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Aragonès ensaya su giro al centro: 'pujolismo' sin renunciar a la independencia a largo plazo

En el debate de política general, hubo también dardos contra JxCAT, Puigdemont y su entorno: "No hay vías mágicas para la independencia"

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE)

El presidente catalán, Pere Aragonès, aprovechó su discurso en el debate de política general para ensayar su giro al centro, que se sustenta en dos estrategias combinadas: ‘pujolismo’ a corto plazo sin renunciar a la independencia a largo plazo. Ese fue el eje de su intervención. A la vez que pedía la gestión del aeropuerto de El Prat, algo que ya había planteado ante el Cercle d’Economía, como hubiera hecho el Jordi Pujol de los mejores tiempos, mantuvo su reivindicación de “autodeterminación y amnistía”. Hubo también dardos contra JxCAT, Puigdemont y su entorno: “No hay vías mágicas para la independencia”.

Pero las claves de su discurso no fueron ninguno de los mantras habituales. La palabra mágica fue 'transformación', hacia una Cataluña más sostenible, más ecológica, más igualitaria y con un modelo de economía más moderno. El tema nacional quedó arrinconado a la inconcreta mesa de diálogo, mientras que quedó muy claro el giro en algunas cuestiones.

Foto: Pedro Sánchez y Pere Aragonès, en Barcelona. (EFE)

Así, se pasó de la moratoria en las renovables pactada con la CUP a un nuevo decreto. “Debemos dar pasos hacia la transición energética. Las energías renovables son las que nos deben permitir descarbonizar nuestras vidas y reducir la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. Vamos muy retrasados y tenemos que hacer un gran salto adelante”. Para añadir: “Si esta transición no la hacemos nosotros, nos la harán desde fuera y siguiendo con el modelo energético extractivista y oligopólico que ha predominado hasta ahora”. La legislatura no empezó así, ni mucho menos.

“El tren de la negociación con el Estado está a punto de arrancar de verdad. Hace pocos días retomamos el proceso y ahora toca profundizar. Trabajamos la metodología y ahora hay que empezar ya la negociación, probablemente de forma discreta. Es el momento de aparcar los tacticismos políticos y subir al tren, de acumular fuerzas y de reforzar, desde dentro y desde fuera, la mesa de negociación, los posicionamientos de la delegación del Gobierno de la Generalitat, de la delegación de Cataluña. No podemos desaprovechar esta oportunidad histórica: es el momento de pensar en el país y en su gente”, insistió Aragonès, porque toda esa transformación pasa por mantener el choque con el Estado en modo pausa gracias a la mesa de diálogo.

Foto: La viceprimera secretaria del PSC, Eva Granados (i), junto al líder de la oposición en Cataluña, Salvador Illa. (EFE)

Muchos de los temas son compartidos con la agenda progresista de Pedro Sánchez. Desde el giro feminista y la preocupación por la 'Cataluña vacía', aquí denominada 'territori'. Así, mientras la política del día a día se llena de contenido, la unilateralidad y la independencia se aparcan 'sine die'.

Mejorar la vida de los ciudadanos

“Tengo la obligación, la voluntad y la obsesión de mejorar la vida de la ciudadanía de nuestro país, de trabajar para la Cataluña entera, de construir una sociedad socialmente justa, económicamente próspera, democráticamente avanzada y plenamente libre”, concluyó el ‘president’.

Si las concreciones marcan el área social, la agenda nacional resulta mucho más vaga. “Y cuando llegue ese momento, que llegará, porque es absolutamente inevitable, cuando podamos decidir el futuro del país en las urnas, pondré todas mis fuerzas a trabajar para que gane el sí, para que gane la opción de la independencia”, proclamó Aragonès, pero sin especificar ni cuándo ni cómo.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE)

Transformación, progreso, justicia social y democracia” es el resumen de su programa, un planteamiento de socialdemocracia de libro, en el que una de las medidas estrella ha sido la gratuidad del ciclo de preescolar para los niños de dos años. Es lo que los republicanos denominan “gestionar el mientras tanto”.

Primer debate

Era el primer discurso de debate de política general de Aragonès. Antes hubo un homenaje a Quim Torra organizado por la presidenta del Parlament, Laura Borràs. El giro que supone la intervención del ‘president’ resulta muy relevante, aunque, ciertamente, poco espectacular.

El ‘president’ aprovechó para hacer un guiño a Puigdemont, pero sin comprarle sus demandas. “Precisamente, por eso somos independentistas. Queremos la independencia de Cataluña porque sabemos que es la única manera de construir un país mejor, más justo, más libre, más próspero. Que es la mejor herramienta para poder ayudar a mejorar la vida de la gente de este país. En el Estado español, los catalanes y las catalanas no tenemos futuro ni libertad, y desgraciadamente lo constatamos cada día, también esta semana pasada con la detención del presidente Puigdemont”. Pero poco más.

El presidente catalán, Pere Aragonès, aprovechó su discurso en el debate de política general para ensayar su giro al centro, que se sustenta en dos estrategias combinadas: ‘pujolismo’ a corto plazo sin renunciar a la independencia a largo plazo. Ese fue el eje de su intervención. A la vez que pedía la gestión del aeropuerto de El Prat, algo que ya había planteado ante el Cercle d’Economía, como hubiera hecho el Jordi Pujol de los mejores tiempos, mantuvo su reivindicación de “autodeterminación y amnistía”. Hubo también dardos contra JxCAT, Puigdemont y su entorno: “No hay vías mágicas para la independencia”.

Pere Aragonès Parlamento de Cataluña
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