estructura jurídica desde Waterloo. Pero todos sus fundadores eran miembros del núcleo duro del expresidente catalán y la asociación luxemburguesa estuvo vinculada a CATGlobal ASBL, entidad belga que da cobertura legal y financiera a las actividades de Puigdemont como presidente del Consell per la República.
La presidenta de Casa de la República ASBL era Laura Costa Olivé, en la actualidad directora general de la Generalitat y que entonces venía de ser jefa de prensa de Puigdemont; de secretario ejercía el senador y amigo personal del líder independentista Josep Maria Matamala, y el tesorero era el informático Jaume Cabaní, quien además aparece en los documentos como representante de CATGlobal ASBL, con lo que se cierra el vínculo entre Bruselas y Luxemburgo.
Casa de la República es el nombre con que los independentistas denominan la mansión de Waterloo que sirve de sede al Consell per la República. La vida de Casa de la República ASBL como entidad fue fantasmal. Se creó el 15 de enero de 2019, cuando la Comisión Europea había rechazado que CATGlobal ASBL se personase como 'lobby' ante la UE y Puigdemont estaba inscribiendo la fallida Crida per la República como partido político. Cinco meses después de su registro, se liquida el 15 de junio de 2019, dos días después de que el Tribunal Supremo dejase visto para sentencia el juicio del 'procés'.
Josep Maria Matamala fue secretario de esta entidad luxemburguesa entre mayo y junio, periodo en que también ocupó un puesto como senador. Nunca informó de esta actividad. Tampoco lo hizo Puigdemont, que como eurodiputado sí notificó al Parlamento Europeo que estaba recibiendo “apoyo económico, de personal o de material, recibido de terceros” por parte de CATGlobal ASBL, pero nunca habló de la entidad luxemburguesa, donde CATGlobal estaba representada a través de la figura de Jaume Cabaní.
Se ha preguntado al senador Matamala si en ese periodo de tiempo estuvo vinculado a entidades que vehicularan donaciones opacas, pero legales, a CATGlobal ASBL. No ha habido respuesta. Y en la forma de financiación de CATGlobal ASBL y CATCiP AISBL, las estructuras jurídicas que respaldan la actividad de Puigdemont en Bélgica, es donde radica uno de los históricos problemas de falta de transparencia del Consell per la República, ya que de los más de 100.000 socios no todos pagan la cuota. De hecho, en las pasadas elecciones solo votaron 22.584 personas. Por cierto, para votar había que estar al tanto del pago. Todo apunta a que son las donaciones y no las cuotas de los socios la principal fuente de ingresos de Waterloo.
Carrera meteórica
La carrera de Laura Costa ha sido tan meteórica como fugaz fue su presidencia al frente de la entidad luxemburguesa Casa de la República ASBL. En 2018 era la jefa de prensa de Puigdemont. En septiembre de 2020 entra en la Generalitat, donde va prosperando siempre en departamentos vinculados a JxCAT. Primero como jefa de prensa de Cultura. Tras un breve periodo, como jefa de comunicación de Exteriores. El pasado mes de julio, la nombran directora general de la 'conselleria', pese a que carece de experiencia diplomática: su formación es de relaciones públicas, como consta en su currículo oficial en la Generalitat.
Con un sueldo de 88.243 euros brutos anuales, según el portal de transparencia de la Generalitat, Laura Costa ha asumido la Dirección General de la Cataluña Exterior, que tiene entre sus competencias: “Velar por la incorporación de los catalanes y catalanas en el exterior y de las entidades en las que se organizan, en el diseño y desarrollo de las diferentes políticas sectoriales de la Generalitat cuando estas sean de interés para este colectivo”, tal y como describe la web de Exteriores.
No se especifica si todas estas estructuras de Puigdemont en Bélgica se incluyen en “las entidades en que se organizan” los catalanes independentistas fuera de Cataluña. El Confidencial se ha puesto en contacto con Laura Costa para elaborar esta información, quien ha preferido no responder a nuestra petición. La actual jefa de prensa de Puigdemont también está a sueldo de la Generalitat.
Los vínculos del liquidador
El tercero en discordia en Luxemburgo es Jaume Cabaní, junto a Matamala uno de los primeros colaboradores de Puigdemont en Bélgica y que llegó a tener a su nombre hasta una decena de cuentas bancarias, a través de las cuales se movía dinero para pagar costes del mundillo de Waterloo. Cabaní tocó todos los palos hasta que fue desplazado en la gestión económica por el publicista Sergi Miquel, quien asumió la gestión del entramado legal un mes después de que se liquidase la entidad luxemburguesa.
El encargado de la liquidación fue un abogado de origen belga que vive en Suiza, según consta en su LinkedIn. Se trata de Pieter van Ysseldijk, fundador de una plataforma cooperativa para operar con criptodivisas, Isonom. Pieter van Ysseldijk declara como su dirección en Luxemburgo la sede de Casa de la República ASBL, en el número 29 de la Avenue Monterey de la capital del Gran Ducado.
Para liquidar el ente en Luxemburgo, se recurrió a un abogado vinculado al 'procés'
Desde 2018, Van Ysseldijk asumió el cargo de administrador solidario de una empresa con sede en Barcelona, la 'fintech' Chip Chap Payments SL, una firma de intercambio de dinero que integraba tanto medios de pago tradicionales como alternativos y criptodivisas. En septiembre de 2020, fue declarada por un juzgado de Castellón empresa insolvente, con su correspondiente publicación en el BOE, salpicada por una estafa de robo de bitcoins.
Se da la circunstancia de que el accionista de Chip Chap Payments es Entropy Factory, la firma del empresario informático Vicent Nos Ripollés. Este compareció como testigo el 6 de marzo de 2019 en el juicio del 'procés' en el Tribunal Supremo. Vicent Nos repitió lo que ya había declarado en el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona: que en agosto de 2017 fue convocado a una reunión en el Palau de Pedralbes de Barcelona con una quincena de personas, entre las que estaban Oriol Junqueras y Marta Rovira, para crear un sistema de voto telemático para el 1-O. El informático pidió medio millón de euros y aseguró bajo juramento que el encargo se rechazó porque no tenían tiempo. Cuatro meses después de declarar ante Manuel Marchena, el administrador de Vicent Nos, Van Ysseldijk, liquidaba Casa de la República ASBL en Luxemburgo. Con lo que Vicent Nos ante sus señorías tal vez contó la verdad, pero desde luego no fue toda la verdad. La persona que presidía el encuentro en el Palau de Pedralbes en 2017 era Carles Puigdemont.
El núcleo duro de Carles Puigdemont creó en 2019 una entidad fantasma en Luxemburgo, una asociación sin afán de lucro denominada Casa de la República ASBL, con sede en el Gran Ducado, país conocido por su opacidad fiscal. Casa de la República ASBL tuvo una vida efímera, de apenas cinco meses, según consta en la documentación del Registro Mercantil de Luxemburgo, y se desconoce qué uso se hizo de esta estructura jurídica desde Waterloo. Pero todos sus fundadores eran miembros del núcleo duro del expresidente catalán y la asociación luxemburguesa estuvo vinculada a CATGlobal ASBL, entidad belga que da cobertura legal y financiera a las actividades de Puigdemont como presidente del Consell per la República.
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