El PSC mantiene su oferta de apoyar las cuentas de Aragonès si acaba fallando la CUP
La Generalitat ha mejorado la propuesta para lograr el respaldo de los 'cupaires': cambios en los Mossos, 3.000 nuevas viviendas y mejoras en la educación infantil
El PSC mantiene su propuesta de plan B para los presupuestos de la Generalitat, los primeros que presenta Pere Aragonès como presidente catalán, en caso de que la CUP se caiga como socio preferente del Ejecutivo catalán. Así se cumpliría la máxima que lanzó el 'conseller' de Economía, Jaume Giró, cuando presentó sus cuentas: "O presupuestos o presupuestos". O con la CUP o con el PSC. El Govern está intentando mejorar su oferta para conseguir el respaldo de los 'cupaires', pero estos todavía dicen que las posiciones se encuentran muy alejadas.
El partido de Salvador Illa espera que los llamen durante diciembre si la CUP persiste en su postura actual. Fuentes socialistas explican que no vincularán la negociación de la Ley de Presupuestos a cuestiones ajenas, como sería la renovación de órganos como la CCMA, la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (TV3), ya que consideran que las cuentas son demasiado importantes como para mezclar cosas.
Para los socialistas, la cuestión es influir en el Gobierno catalán y romper la actual mayoría independentista en el Parlament, la que llevó a Aragonès a la presidencia de la Generalitat.
ERC, por el contrario, intenta consolidar justo esta mayoría que ahora está en peligro. La CUP somete a partir de mañana a las asambleas de sus bases el apoyo a los presupuestos y también si seguir negociando las cuentas. La previsión es que las asambleas voten en sentido negativo y que la próxima semana los anticapitalistas presenten una enmienda a la totalidad. Después, quedará un mes para seguir negociando. Y, durante ese tiempo, podrán seguir apretando al actual Gobierno de coalición en Cataluña hasta el 22 de diciembre, fecha límite para retirar la enmienda. Hasta entonces, la carta del PSC estará sobre la mesa para que Giró pueda llevar a cabo su promesa de “presupuestos o presupuestos”.
Resulta evidente que los socialistas exigirán algunas modificaciones en las cuentas, pero nada que impida un acuerdo de última hora que, en caso de llevarse a cabo, tendría aires tanto de tripartito como de sociovergencia, los dos pecados originales de cualquier buen independentista.
Mejora de la oferta
La Generalitat ha mejorado su oferta para que la CUP bendiga estos presupuestos. Se han puesto sobre la mesa 3.000 viviendas nuevas que se iniciarían este año; que las clases de P3 (de dos a tres años) y Primaria sean de 20 niños como máximo y no con una ratio de 25, como ahora; que los Mossos, en concreto el cuerpo de la Brimo, actúen menos en los desahucios; más protección a las víctimas de la violencia machista, y que el servicio de atención telefónica 061 deje de estar externalizado. No ha sido suficiente.
ERC valora a la CUP como socio prioritario para evitar injerencias de Madrid
La prioridad de ERC es que la CUP vote sí a los Presupuestos, o que se abstenga, en la versión rebajada que ha planteado Giró. ERC prima a la CUP por una visión estratégica, no por una apuesta por los antisistema. Aragonès no quiere acabar como Jordi Pujol, con aquella última legislatura agónica apoyado por el PP. O como Artur Mas, que acabó haciendo una campaña electoral acudiendo al notario para comprometerse a que nunca pactaría con los populares. El 'president' traza un planteamiento contrario: la clave es pactar lo necesario en Madrid, tal y como están haciendo ahora los republicanos, pero sin que los partidos nacionales puedan resultar determinantes en el Parlament.
Los próximos días serán complicados y tensos. La CUP ya está pidiendo más tiempo, lo que implicaría una prórroga presupuestaria que Jaume Giró quiere evitar a toda costa. El PSC sigue a la espera, sabiendo que su voto afirmativo a las cuentas rompe la estrategia principal de Aragonès y que vincula, como en la época de Pujol, los pactos de Madrid con los que se producen en el Parlament. Acuerdos cruzados, el entorno en que los socialistas se sienten más cómodos y justo el que ERC quiere evitar a toda costa.
El PSC mantiene su propuesta de plan B para los presupuestos de la Generalitat, los primeros que presenta Pere Aragonès como presidente catalán, en caso de que la CUP se caiga como socio preferente del Ejecutivo catalán. Así se cumpliría la máxima que lanzó el 'conseller' de Economía, Jaume Giró, cuando presentó sus cuentas: "O presupuestos o presupuestos". O con la CUP o con el PSC. El Govern está intentando mejorar su oferta para conseguir el respaldo de los 'cupaires', pero estos todavía dicen que las posiciones se encuentran muy alejadas.
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