Puigdemont recauda 306.000 euros por la venta de su 'carné republicano'
El 7 de abril se despacharon 466 documentos, y el pasado 6 de julio, solo seis. Ante el desinterés por la iniciativa, el 'expresident' anima en las redes sociales a comprar la tarjeta
Más de 306.000 euros se ha ‘levantado’ el ‘expresident’ de la Generalitat Carles Puigdemont con el carné republicano que se inventó y que comercializa a través de las redes el Consell per la República. Fue un pequeño 'boom' que se ha ido desinflando con el paso del tiempo y, en tres meses, las ventas están en cotas muy bajas. De ahí que el líder independentista haya salido a la palestra para animar a adquirir el producto del que espera aún obtener buenos réditos.
Este viernes, Puigdemont lanzó un pequeño anuncio publicitario a través de Twitter, su red favorita, en el que decía: “Hace 3,5 años que estamos derrotando a la represión española en todos los tribunales no españoles y llegaremos hasta el final. Ni detenido ni rendido: libre. Esta es la única vía de retorno. Mientras, ya tengo regularizada mi situación, por si alguien quiere hacer noticia de portada”. En el pícaro mensaje, adjuntaba una foto del documento de ‘identidad digital republicana’, un título sin fecha de caducidad, sin foto, sin firma, sin garantías, sin reconocimiento en ninguna parte y sin aplicaciones reales, pero que reporta un buen puñado de euros a los promotores.
Según el propio Consell, desde el 6 de abril, fecha en que se puso a la venta, se han entregado unos 20.000 'DNI republicanos' en soporte físico y 2.500 digitales, una especie de código QR que funciona con el teléfono como soporte. Los de plástico se venden a 12 euros, y los otros a seis. Pero el gran negocio es que Puigdemont exige que para tener ese documento, el ciudadano debe inscribirse en el censo del Consell per la República, un trámite con un coste mínimo de 10 euros.
El Consell y el entorno del 'expresident' llevan tres meses con una intensa campaña bajo el lema ‘Jo ja la tinc’ ('Yo ya la tengo') para fomentar su adquisición por parte de sus simpatizantes, pero los resultados no han sido los esperados. De hecho, en el censo del organismo independentista se han dado de alta 5.167 personas desde el 6 de abril hasta el 9 de julio. Esas inscripciones, considerando que se deben abonar 10 euros para darse de alta más 12 por el supuesto DNI, suponen un máximo de 113.674 euros.
El resto de compradores —el Consell reconoce haber vendido 20.000 documentos— se supone que eran ya activistas afiliados, por lo que solo habrían de pagar los 12 euros del DNI. Ello supondría otros 177.996 euros. A esa cifra se han de sumar los 15.000 de los carnés digitales, lo que supone unos ingresos para el organismo de 306.670 euros desde que comenzó la iniciativa.
El interés se desinfla
Lo cierto, sin embargo, es que las expectativas estaban puestas en cifras sensiblemente superiores: para empezar, si todos los inscritos en la entidad independentista hubiesen comprado el documento, Puigdemont habría ingresado más de 1,1 millones de euros, sin contar los nuevos interesados en obtener la tarjeta, que también hubiesen supuesto un aumento considerable de los censados en el ‘chiringuito’ de Waterloo.
Pero las cosas no han ido como esperaban. Los primeros días de la comercialización fueron muy buenos. El 7 de abril, se batió el récord de incorporaciones, con un total de 466. La jornada siguiente, el número bajó a 295, y una más tarde, a 188. El 14, aniversario de la Segunda República, hubo un repunte de altas, con 306, el 15 se consiguieron 348, y el 16, 316. A partir de ahí, las cifras comenzaron a decrecer y desde el 18 del mismo mes no se han vuelto a superar las 100 afiliaciones diarias. Es más, en algunas jornadas, hubo solo un pequeño número de inscripciones y en otras directamente el marcador se situó en cero. A finales de junio se registró un pequeño incremento (el 28 se llegó a 38 altas y el 29, a 30), pero desde entonces los números han caído hasta mínimos. De ahí que ahora haya sido el propio Puigdemont el que anime en las redes a tener el carné.
El desinterés paulatino se ve en las cifras globales: el 6 de abril, el Consell per la República tenía oficialmente 92.950 afiliados; un mes más tarde, eran 97.086; en junio, 97.730, y el 6 de julio, 98.091.
La iniciativa del DNI de la república es similar a la que la librería Les Voltes puso en marcha en Girona en los años ochenta. El establecimiento fue propiedad de Feliu Matamala, padre de Josep Maria Matamala, el empresario, ahora senador por Junts, que acompañó a Puigdemont durante dos años después de su fuga a Bélgica y que fue detenido junto a él en Alemania en marzo de 2018. La tienda llegó a repartir 93.000 carnés hasta hace pocos años. El documento, en el anverso, llevaba el escudo de Sant Jordi y en su reverso, el “decálogo del nacionalista catalán”. El Partit per la Independència, que lideraban Àngel Colom y Pilar Rahola, distribuyó también más de 10.000 tarjetas identificativas hasta 1999, fecha en que la formación se disolvió.
Más de 306.000 euros se ha ‘levantado’ el ‘expresident’ de la Generalitat Carles Puigdemont con el carné republicano que se inventó y que comercializa a través de las redes el Consell per la República. Fue un pequeño 'boom' que se ha ido desinflando con el paso del tiempo y, en tres meses, las ventas están en cotas muy bajas. De ahí que el líder independentista haya salido a la palestra para animar a adquirir el producto del que espera aún obtener buenos réditos.
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