El cartel de la Diada de este año desata una bronca política que sirve de aviso a Aragonès
La ilustración tiene un enfoque internacionalista, no recoge la palabra Cataluña, no muestra las cuatro barras, aparca el nacionalismo y obvia las referencias a la independencia
Una agria polémica en redes sociales sobre la falta de combatividad del cartel de la Diada de este año está sirviendo para que Pere Aragonès visualice lo que le espera cuando acuda a la manifestación de este sábado por el 11 de septiembre. Los sectores más radicales del independentismo han cargado contra el cartel por no recoger la palabra Cataluña, por no mostrar las cuatro barras, por su enfoque internacionalista y no nacionalista y por la ausencia de referencias a la independencia. Pere Aragonès y su 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, se hallan en la picota.
El cartel fue presentado en el Palau de la Generalitat el martes sin mayor polémica. Un fondo rosa, una imagen de Pau Casals, una frase internacionalista de este músico, que en pleno franquismo reivindicó la identidad de los catalanes. Además, un pajarillo que seguramente alude a 'El cant dels ocells', la pieza musical más popular de Pau Casals y que aún hoy se toca en muchos funerales.
El martes nadie habló del cartel. Tampoco en la prensa de ayer. Pero, al mediodía del miércoles, en redes empezó un cierto rumor que horas después acabó en clamor, con opinadores del nivel de Pilar Rahola, todos cercanos al entorno de JxCAT. Parecía una idea de laboratorio de partido para desgastar al socio de gobierno por la única vía… la vía simbólica.
El cartel ya no era un cartel, se había convertido en un símbolo de la claudicación de Cataluña ante España y el mundo. Una bajada de brazos que se formalizará en la mesa de diálogo que tiene entre su principales opositores a la ANC y a su presidenta, Elisenda Paluzie. Por eso, la trampa que para Aragonès supone acudir a la manifestación parece hoy más cercana a cerrarse.
Entre las críticas, algunas resultan ciertamente malintencionadas, como las que comparan el cartel de la Diada del Ayuntamiento de Badalona, que encabeza el popular Xavier García Albiol, y el de la Generalitat de Pere Aragonès. Sí, es verdad, el de García Albiol tiene la cuatro barras. Pero este es el nivel del debate independentista en Cataluña. Todo lo simbólico está envenenado.
Algunas injusticias
Algunas críticas son injustas. El cartel de la Diada nunca ha hecho referencia a la independencia. Ni siquiera en los años más duros. Otra cosa es el nivel de abstracción. Una de las críticas más repetidas, incluyendo la de Rahola, es que “parece que el cartel lo han hecho los comunes”. Estos días esto es lo peor, casi más malvado que calificarlo de español. Siempre se tienda a culpar a los comunes de Ada Colau de su falta de compromiso con la causa y, por tanto, del fracaso del conjunto del proyecto soberanista.
⬛️⬜️ Ja som a #MeridianaResisteix!
— Assemblea Nacional Catalana (@assemblea) July 22, 2021
Hi hem repartit les primeres samarretes i bosses de l’11-S i l’1-O d’enguany. El lema ho diu ben clar: lluitem i guanyem la independència!
Aquesta Diada tornarem als carrers i lluitarem per fer efectiu el que vam guanyar a les urnes!#SomEl52 pic.twitter.com/VK6yEnNjbp
Todo en esta Diada de este 2021 hace referencia a la nostalgia. Hasta la camiseta de la ANC piensa más en el 1 de octubre de 2017 que en la Diada actual. El problema de ERC es que su enfoque, más que nostálgico, resulta retro. La ANC evoca lo ocurrido hace cuatro años. ERC y la Conselleria de Presidència se retrotraen hasta al franquismo y a la resistencia catalanista de entonces, dentro de la cual Pau Casals fue una figura icónica. La imposibilidad de mirar hacia adelante del independentismo hace que solo sea posible mirar hacia atrás. En el caso de ERC con el cartel, tal vez el problema es que se han pasado de frenada.
La tensión por el cartel resulta ridícula desde un punto de vista no nacionalista. Pero refleja un problema mucho más grave. Aragonès se esfuerza en mantener cohesionado su Ejecutivo. Pero asesores, partidos, 'spin doctors' y tertulianos de todos los bandos siguen a la gresca y esperando cualquier oportunidad para despellejarse. Y así resulta muy difícil escenificar la unidad.
Una agria polémica en redes sociales sobre la falta de combatividad del cartel de la Diada de este año está sirviendo para que Pere Aragonès visualice lo que le espera cuando acuda a la manifestación de este sábado por el 11 de septiembre. Los sectores más radicales del independentismo han cargado contra el cartel por no recoger la palabra Cataluña, por no mostrar las cuatro barras, por su enfoque internacionalista y no nacionalista y por la ausencia de referencias a la independencia. Pere Aragonès y su 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, se hallan en la picota.
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