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DENUNCIA DE VOX

Un cartel hispanófobo lleva a los cachorros de la CUP a los juzgados

Los radicales de Arran equiparan a los españolistas con machistas, homófobos, fascistas y racistas: "Compórtate o recibirás". La pancarta fue desplegada durante la celebración de las fiestas de un barrio de Barcelona

Foto: Pancarta de Arran.
Pancarta de Arran.

Los cachorros de la CUP, agrupados en la organización Arran, han elevado la temperatura política de las calles de Barcelona este otoño. Una pancarta amenazando a los españolistas ha acabado en los juzgados barceloneses, que deberán determinar si el mensaje incluido en ella puede constituir un delito de odio tras una denuncia interpuesta por Vox. En el cartel, las juventudes radicales equiparan el españolismo con el fascismo, el machismo, el racismo y la LGTBIfobia. La estrategia de tensar el espacio público ha comenzado a dar sus frutos. “Compórtate y recibirás”, advirtieron.

La tensión se disparó con motivo de las fiestas del barrio del Clot, que fueron especialmente movidas este año. Para empezar, el pregón se encomendó a Adrià Catasús, un activista condenado por golpear con el palo de una bandera a un policía durante una manifestación en 2018. La politización del evento ya sentó mal en algunos sectores, aunque no hubo protestas públicas por ello. En cambio, los incidentes se multiplicaron durante el pasado fin de semana.

Foto: El diputado de la CUP Xavier Pellicer. (EFE/Andreu Dalmau)

Tanto, que Arran emitió un comunicado denunciando “una ola de agresiones y robos”. “La crisis perpetua que estamos viviendo acentúa todas las violencias que ya previamente existían”, y aseguraban: “No nos quedamos en el odio fácil que pregona el fascismo. Nadie roba o busca gresca porque quiere, sino porque hay unas condiciones que te llevan a hacerlo. Nuestra apuesta no pasa por que los detengan, sino por que se solucionen los problemas de fondo”. El mismo 6 de noviembre, una ‘manada’ de delincuentes salió de ‘caza’ (según denunció la Federación de Entidades del Clot-Camp de l’Arpa) y cometió ataques homófobos contra los asistentes a la fiesta.

Ante los incidentes, la organización juvenil plantó una pancarta en plena vía pública que decía: “No hay espacio para actitudes machistas, LGTBIfóbicas, españolistas, fascistas, racistas y clasistas”. Y terminaba con un mensaje claramente diferenciado con grandes letras: “Compórtate o recibirás”. En las redes sociales, Arran escondió esa pancarta, aunque sí difundió otra con el lema 'Luz entre nosotros. Fuego a los agresores', la misma proclama que había hecho servir en algunos de sus comunicados.

El primer partido en revolverse contra el mensaje de Arran fue Vox. Antonio García, coordinador de la formación en el distrito de Sant Martí, presentó este martes ante los juzgados una denuncia contra el texto de la pancarta por incitación al odio. Esta iniciativa provocó un alud de apoyos a través de las redes sociales.

Un mensaje hispanófobo

José Domingo, presidente de Impulso Ciudadano, lamenta, en declaraciones a El Confidencial, la provocación de los cachorros de la CUP. “Normalmente, en las fiestas tienen consignas muy similares. Ya he visto ese mensaje en algunos sitios”, subraya. La amenaza ha sido contabilizada como uno más de los episodios del anuario que el Observatorio sobre la Violencia Política lleva recopilando desde 2019. Esta entidad recoge todas las acciones de violencia que, amparadas en la política, se realizan en Cataluña.

“El mensaje de la pancarta tiene todas las trazas de ser un episodio más de hispanofobia, ya que, tal y como está redactado, tiene unas connotaciones peyorativas claras”, defiende Domingo. Según la Generalitat, apenas existe violencia política en la comunidad, pero lo cierto es que no pasa una semana sin que haya algún ataque de radicales independentistas contra partidos constitucionalistas, o amenazas a dirigentes o militantes ‘unionistas’. La razón que da la Administración para no contabilizar estos episodios es que sus autores hacen uso de la libertad de expresión, aunque en los anuarios del Govern sí se recogen todas las actitudes en contra de los soberanistas.

Foto: Una persona tira una valla durante la Diada. (Reuters)

Impulso Ciudadano se ha tomado el asunto en serio y no descarta poner, esta misma semana, el tema de la pancarta amenazante de Arran en manos de la Fiscalía “por si pudiera ser constitutivo de un delito de odio”.

Raül Moreno, portavoz adjunto del PSC en el Parlament, apunta que con estos actos los radicales de Arran “reproducen actitudes fascistas que dicen que son las que quieren denunciar. Y lo hacen con la complicidad de la CUP, el partido antisistema parlamentario que ha permitido que la derecha lleve 10 años gobernando en Cataluña”. “Desde el PSC, hemos denunciado las agresiones y las actitudes violentas hacia nuestros militantes y nos sorprende poco lo que puedan decir. Lo cierto es que ante la falta de ideas y de propuestas, quieren decir algo muy fuerte para salir en la prensa. Y en su parroquia sienta bien lo que digan, porque tienen una capacidad autocrítica muy baja”, resalta.

Colectivos supremacistas independentistas

El dirigente socialista enfatiza el enfoque supremacista de algunos colectivos independentistas, que “consideran al español como un ser diferente e inferior, mientras que ellos se consideran una raza superior. Este concepto es el que, de alguna manera, compone el nacionalismo. Aquí también hay que hablar de que estos colectivos buscan hacer de la inestabilidad una línea política y pretenden hacer de la convivencia algo inestable. Desgraciadamente, esta actitud forma parte del discurso de odio que ellos mismos critican”.

Foto: Una concentración convocada por los CDR en Barcelona. (EFE)

Nacho Martín Blanco, portavoz de Ciudadanos, es de similar opinión. “Políticamente, la pancarta de Arran es un hecho aberrante —señala a El Confidencial—, aunque desgraciadamente forma parte de la cotidianeidad de Cataluña. Asimilar el españolismo a actitudes machistas, racistas o fascistas es un auténtico disparate. Forma parte de un discurso ramplón de ciertos sectores independentistas que asimilan todo lo que tenga que ver con España con fascismo o franquismo”.

Para Blanco, “la amenaza es muy grave, pero no hay que olvidar que Arran es la organización que reventó a martillazos la sede de Ciudadanos, aunque también las de otros partidos que no comulgan con el ultranacionalismo recalcitrante. Pero lo que verdaderamente produce vergüenza es que ese lenguaje se consolide en el debate público. Recuerdo, por ejemplo, cuando Raül Romeva [exconsejero de Exteriores condenado por el 1-O] calificó a los asistentes a una manifestación constitucionalista de falangistas. El verdadero peligro es que dirigentes con responsabilidades políticas asuman ese lenguaje y esos conceptos”. Para el portavoz de Ciudadanos, “las amenazas de Arran hacia el españolismo representan una clara ideología de profunda hostilidad. Me preocupa enormemente”, zanja.

Los cachorros de la CUP, agrupados en la organización Arran, han elevado la temperatura política de las calles de Barcelona este otoño. Una pancarta amenazando a los españolistas ha acabado en los juzgados barceloneses, que deberán determinar si el mensaje incluido en ella puede constituir un delito de odio tras una denuncia interpuesta por Vox. En el cartel, las juventudes radicales equiparan el españolismo con el fascismo, el machismo, el racismo y la LGTBIfobia. La estrategia de tensar el espacio público ha comenzado a dar sus frutos. “Compórtate y recibirás”, advirtieron.

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